Dos niños murieron y dos civiles resultaron gravemente heridos el 6 de agosto de 2022 en un ataque turco contra la “Zona Industrial” de la ciudad de Qamishlo densamente poblada por civiles en el Kurdistán sirio (Rojava). Turquía reconoció ser responsable del ataque*.
“Mi hijo Ahenk (15) estaba en noveno curso. Le encantaba el deporte. Era portero en el equipo juvenil de un club de fútbol local de la ciudad de Qamishlo. Pero Turquía robó los sueños de nuestros hijos y dejó en nosotros cicatrices que el tiempo no puede borrar”, declara Akram Hussein, padre de Ahenk, el niño que fue una de las víctimas de la ofensiva que las fuerzas turcas llevaron a cabo en la “Zona Industrial” de la ciudad de Qamishlo, el 6 de agosto de 2022, en la que murió otro niño. El ataque también hirió de gravedad al padre de uno de los niños fallecidos junto con otro civil.
Más tarde se descubrió que la operación iba dirigida contra un alto mando del Partido de la Vida Libre del Kurdistán (PJAK) de Irán. También murieron dos combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). Uno de los supervivientes, que también es padre de uno de los niños fallecidos, confirmó que el ataque se llevó a cabo con un dron turco.
Turquía reconoció estar detrás del ataque. El 12 de agosto de 2022, la agencia estatal turca Anadolu afirmó que “el equipo que participó en la operación regresó sano y salvo a Turquía”, indicando que algunos agentes de la Organización Nacional de Inteligencia turca (MIT) habían participado en la operación dentro de los territorios sirios, sin revelar si se utilizó o no un dron.
En todos los casos, Turquía debe investigar de forma rápida, imparcial y exhaustiva cualquier baja civil que se produzca como consecuencia de sus operaciones. Debe identificar a los responsables de las muertes de civiles resultantes de violaciones del derecho internacional humanitario y hacer que rindan cuentas, proporcionar indemnizaciones por las muertes y lesiones de civiles causadas injustamente, y pagos graciables por los daños causados a civiles.
Dos niños muertos y dos civiles heridos
El 6 de agosto de 2022 se produjo una gran explosión en el barrio industrial, también conocido como “Zona Industrial” de Qamishlo. Murieron dos niños identificados como Ahenk Akram Hussein (15) y Ahmed Alaa al-Din Hussein (17). También resultaron gravemente heridos el padre de Ahmed y otro civil.
Además, murieron dos combatientes de las Fuerzas de Autodefensa y Youssef Rabbani, comandante del partido PJAK en Irán. Más tarde quedó claro que el comandante era el principal objetivo durante el ataque.
En un principio, sólo se sabía que habían muerto los dos niños y que Alaa al-Din Hussein había resultado herido. Ese mismo día por la noche, las Fuerzas de Seguridad Interna (Asayish) de la Administración Autónoma (AANES) emitieron un comunicado en el que afirmaban que un dron turco había impactado contra un coche, causando una explosión en la que murieron cuatro personas, entre ellas dos niños, y otros dos civiles resultaron heridos. Los heridos fueron trasladados al hospital para recibir tratamiento. La explosión también causó enormes daños materiales en los vehículos y comercios cercanos al lugar de los hechos.
Al día siguiente, el 7 de agosto de 2022, las FDS emitieron un comunicado en el que afirmaban que un miembro del Instituto de Disciplina Militar de sus fuerzas, conocido como Mazlum As’ad (33), cuyo nombre en clave era Rokhaz Amuda, también había muerto en el ataque turco con drones en la zona densamente poblada por civiles de la “Zona Industrial”, en el centro de Qamishlo.
En una conferencia de prensa celebrada en Qamishlo(1) el 10 de agosto de 2022, el Órgano Interno de la Región de Jazira en la Administración Autónoma anunció la muerte de Youssef Mahmoud Rabbani, comandante del PJAK, como consecuencia del ataque turco en el “barrio industrial”.
Rabbani se encontraba en zonas de la AANES para realizar una visita y mantener conversaciones con la población de la zona, y perdió la vida a causa de las heridas que sufrió en el ataque, según el Órgano Interno de la Región de Jazira.
Turquía reconoció estar detrás del atentado
Posteriormente, el 12 de agosto de 2022 Turquía reivindicó la autoría del atentado contra el barrio industrial. La agencia Anadolu afirmó que el MIT había logrado matar al iraní Youssef Mahmoud Rabbani, miembro de las Unidades de Protección Popular (YPG)/Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la zona de Qamishlo, al noreste de Siria, el 6 de agosto de 2022(2).
