El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, el ministro de Defensa Nacional, Yaşar Güler, y el subsecretario de la Organización Nacional de Inteligencia (MİT), İbrahim Kalın, llegaron a Bagdad este jueves para mantener conversaciones de cooperación con funcionarios iraquíes en relación con la operación militar transfronteriza planificada contra la región de Qandil, donde tienen sus bases las guerrillas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
El primer resultado de las reuniones se conoció hoy. La agencia de noticias EFE informó que el Ejecutivo designó al PKK como “organización prohibida” en el marco de un acuerdo de seguridad con Turquía. En un comunicado conjunto, los funcionarios de ambos países argumentaron que el PKK “una amenaza para la seguridad tanto de Turquía como de Irak y que la presencia de esta organización en territorio iraquí constituye una violación de la Constitución iraquí”. A su vez, acordaron “medidas que deben adoptarse contra la organización y sus extensiones prohibidas que apuntan a Turquía utilizando territorio iraquí”.
Ankara, que está planeando un nuevo ataque contra las zonas insurgentes llamadas de Defensa de Medya, en el norte de Irak, realiza un intenso tráfico diplomático para implementar este plan. Con este fin, funcionarios, políticos y militares turcos han mantenido numerosas reuniones con funcionarios de la administración central iraquí, con el presidente del Gobierno Regional de Kurdistán (GRK), Nechirvan Barzani; el primer ministro Masrour Barzani, y el jefe del Partido Democrático de Kurdistán (PDK), Massoud Barzani, en los últimos tres meses.
Con el mismo fin, las autoridades turcas visitaron repetidamente Estados Unidos en un esfuerzo por obtener permiso para la operación transfronteriza.
Los tres funcionarios turcos que llegaron a Bagdad ayer ya habían estado, por separado, en varias ocasiones en el país vecino.
Los medios de comunicación turcos cercanos al gobierno de Recep Tayyip Erdogan informaron que durante la estadía se llevará a cabo una “cumbre de seguridad”, organizada por el Ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Fuad Hussein, que en su agenda tiene como tema a tratar la operación contra las Zonas de Defensa de Medya.
Según esos medios de comunicación, en las conversaciones en Bagdad también se volverán a discutir cuestiones energéticas. En este marco, se evaluará el desarrollo de los recursos de gas natural en Irak y su transferencia a los mercados internacionales y la reanudación de la línea petrolera Irak-Turquía. Además, se discutirá sobre el plan para establecer una ruta comercial desde el Golfo Pérsico, pasando por Irak, hasta Turquía.
Por su parte, desde el Comité de Relaciones Exteriores de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK) se criticó la visita de los ministros turcos a Irak. En la KCK acusaron a Turquía de intentar presionar al Ejecutivo iraquí para que apoye sus políticas “genocidas” contra la población kurda.
En un comunicado, la KCK advirtió que las acciones del Estado turco representan una amenaza significativa para la estabilidad y seguridad de todo Medio Oriente. Al referirse al encuentro entre funcionarios de ambos países, la principal organización del Movimiento de Liberación de Kurdistán alertó sobre las posibles consecuencias de la visita y enfatizó que el objetivo de Turquía es conseguir apoyo de Irak para sus ataques en curso contra las comunidades kurdas.
En la KCK instaron al gobierno iraquí a resistir la presión externa turca y priorizar la protección de sus propios ciudadanos y ciudadanas.
“El Estado iraquí ha reconocido constitucionalmente la identidad y los derechos de los kurdos y ha tomado medidas importantes para resolver la cuestión kurda -se señaló en la declaración-. En contraste con las políticas negacionistas, de exterminio y genocidas de regímenes pasados, el actual Estado iraquí se ha embarcado en un camino democrático. Si el Estado iraquí toma medidas más audaces hacia la democratización, adoptará una posición pionera en Medio Oriente y obtendrá el apoyo de todos los kurdos y de los círculos democráticos”.
A este análisis, desde la KCK agregaron: “Al ver esto, el Estado turco está intentando persistentemente distanciar a Irak del camino de la democratización, involucrarlo en sus propias políticas de exterminio y genocida, y regresar a sus políticas de hace un siglo. Para conseguirlo recurre a todo tipo de amenazas y chantajes. Ahora supuestamente van a celebrar una reunión de seguridad con funcionarios iraquíes”.
Turquía ha estado involucrada en un conflicto de larga data con grupos kurdos, particularmente el PKK. El gobierno turco ha llevado a cabo numerosas operaciones militares contra el PKK en países vecinos, incluidos Irak y Siria. La KCK sostuvo que la intención de Ankara de involucrar a Irak en sus campañas militares es una violación directa de la soberanía territorial iraquí.
En la actualidad, Turquía ocupa ilegalmente varias zonas de Bashur (Kurdistán de Irak), donde instaló pequeñas bases militares y construyó carreteras para desplazar contingentes militares. Esta situación tiene el respaldo del PDK, que colabora con Ankara. Al mismo tiempo, las guerrillas kurdas continúan con los combates y operaciones contra los soldados turcos. Decenas de uniformados turcos fueron ultimados por la insurgencia.
FUENTE: ANF / Medya News / EFE / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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