Hace siete años, el 15 de septiembre, el Estado Islámico (ISIS) inició su ataque contra la ciudad de mayoría kurda de Kobanê, en el norte de Siria, después de haber capturado Mosul en el norte de Irak, sin resistencia de las tropas iraquíes.
ISIS estaba armado con las armas avanzadas que se había apoderado, proporcionadas por Estados Unidos a las fuerzas armadas de Irak.
Rodeando rápidamente la ciudad de 40.000 habitantes, ocupó 350 aldeas en cuestión de semanas y se dirigió al centro de la localidad, que parecía indefenso frente a las capacidades militares aparentemente superiores de los yihadistas.
La única barrera entre el Estado Islámico y la ciudad eran los combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ), enfrentándose con armas ligeras a los tanques, obuses, cañones de campaña y lanzacohetes de ISIS.
Cemil Mazlum, comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que luchó contra ISIS y que participó en la liberación de Raqqa, la capital de facto del Estado Islámico en octubre de 2017 después de una batalla de tres meses, recuerda que Kobanê era un “símbolo” de la revolución en el norte y este de Siria (Rojava). Esta fue la razón por la que la ciudad fue atacada por ISIS.
“Kobanê fue un símbolo para nosotros. La revolución empezó aquí, el 19 de julio –recuerda Mazlum-. La resistencia y organización del pueblo empezó aquí. El Estado Islámico en realidad apuntó a la revolución popular atacando a Kobanê”.
Mazlum señala que debido al compromiso y la determinación de la gente, los combatientes de las YPG y las YPJ se mantuvieron firmes cuando comenzó el ataque del Estado Islámico.
“El Estado Islámico tenía el área completamente rodeada –explica-. Anteriormente, habían aterrorizado todos los lugares a los que iban. Hacían que todos huyeran o se rindieran sin resistencia. Pero la gente de Kobanê y los combatientes de las YPG y las YPJ no huyeron, sino que resistieron mientras fortalecían constantemente sus posiciones”.
Mazlum enfatiza que a medida que la resistencia de Kobanê ganó reconocimiento y apoyo mundial, surgió la solidaridad internacional a su alrededor y se convirtió en una guerra total contra el Estado Islámico por la liberación de todas las partes que había ocupado.
El comandante de las FDS concluye que las FDS dependen solo del poder y el apoyo del pueblo frente al peligro continuo de la reorganización del Estado Islámico.
FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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