El periodista Abdurrahman Gök informa para la agencia de noticias Mezopotamya (MA) desde Irán y Rojhilat (Kurdistán oriental) sobre la situación actual. A continuación publicamos la tercera parte de su reportaje.
Me dirijo a Mahabad, que conozco hasta cierto punto, ya que la he visitado dos veces. No creo que tenga mucha dificultad. Durante el trayecto de 140 kilómetros, escucho al taxista que, de vez en cuando, habla de las protestas en el país y menciona las ciudades de Rojhilat.
El conductor, originario de Neqede, una ciudad situada entre Mahabad, Ûrmiye (Urmia) y Pîranşar (Piranschahr), me cuenta que los habitantes de Mahabad, Bokan, Pîranşar, Seqiz (Saqqez) y Sine (Sanandaj) protestan constantemente.
A veces, sus palabras parecen aprobar las acciones, y otras veces sus frases como “los turistas no vienen por las protestas” crean una sensación de desconfianza. Así que pretendo saber lo menos posible. Dice que puedo llamarle si alguna vez necesito un coche y me da su número de teléfono. También me pide mi número de teléfono. Le digo que aún no he podido conseguir una línea telefónica y no le doy mi número.
Pasado el lago seco de Ûrmiye
Durante el trayecto, no puedo apartar la vista del lago Ûrmiye, que queda a mi izquierda y me rompe el corazón con su aspecto reseco. El lago, el mayor lago salado de Oriente Medio y el sexto del mundo, parece un campo en barbecho, ya que se han construido presas y perforado falsos pozos en todos los arroyos que lo alimentan.
Hay una comisaría de la policía a la entrada de Mahabad. El conductor dice que esta comisaría tiene como trabajo principal la lucha contra el contrabando. Después de pasar el punto, veo una maqueta de un avión de combate sobre un pedestal, a la entrada de la ciudad.
En la estación de autobuses me subo a otro taxi para ir al centro de la ciudad. Pido que me lleven a la plaza de Çarçira. Aunque el nombre de la plaza donde se ejecutó a Qazî Mihemed se ha cambiado por el de plaza de la República Islámica, la gente la llama plaza de Çarçira o plaza del municipio.
Mientras me dirijo por la calle Talaghani Gharbi hacia la plaza Molla Cami, veo una sucursal bancaria incendiada a la izquierda. El 27 de octubre, esta sucursal del Banco Refah fue incendiada, al parecer, durante las protestas que siguieron al funeral de Esmaeil Simko Mauludi. Algunos informan también de que el banco fue apedreado por los manifestantes y luego incendiado por los Pasdaran, que abrieron fuego contra la gente. Todavía se pueden ver restos de balas en las tiendas de la galería comercial, situada justo enfrente del banco.
Los sacos de arena encima del tejado del Banco Sepah, otra entidad financiera cercana, siguen ahí, y sirven como recuerdo de que las fuerzas estatales se apostaron sobre dicho tejado para abrir fuego contra la gente durante la manifestación del 27 de octubre.
Ese mismo día, me entero de que se quemaron oficinas gubernamentales en otros lugares de la ciudad y que la gente se unió a los jóvenes que perdieron la vida. Los postes con las cámaras de vigilancia fueron destruidos, mostrando la magnitud de las protestas.
Los lemas de las protestas “Jin Jiyan Azadî”, “Jina Amini” y “Muerte al dictador” aparecen en las paredes por toda la ciudad, desde las calles más transitadas hasta los callejones.
Sin embargo, parece que las fuerzas del régimen tampoco están de brazos cruzados. Cuando cae la tarde, los trabajadores comunitarios y los policías de paisano tratan de eliminar los escritos con pintura, especialmente en las calles principales.
Inicio de las protestas en Mahabad
Las protestas que comenzaron en Mahabad el 19 de septiembre, inmediatamente después de la muerte de Jina Amini, han ido en aumento. Me reúno con un grupo de jóvenes, que han participado en las protestas desde el primer día, para evaluar los dos últimos meses en la ciudad.
Los jóvenes me cuentan que la primera manifestación en Mahabad comenzó el 19 de septiembre, con 15 participantes en la calle Shapur. Desde entonces, las manifestaciones han aumentado en consonancia con el incremento de la violencia estatal.
“La mayor y más participativa manifestación en Mahabad tuvo lugar tras el asesinato de Esmaeil Simko Mauludi. Cuando Simko cayó el 26 de octubre, su madre y su hermano hicieron una llamada a la mezquita, y la gente no permaneció indiferente a la llamada de la familia ese día. Los servicios de inteligencia iraníes amenazaron a la familia con enterrar el cuerpo esa misma noche, pero la familia y las personas que se habían reunido en la mezquita en respuesta a la llamada de la familia no se doblegaron ante estas amenazas y velaron el cuerpo de Simko en la mezquita hasta la mañana”.