Según la agencia Anadolu, la inteligencia turca, tras minuciosas investigaciones, descubrió que Rabbani, cuyo nombre en clave es Rezan Jawid, estuvo implicado en múltiples ataques contra las fuerzas turcas cuando estaba al mando de la región iraquí de Haftanin, y que estaba presente en Siria.
Junto con Rabbani, el MIT también mató a Mazlum As’ad, que estaba a cargo de la defensa en las zonas de Ad-Darbasiyah y Amuda, según la agencia Anadolu.
Es notable que la declaración de la Anadolu, “el equipo que participó en la operación regresó sano y salvo a Turquía”, indica que algunos agentes del MIT turco estaban dentro de Siria y participaron en la operación contra la “Zona Industrial” en el centro de Qamishlo, que suele estar repleta de civiles. La agencia no reveló si se utilizó o no un avión no tripulado en el ataque.
Responsabilidad jurídica
Los ataques de las fuerzas turcas contra zonas densamente pobladas por civiles violan los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario (DIH), así como las leyes de los conflictos armados. La violación de las fuerzas turcas se manifiesta en la inobservancia de los principios de proporcionalidad y distinción, y en la realización de ataques indiscriminados, lo que está prohibido por las leyes de la guerra y puede constituir un crimen de guerra.
Las leyes de la guerra prohíben estrictamente los ataques dirigidos contra civiles o estructuras civiles, a menos que se estén utilizando con fines militares, y prohíben los ataques indiscriminados que no distinguen entre objetivos militares y civiles. Los ataques deben ser proporcionados, lo que significa que las bajas civiles previstas o los daños a edificios civiles, no deben ser excesivos a la luz de la ventaja militar concreta prevista.
En virtud del derecho internacional, las fuerzas armadas turcas deben tomar todas las medidas factibles para evitar, y en cualquier caso reducir al mínimo, la pérdida de vidas civiles, las lesiones a civiles y los daños a bienes de carácter civil durante las operaciones militares. Es decir, deben atenerse estrictamente a las normas y procedimientos internacionales con respecto a sus medios y métodos de guerra destinados a evitar víctimas civiles. Además, deben informar con rigor y transparencia sobre los ataques aéreos y las bajas civiles y enemigas.
“Turquía robó los sueños de nuestros hijos”
La Asociación Hevdesti-Synergy para las Víctimas entrevistó a familiares de las víctimas civiles que murieron en el ataque turco contra el barrio industrial de Qamishlo en agosto de 2022. La asociación documentó sus relatos y testimonios, ya que es muy consciente de la mayor parte de su responsabilidad para con las víctimas. La estrategia de Synergy se basa en un enfoque centrado en las experiencias, puntos de vista y prioridades de las víctimas/sobrevivientes como parte esencial de su trabajo diario. Además, busca múltiples puntos de vista para desarrollar una comprensión profunda y analítica de los hechos, y se compromete con el más alto grado de integridad y precisión.
El padre de Ahenk, Akram Khalil Hussein (50 años), relató a la asociación Hevdesti-Synergy los primeros momentos del ataque contra el barrio industrial por parte de las fuerzas turcas: “Al anochecer del 6 de agosto, estaba en casa en el barrio de al-Antariyah, en Qamishlo, cuando oí un fuerte ruido como si se tratara de una explosión cercana. Estaba muy preocupado por mi hijo Ahenk, que había empezado a trabajar hacía poco en un taller mecánico de la Zona Industrial, porque eran las vacaciones de verano. El taller es propiedad de uno de nuestros parientes. Corrí al taller para ver cómo estaba mi hijo”(3).
La preocupación de Hussein aumentó al llegar a la Zona Industrial. La explosión se produjo en la misma calle en la que trabajaban su hijo y sus familiares. Hussein continuó diciendo: “Pocos minutos después llegué al lugar. Había demasiada gente. Los cuerpos de los muertos y los heridos seguían en el suelo junto al vehículo atacado. Miré entre los cadáveres y encontré allí el cuerpo de mi hijo cubierto de sangre. Me acerqué y comprobé el pulso de su corazón. Había fallecido”.
Llorando, incapaz de detenerse, el padre continuó: “Aunque sabía que estaba muerto, lo llevé al hospital con la esperanza de que volviera a respirar. Pero los médicos me confirmaron que estaba muerto. Me sentí destrozado por la calamidad que nos había ocurrido”.
