La invasión del ejército turco en alianza con unas 10.000 unidades de las FSA (Ejército Libre Sirio) continúa por varios frentes en el cantón de Afrin, norte de Siria. A pesar del gran poder armamentístico desplegado por Turquía, las fuerzas de las YPG/YPJ hacen alarde de una férrea resistencia. A primera hora de la mañana de ayer (por el 23 de enero), la agencia de noticias pro-turca Anadolu anunciaba la conquista de la importante posición estratégica de la montaña de Bersaya. Horas más tarde, la oficina de prensa de las YPG comunicaba la recuperación de la misma y la agencia Anadolu tuvo que informar del retroceso de las tropas turcas. Según declaraciones del presidente Recep Tayyip Erdogan, la operación Rama de Olivo será completada en “muy poco tiempo”.
Las informaciones de ambos bandos son en muchos casos contradictorias y hay una fuerte batalla propagandística en las redes sociales, que hace muy difícil esclarecer la realidad de la batalla. La agencia Anadolu informó que las tropas turcas habían conquistado los pueblos de Shankal, Qorne Balia y Adah Manli. Sin embargo, la oficina de prensa de las YPG niega por completo dicha afirmación y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos publica que aún continúan los enfrentamientos entre ambas fuerzas. Según fuentes locales, las redes de teléfono e internet han sido cortadas en la ciudad de Afrin y en la mayoría de las localidades de la región.
La cuenta de Twitter pro-turca, creada en octubre de 2017, bajo el nombre de @OliveBranchOp hace un seguimiento exhaustivo de la operación. Los administradores publican infografías de alta calidad e imágenes de primeras líneas de frente. Asimismo, hacen un minucioso trabajo por desvelar las falsas informaciones difundidas por las redes. Esta misma fuente ha publicado una infografía donde señala que el objetivo de la operación no se limita a la región de Afrin, sino que abarca toda la frontera de Siria con Turquía, expandiéndose varios kilómetros hacia el interior del Estado sirio.
La guerra de Erdogan contra los kurdos
El comunicado oficial de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) pone en evidencia las múltiples conexiones de Ankara con diferentes grupos yihadistas, como los que se encuentran dentro de las FSA, Jabhat Al-Nusra y Ahrar Al-Sham. También afirma que la ofensiva de Turquía está favoreciendo a los últimos reductos del Daesh, contra quien combaten en el frente de Deir Ezzor. Las milicias kurdas y árabes de las YPG/YPJ y las SDF, son las aliadas más efectivas de Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico. Desde el año 2014, la coalición internacional liderada por Estados Unidos en la lucha contra el Daesh ha brindado apoyo aéreo y logístico a las milicias de las YPG, que han recuperado cientos de kilómetros cuadrados de manos del grupo terrorista.
Voluntarios internacionalistas en las filas de las YPG han anunciado su participación en la defensa de Afrin contra el Estado turco y las FSA. “Estamos preparados y equipados por las YPG para luchar contra los terroristas turcos”, ha declarado el comandante chino-inglés Sîpan.
Para el gobierno del AKP, la máxima prioridad no es acabar con el terrorismo islámico en Siria, sino debilitar al movimiento político kurdo en Oriente Próximo, que se encuentre en Siria, Iraq o la propia Turquía. La narrativa de los medios afines al gobierno turco anuncia que las fuerzas armadas están lanzando una guerra contra el terrorismo y por la seguridad nacional. Desde la perspectiva del presidente Erdogan, cualquier intento de autogobierno democrático generado por la etnia kurda, ha de verse como una amenaza, sea dentro o fuera de las fronteras turcas. La libertad de prensa en el Estado turco se ha visto muy limitada en los últimos años, debido a los encarcelamientos y cierres de medios disidentes a la postura oficial del gobierno.
La población en Afrin proclama una postura de resistencia
La región de Afrin es diversa en etnias y religiones: árabes, armenios, kurdos, alautias y yazidis. Hevi Mustafa, co-presidenta del Consejo Ejecutivo de Afrin, en un artículo para el Washington Post ha escrito: “Muchos de nosotros somos descendientes de los supervivientes de los genocidios que cometió el Estado turco contra los pueblos no turcos durante y después de la I Guerra Mundial. Todas estas comunidades se han negado a dejar Afrin pese a la amenaza del gobierno islámico en Turquía y los grupos yihadistas asociados que nos amenazan públicamente con limpieza étnica. Todas estas comunidades están trabajando juntas para construir una alternativa democrática en Siria”.
La autoadministración de Afrin, en una rueda de prensa el pasado 21 de enero, declaró: “Vamos a resistir contra la brutalidad de los ataques del Estado turco y a apoyar a nuestras milicias con todas nuestras fuerzas”. Las autoridades aparecieron vistiendo los chalecos de municiones y las kalashnikov al hombro durante la lectura del comunicado.
La población civil en Afrin proclama en las redes sociales que está lista para defender sus pueblos y aldeas. En un video publicado por la agencia pro-kurda ANHA, civiles de Afrin anuncian su determinación en la autodefensa. “Por nuestras YPG, nuestras YPJ, por nuestras gentes, nuestros pueblos, estamos preparados para apoyar a nuestros compañeros. No tenemos miedo al Estado turco”.
FUENTE: Sara A. de Ceano-Vivas Núñez /Destino Oriente Próximo