Al oír esto, los habitantes de Mahabad, con edades comprendidas entre los siete y los 70 años, se reunieron frente a la mezquita al amanecer. Llenaron las calles desde la plaza de Sihet (la gente llama a la plaza Heywanan, porque ahí había un mercado de animales) hasta la plaza de Çarçira.
“En esta marcha participaron personas de toda condición. Después de esta manifestación, el 27 de octubre, Simko fue enterrado bajo consignas y la gente marchó desde el cementerio hasta el centro de la ciudad, hacia Fermandarî (Oficina del Distrito). Tanto los Jahsh (guardias del pueblo) apostados en las esquinas, como los Basij y los Pasdaran, abrieron fuego contra la gente. Seis personas murieron y decenas resultaron heridas en estos ataques”.
La ira crece con cada muerte
Los jóvenes afirman que Simko fue asesinado mientras participaba en las protestas en rechazo al asesinato de Jina Amini, y que Mesûd Ehmedzade, Shaho Xizrî, Kubra Şêxa Seqa, Ferîşta Ehmedî y Zanyar Ebûbekirî fueron asesinados el 27 de octubre porque se encontraban entre las decenas de miles de personas que se oponían al asesinato de Simko. Destacan que su enfado con el régimen es cada vez mayor, mientras que el régimen es cada vez más implacable a la hora de tratar ese enfado.
Dos jóvenes del grupo describen así el día en que Simko perdió la vida: “A nuestro amigo Simko le dispararon cerca de la plaza Mela Xelîl. Debajo de la plaza había un puesto de policía desde el que se abrió fuego contra él. El disparo le alcanzó por debajo del pecho izquierdo y murió en el acto”.
Los jóvenes también explican el significado del lugar donde le dispararon a Simko: “Durante muchos años ha habido muchas protestas en esta calle. Hace 15 o 16 años, un joven de Mahabad, llamado Shiwan Seyidqadir, fue asesinado a tiros por la policía; luego se desentendieron del funeral de este joven. Los habitantes de Mahabad salieron a la calle para condenar el comportamiento de la policía y se pusieron del lado de los jóvenes. Por ello, esta calle se conoce popularmente como Shiwan Seyidqadir y desde entonces ha sido escenario de muchas manifestaciones. Las protestas por Jina también empezaron allí, y Simko fue asesinado a tiros en esa calle”.
La gente es cada vez más valiente
Tras el asesinato de Jina Amini se convocó una huelga en todo Irán y los comerciantes protestaron, manteniendo cerradas sus tiendas los sábados. En las ciudades de Rojhilat, la huelga se organizó no sólo los sábados sino también los miércoles. Los jóvenes que entrevisté sobre esta situación, dijeron lo siguiente: “Los días de huelga, los comerciantes de los mercados y bazares no abren sus tiendas. Es la primera vez en la historia de Rojhilat que una huelga dura tanto tiempo. En realidad, la primera huelga comenzó en las escuelas. Los estudiantes boicotearon las escuelas y esta ola se extendió al bazar y al mercado. Las escuelas pueden desempeñar un papel importante en la reducción de este miedo. La gente, que al principio, temía que sus tiendas fueran castigadas por las autoridades, ahora expresa sus objeciones con más audacia”.
Una tarde en Mahabad, observo cómo los comerciantes bajan sus persianas una a una. Cuando pregunto por qué está todo cerrado, a pesar de que no es sábado ni miércoles, un comerciante me responde: “Cuando llega la noticia de que ha muerto alguien que estaba herido en las protestas, pero que fue atendido en su casa o en el hospital, la gente baja las persianas por voluntad propia para protestar contra esta situación. Ha llegado la noticia de que Faiq Mamqaderi, que había sido tratado en el hospital durante un mes, ha muerto”.
Cuando le pregunto cuándo y en qué protestas resultó herido Faiq Mamqaderi, me da la siguiente información: “Faiq no resultó realmente herido en ninguna acción. Cuando recibió la noticia de que las fuerzas iraníes habían asaltado la casa de su familia en plena noche, se subió a su coche con un amigo y se dirigió a la casa. Frente a la casa de su familia, la policía disparó contra el coche, hiriendo a las dos personas que iban en él. El amigo de Faiq se recuperó tras el recibir tratamiento, mientras que Faiq fue trasladado a un hospital de Ûrmiye, donde ha muerto”.
Cortes de Internet y de electricidad como castigo
Las interrupciones en el servicio de Internet y de electricidad son frecuentes durante las protestas en Mahabad. El 10 de noviembre, en el entierro de Faiq Mamqaderi, se produjeron cortes en el suministro eléctrico durante dos días. Cuando pregunté por qué, me dijeron que el gobierno recurre a esos métodos para castigar a la gente.