La Asociación Hevdesti-Synergy para las Víctimas también entrevistó a Alaa al-Din Hussein, uno de los supervivientes y padre de uno de los niños que murieron en el atentado. Alaa al-Din aún no se ha recuperado y sigue recibiendo tratamiento en su casa del barrio de al-Antariyah, en Qamishli: “Necesitamos una zona segura que nos proteja de Turquía y no lo contrario. Mi hijo Ahmad (17) y su primo Ahenk perdieron la vida a consecuencia de un ataque turco y yo resulté gravemente herido. No hemos cometido ninguna falta, salvo que vivimos en una zona que Turquía considera enemiga”.
En cuanto al ataque, Alaa al-Din Hussein dijo que se llevó a cabo con un dron turco: “Estaba ocupado trabajando en mi tienda de la antigua Zona Industrial. Como de costumbre, la calle estaba llena de gente y trabajadores. De repente, oí un fuerte silbido. Levanté la vista y vi que un cohete estaba cayendo cerca de nosotros, impactando contra un vehículo marca Kia. Caí al suelo y la puerta de la tienda me cayó encima. Tenía heridas en muchas partes del cuerpo”.
El testigo sobrevivió, pero su hijo Ahmed no: “La gente se reunió a mi alrededor. Se me salieron los intestinos. Dije la Shahada (la declaración básica de la fe islámica). Me hospitalizaron inmediatamente y vi a mi hijo Ahmed tendido en el suelo a mi lado, cubierto de sangre. Supe que había fallecido. Aún desearía haber muerto en su lugar. Con su partida, he perdido lo más preciado que tenía en esta vida”.
Inestabilidad como consecuencia de las amenazas y hostilidades turcas
Desde mayo de 2022, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan ha amenazado con una nueva incursión militar en el noreste de Siria. Esta incursión prevista sería la cuarta de Turquía en el norte de Siria desde 2016. Las anteriores incursiones militares turcas han estado plagadas de violaciones de derechos humanos. Estados Unidos, Rusia e Irán han advertido públicamente contra otra incursión turca en el noreste de Siria.
Los ataques con drones turcos y los bombardeos de las fuerzas turcas y de las fuerzas sirias respaldadas por Turquía contra ciudades y pueblos del noreste se han intensificado en los últimos meses, matando e hiriendo a civiles, incluidos niños.
Las frecuentes amenazas militares y hostilidades en el norte de Siria siguen causando estragos en la región, que alberga a cientos de miles de desplazados internos que huyeron de otras zonas sirias afectadas.
Las hostilidades en la región se han recrudecido desde agosto de 2022. Las zonas del noreste de Siria han sido testigos de decenas de ataques mutuos con granadas de mortero, cohetes, aviones y drones. Turquía ha perpetrado la mayoría de estos ataques.
La Asociación Hevdesti-Sinergy para las Víctimas se unió a 120 organizaciones sirias que, juntas, publicaron una declaración el 23 de agosto de 2022, condenando enérgicamente las repetidas amenazas y hostilidades militares en el norte de Siria y exigiendo al Consejo de Seguridad de la ONU que intervenga de inmediato para poner fin a la violencia, adoptando medidas firmes para hacer frente a la inestabilidad y evitar nuevas operaciones militares en el norte de Siria, sobre todo teniendo en cuenta que las operaciones militares anteriores han provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas autóctonas. Organizaciones internacionales y organismos independientes de la ONU han documentado ampliamente numerosas violaciones de derechos humanos en Siria.
Notas:
1- Internal Body Announces Kurdistan Commander Martyred in Attack on Industrial Neighborhood, Hawar News Agency, 10 agosto 2022. (Último acceso 24 agosto 2022.
2- Turkish intelligence ‘neutralizes’ high-level YPG/PKK in northeastern Syria, Anadolu Agency, 12 August 2022. (Último acceso 24 agosto 2022).
3- La entrevista se realizó presencialmente en el domicilio del testigo, en el barrio de al-Antariyah, Qamishlo, el 19 de agosto de 2022.
4- La entrevista se realizó presencialmente en el domicilio del testigo, en el barrio de al-Antariyah, Qamishlo, el 19 de agosto de 2022.
Comparte esto:FUENTE: Hevdesti / *Fecha original de publicación: 28 de agosto de 2022 / Traducido por Rojava Azadi Madrid / Edición: Kurdistán América Latina
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