Los y las iraníes observan con atención el desarrollo de las elecciones turcas, comparando la lucha continua por la democracia y por unos comicios justos en Turquía con la lucha por los valores democráticos y la igualdad de derechos en Irán.
“La derrota de Erdogan me hará feliz, al igual que la derrota de Irán”, declaró la académica Fatemeh Shams, y añadió: “No subestimen a Erdogan y la corrupción y el radicalismo de su mafia. Si la oposición gana las elecciones en Turquía, cambiarán muchas dinámicas en la región”.
En la dividida sociedad turca, el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan es visto por la oposición como un patriarcado unipersonal, y aunque las elecciones arrancaron en desigualdad de condiciones (a la alianza opositora se le negaron los mismos recursos a los que tuvo acceso la alianza liderada por el Partido de la Justicia y el Desarrollo –AKP- de Erdogan), creció el temor al fraude electoral, entre informes de recuentos incoherentes de urnas y la deportación de observadores electorales internacionales. Esto se produjo tras una rápida represión de los partidos de la oposición dirigida por el gobierno, que incluyó cientos de detenciones de diputados, periodistas y abogados.
Paralelamente, en Irán han ido en aumento los disturbios civiles desde que el pasado septiembre se iniciaran revueltas populares contra el régimen teocrático y patriarcal del país, después de que una joven kurdo-iraní, Jina Masha Amini, muriera bajo custodia de la policía de moralidad iraní por no llevar correctamente el pañuelo en la cabeza. Además, en las elecciones presidenciales iraníes de 2009 se detuvo a miles de manifestantes que se oponían al “robo” de las elecciones por parte del entonces presidente Mahmud Ahmadineyad, que anunció su victoria sólo una hora después del cierre de los colegios electorales.
Comparando las actuales elecciones turcas con las presidenciales iraníes de 2009, un doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad Allameh Tabatabai de Teherán, Ehsan Movahedian, declaró: “La situación bipolar en Turquía recuerda a las elecciones de 2009 y sus amargas consecuencias”, y añadió: “Los discursos provocadores de Erdogan recuerdan al ex presidente iraní Mahmud Ahmadineyad”.
El periodista iraní Mohammad Motlagh argumentó que Irán saldrá beneficiado gane quien gane la segunda vuelta de las elecciones turcas. “Si gana Erdogan sería el principio del declive de la OTAN, y probablemente de los conflictos entre Turquía y Grecia; y si gana Kılıçdaroğlu, significa aprovechar la guerra en Caucasia (Armenia-Azerbaiyán), reducción de las tensiones en Siria e Irak y más interés de Rusia por acercarse a Irán”, explicó.
Mientras tanto, desde que las elecciones del 14 de mayo en Turquía pasaron a segunda vuelta, las fuerzas militares del noreste de Irán, fronterizo con regiones de población kurda en el este de Turquía, fueron puestas en estado de alerta para controlar posibles manifestaciones tras una posible victoria del líder de la coalición opositora turca Kemal Kılıçdaroğlu, informó Iran International, con sede en Londres.
Kılıçdaroğlu es el principal rival presidencial de Erdogan, y líder de la alianza formada entre los partidos de la oposición en un esfuerzo por desbancar al presidente de asegurarse un tercer mandato. El Partido Democrático de los Pueblos (HDP), tercer partido del país, lucha por los derechos de los kurdos y apoyó a Kılıçdaroğlu en las elecciones presidenciales.
Las tensiones en las regiones de mayoría kurda en la frontera entre Irán y Turquía siguen siendo elevadas, y en las redes sociales abundan las expresiones de solidaridad entre las fuerzas populares de ambos países.
FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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