Me reúno con un grupo de jóvenes estudiantes. Al observar que las protestas comenzaron en relación con el velo obligatorio y que condujo al asesinato de Jina, pregunto por la situación actual y las respuestas suelen coincidir.
“El pueblo iraní había perdido la esperanza de un cambio. Sin embargo, el asesinato de Jina y el anuncio de este acontecimiento, a pesar de toda la presión, rompieron el miedo. Esto reforzó el sentimiento del pueblo de que no hay nada más allá de la muerte y se armó de más y más valor para exigir todos los derechos que le habían sido arrebatados. Esta lucha ha ido más allá de la oposición al velo forzado y se ha convertido en una lucha por la libertad. Por supuesto, también hay que reconocer que esta búsqueda tiene su origen en ‘Jin Jiyan Azadî’”.
Personas de todas las edades quieren libertad
Pregunto a los universitarios si el pueblo tiene miedo, especialmente en vista del traslado de las fuerzas del régimen, las unidades motorizadas, los vehículos blindados de ciudades como Ûrmiye o Tabriz hacia Mahabad.
“Inmediatamente después del asesinato de Simko, 60 motocicletas, ocho camionetas y 300 hombres armados fueron llevados de Ûrmiye a Mahabad y colocados en escuelas y mezquitas. Aunque la gente vio esto, no se retiró de las calles. En los últimos dos meses se ha cruzado un importante umbral en las ciudades de Rojhilat. Hoy, incluso los niños de tres años gritan las consignas ‘Muerte al dictador’ y ‘Jin Jiyan Azadî’ en las calles, en sus casas y en el bazar. Porque ese es el único tema en todas partes. En el pasado, existía el dicho ‘de siete a setenta’. Esto también ha cambiado en Rojhilat. Desde niños de tres años hasta personas de setenta, la gente clama por la libertad. La nueva generación no quiere ni se conformará con una libertad a medias. Quieren la libertad total. Y esto se refleja en el lema ‘Jin Jiyan Azadî’. Cuando hablamos de esta situación con nuestros amigos, llegamos a la conclusión de que estamos en un punto que supera a la Revolución Francesa”.
Todo el mundo es un líder
Cuando les pregunté quién lidera estas protestas, los jóvenes respondieron: “Estamos ante un estilo de acción que no tiene liderazgo, todo el mundo tiene un papel protagonista. Sí, empezó con los estudiantes, pero el pueblo no se quedó atrás, y ahora podemos ver que las protestas continúan de forma natural. Esto es muy importante. En otras palabras, es un levantamiento en el que todos los que se oponen, salen a la calle sin que nadie tome la iniciativa. Sin embargo, ya veremos lo que ocurre en el futuro. Por ejemplo, a medida que el régimen aumenta su violencia, pueden formarse organizaciones basadas en la autodefensa contra el régimen, como de hecho ocurre. Los habitantes de Rojhilat tienen experiencia de lucha. Esta es una tradición desde 1946 y continúa hasta hoy. Sin embargo, el pueblo quiere conseguir resultados con sus objeciones y acciones en las calles. Por supuesto, el Estado iraní está respondiendo a estas legítimas demandas del pueblo, aumentando la dosis de violencia, y si esto continúa, el color de este levantamiento cambiará naturalmente. Porque esta gente ha demostrado en los dos últimos meses que no va a ceder, y el régimen debe haberse dado cuenta de ello”.
Todos deben defender sus derechos
Esperando obtener una respuesta diferente, le pregunté a los jóvenes estudiantes: “¿En qué se diferencian estas protestas de las de 2009 y 2019?”.
Aquí, sin embargo, recibí la misma respuesta que en cualquier otra ciudad: “Hasta ahora, las protestas contra la República Islámica de Irán han sido fragmentarias. Las ciudades vecinas se mostraban, de vez en cuando, indiferentes a las protestas que estallaban en las grandes ciudades. A menudo, las ciudades centrales reaccionaban con indiferencia a las protestas que se iniciaban en las ciudades periféricas. En consecuencia, las protestas duraban poco”.
“Sin embargo, el asesinato de Jina, una mujer kurda, en Teherán, la capital de la República Islámica, provocó una fuerte reacción de la población kurda. Esta reacción se extendió a todo Irán, ya que fue apoyada por las mujeres, que continuaron sus protestas contra la policía de la moral en las ciudades iraníes. De vez en cuando, se escuchan consignas que alaban el valor del pueblo kurdo en otras provincias iraníes. Eso es importante y bueno, pero no se trata de alabar nuestro valor. Esto es un ataque a los derechos de todos los pueblos iraníes, y todos en este país tienen el deber de defenderlos”.
Resistir codo a codo
Uno de los manifestantes con lo que hablé, considera que el hecho de que las protestas estén siendo apoyadas por todos los pueblos de Irán es un elemento central de su potencial.
