En la conferencia “Shengal: Una sociedad amenazada por el genocidio. La reconstrucción como garantía de paz en Oriente Medio”, organizada ayer por el Parlamento Europeo en Bruselas, Suad Murad Khalaf (Hêza), poblador de la región yazidí del norte de Irak, denunció que cuando ISIS atacó la zona en 2014 tuvo el respaldo de Turquía y del Partido Democrático de Kurdistán (PDK).
Durante la primera sesión de la conferencia, Hêza, que fue testigo del genocidio impulsado por ISIS, denunció que las fuerzas del PDK se retiraron cuando comenzaron los ataques. “Todo esto fue planeado”, agregó.
“Shengal fue vendida antes del genocidio -afirmó la testigo-. Nuestras armas fueron recolectadas antes del ataque para que los yazidíes no pudieran protegerse. Miles de personas fueron masacradas además de los secuestrados, y de los niños y ancianos que perdieron la vida”.
Además, recordó que las mujeres yazidíes secuestradas por ISIS fueron encadenadas y vendidas como esclavas sexuales. Hêza, que fue vendida, remarcó que “también había quienes protegían a la comunidad yazidí” y señaló que las HPG (Fuerzas de Defensa del Pueblo) y las YPJ (Unidades de Defensa de las Mujeres) encabezaron la resistencia contra ISIS en Shengal.
La testigo relató que pudo escapar después de un año como cautiva y se unió a las fuerzas de autodefensa de Shengal.
Hêza señaló que el reconocimiento del genocidio contra los yazidíes por parte de muchos países es importante, pero la amenaza continúa. Por eso, llamó la atención sobre los ataques del Estado turco y demandó que la comunidad internacional evite estas agresiones.
Por su parte, Rojda Arslan, abogada y consultora en derecho penal internacional y derechos humanos, hizo una presentación sobre el reconocimiento del genocidio en el derecho internacional y a nivel político.
Arslan destacó las obligaciones de los países europeos tras el reconocimiento del genocidio yazidí: “Tienen dos deberes: procesar a los autores del genocidio y prevenir un nuevo genocidio”.
A su vez, indicó que en Alemania hay juicios y condenas por cargos de genocidio y explicó que hay miembros de ISIS que provienen de 80 países diferentes. “Los tribunales enfrentan dificultades, no hacen una evaluación con un solo gobierno. No hay coordinación para el examen de estos crímenes, la recopilación de pruebas y la sentencia. Este es un proceso a largo plazo”.
Arslan manifestó que hay miles de yazidíes que aún viven en campos de refugiados y están indefensos. Al mismo tiempo, recordó que de personas continúan desaparecidas, lo que significa que el ferman está vigente. Ferman es el término que utilizan los yazidíes para referirse a las masacres y operaciones de exterminio que sufrieron durante su larga historia. Mientras que en el uso otomano el término significa un decreto del sultán, en la comunidad yazidí la palabra adquirió la connotación de persecuciones y pogromos. El genocidio y feminicidio que comenzó en Shengal el 3 de agosto de 2014 fue el 74º ferman en la historia yazidí.
Arslan añadió que “para evitar otro genocidio, los Estados europeos que reconocieron el genocidio deberían tomar medidas para proteger a la comunidad yazidí”.
En tanto, Marion Böker, directora de asesoramiento sobre derechos humanos y cuestiones de género, expresó que es necesaria “una política feminista ahora”, que se debe escuchar a las mujeres y señaló que ISIS, Al Qaeda y grupos similares son misóginos y que tienen relaciones con otros Estados.
“Los Estados que apoyan y arman a estos terroristas también deben rendir cuentas”, afirmó Böker, subrayando que “los autores de genocidio, ya sea contra mujeres o contra un grupo, deben ser procesados”.
“De esta manera podrán construirse un futuro y protegerlo. La UE y las Naciones Unidas deberían cerrar el espacio aéreo no sólo de Shengal sino también del norte y el este Siria a los aviones de combate turcos. También debería reconocerse el estatus de Shengal”, apuntó Böker.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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