“El lema ‘Azerbaiyán ha despertado y está al lado del Kurdistán’, que emana de Tabriz, es muy importante. Sin embargo, no debe ser sólo un mensaje de solidaridad. Debería incluirse directamente en la demanda de cambio. Todos los iraníes que quieren liberarse de esta tiranía y opresión, son importantes en este levantamiento y deben participar en él con esta conciencia”.
“En 2019, las protestas contra el aumento del precio de la gasolina, de los días 15 y 16 de noviembre, fueron las más extensas desde la revolución de 1979. Sin embargo, estas protestas no fueron concluyentes debido a una actitud incoherente. Ahora la situación es completamente diferente y hay una contradicción que va más allá de estas protestas”.
“Estas objeciones no son sólo las de una clase, una religión, una secta, una nación o una provincia. Son las objeciones de Irán, en su conjunto. Sólo hay un eslogan, que es el omnicomprensivo ‘Jin Jiyan Azadî’. Todos los pueblos, todas las etnias, pueden encontrar su representación bajo este lema. Por eso se está extendiendo cada vez más”.
“Los kurdos son asesinados por kurdos”
Hay otro punto importante que todos y todas en Mabahad mencionan: la cuestión de los guardias del pueblo. El hombre que está a mi lado señala los grupos de tres a cinco personas que veo en algunas esquinas y me dice: “Son Mangur o Jahsh”. Cuando le pregunto qué es Mangur, me da la siguiente información: “Históricamente, los mangur son una tribu kurda guerrera y seminómada. Es una gran tribu de la región de Mukriyan. Entre 1925 y 1941, fue una de las pocas tribus que se rebelaron contra Reza Shah Pahlavi, el Sha de Irán. La tribu Mangur fue una de las tribus que apoyaron la República del Kurdistán, en 1946. Sin embargo, se retiró tras la ejecución de Qazî Mihemed y sus amigos. Una pequeña parte de esta tribu actúa actualmente como guardaespaldas del régimen iraní”.
“Pero, aunque sólo una rama muy pequeña de la tribu lo hace, se les conoce por ese nombre. Viven en un barrio separado de Mahabad y cuentan con unos dos mil miembros armados. En los primeros días de las protestas, incluso montaron guardia en su barrio con armas pesadas, y al principio fueron ellos quienes dispararon directamente contra la gente”.
“El régimen iraní está intentando hacer en Rojhilat lo que se ha hecho en otras partes del Kurdistán. Los kurdos siendo asesinados por kurdos. Por ejemplo, Shaho Xizri fue asesinado por la bala de un Jahsh”.
El régimen está mostrando su carácter colonialista
Hablo con un conocido y popular residente de Mahabad, que hace un breve y sucinto balance: “El régimen sabe muy bien lo que hace. También conoce a los kurdos. Por ejemplo, cuando comenzaron las protestas en Teherán y algunas otras ciudades, el régimen controló el nivel de violencia. La gente fue atacada con balas de goma. Pero en el Kurdistán, la situación es diferente. Atacaban a la gente con armas que eran fáciles de negar. Se disparó a la gente con escopetas, y algunos que fueron alcanzados a corta distancia murieron de esa manera. Sin embargo, cuando se comprobó que la gente no tenía miedo, se utilizaron directamente los Kalashnikov. En resumen, mientras el régimen iraní muestra su cara fascista en Teherán, revela su carácter de ocupación en Mahabad y otras ciudades de Rojhilat. La gente también lo sabe y por eso exige un cambio de régimen”.
Mi interlocutor llama la atención sobre otra cuestión y explica el asesinato de jóvenes en el Kurdistán con un ejemplo de la historia: “En 1984, en el quinto año de la revolución, el Estado que había empezado a establecer su poder, se volvió contra el Kurdistán y 59 personas fueron ejecutadas en Mahabad. Tres o cuatro de ellos tenían unos 40 años. Todos los demás eran jóvenes de 15 a 17 años. Por algo, el Estado apunta a los miembros más resistentes y progresistas de este pueblo. Pero esta vez no tendrá éxito”.
Como resultado de la intensificación de las protestas, entre el 16 y el 21 de noviembre, Azad Husseinpur y Muhemmed Ehmadi Gagesh murieron en Mahabad debido a la intervención armada de las fuerzas del régimen. Shamal Xadirî, que resultó gravemente herido durante las protestas y fue trasladado a un hospital de Òrmiye, murió el 24 de noviembre.
Las fuerzas del régimen están realizando registros domiciliarios y deteniendo a la gente por la fuerza, especialmente por la noche. A medida que aumenta la violencia, también lo hacen los registros y, a menudo, ni siquiera se sabe dónde se lleva a la mayoría de los detenidos.
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FUENTE: Abdurrahman Gök / Mezopotamya / ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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