Mientras Turquía libra una violenta campaña contra los combatientes kurdos y civiles en el noreste de Siria, las fuerzas que están siendo apoyadas por Turquía, con lazos con grupos extremistas, están deliberadamente soltando de las prisiones sin vigilar a detenidos afiliados al Estado Islámico (ISIS), según confirman dos oficiales estadounidenses a Foreign Policy.
La noticia es un balde de agua fría a propósito de la sugerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Twitter, de que los combatientes kurdos-sirios encargados de vigilar las cárceles liberaron a los detenidos para llamar la atención de Estados Unidos después de que el Departamento de Defensa ordenó evacuar a todas las tropas estadounidenses de la región.
Apoyados por Turquía, el Ejército Libre Sirio (ELS), un grupo descentralizado de rebeldes sirios ligado a bandas extremistas, ha lanzado un sangriento asalto en el noreste de Siria, ejecutando a prisioneros kurdos y matando en masa a civiles desarmados, además de luchadores kurdos de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS).
El fin de semana, un grupo de fuerzas pro-turcas emboscaron a una dirigenta política siria que viajaba por la M4, la principal carretera entre Siria e Irak. La forzaron a bajar del automóvil y la asesinaron.
El grupo ha estado deliberadamente fijando como blanco a las fuerzas estadounidenses en Kobane desde el viernes, dijeron dos oficiales separadamente, analizando los antecedentes para discutir operaciones delicadas. El 11 de octubre, el portavoz del Pentágono, capitán Brook DeWalt, confirmó los reportes sobre tropas norteamericanas bajo fuego desde Turquía, agregando que no hubo heridos.
“No es un error -dijo un antiguo oficial de la administración de Estados Unidos-. Están tratando de expulsarnos”.
El ELS, también conocido como la oposición pro-Turquía, comenzó en 2011 como un grupo rebelde desorganizado, compuesto principalmente de desertores del ejército sirio dedicados a echar abajo el gobierno del presidente Bashar Al Assad. En 2013, combatientes del ELS empezaron a desertar para unirse al Frente Al Nusra, una organización islamista relacionada a Al Qaeda que también estaba luchando contra Assad. En ese momento, los reportes de noticias citaban anónimamente a autoridades militares diciendo que el Pentágono estimaba que los grupos islamistas radicales estaban constituidos en más de la mitad por el ELS.
La CIA, según se informó, reclutó a soldados del ELS para contrarrestar al Estado Islámico en 2014, cuando el grupo militante barrió Siria e Irak. Pero el ELS estaba aún atado al Frente Al Nusra, y sus miembros comenzaron a exhibir su ideología extremista, dijo Melissa Dalton, una experta del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales. Los Estados Unidos últimamente descontinuaron su relación con el ELS, porque el grupo carecía de organización y probó ser un socio menos fiable para combatir al Estado Islámico que las FDS, dijo Dalton.
Durante el asalto de Turquía a Afrin en 2018, en el noroeste de Siria, grupos del ELS aliados a Turquía cometieron presuntos crímenes de guerra, incluyendo mutilación de cuerpos de luchadores kurdos y destrucción de lugares de trabajo.
Ahora el grupo aparece empleando similares tácticas en el noreste de Siria. Sumado al asesinato de civiles desarmados, mientras Turquía captura territorio de las FDS, estos grupos están deliberadamente liberando prisioneros del Estado Islámico detenidos previamente por los combatientes kurdos, dicen oficiales estadounidenses.
Turquía usó el video de una prisión vacía en Tal Abyad, ciudad en la frontera, para reclamar -sin evidencia- que las FDS soltaron a propósito a los detenidos antes del asalto turco.
“Fuerzas turcas allanaron una prisión en Tal Abyad ayer temprano, esperando tomar custodia de los terroristas de Daesh detenidos allí”, dijo a los medios turcos un oficial. Daesh es un acrónimo árabe para el Estado Islámico.
“Antes de que ellos llegaran, los terroristas del PKK/YPG liberaron a los militantes de Daesh en un intento de crear más caos en el área”, dijo el oficial, agregando que las puertas de la prisión habían sido rotas. Turquía considera a las FDS como una rama del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG).
Trump se envolvió en la guerra de información este lunes, twitteando que “los kurdos podrían estar liberando algunos (prisioneros del Estado Islámico) para que nos involucremos”, una acusación que los oficiales norteamericanos dicen que no tiene base alguna.
“Eso enfureció a nuestras tropas en Siria -dijo el oficial de la administración estadounidense-. Los kurdos están defendiendo nuestras bases. Decir eso es increíblemente imprudente y deshonesto”.
Otro oficial de Estados Unidos dijo que las FDS no han abandonado las prisiones; de hecho algunos detenidos fueron trasladados a otras prisiones en el sur.
“Turquía y los grupos que apoya están muy activos en la guerra mediática”, dijo el mismo oficial.
El noreste de Siria, el cual se mantenía en una frágil paz bajo el liderazgo de las FDS y su brazo político el Consejo Democrático Sirio, ha caído en el caos desde que Trump apareció dando luz verde a Turquía para movilizarse el 6 de octubre. Cinco días desde la incursión, más de 800 detenidos sospechosos de pertenecer al Estado Islámico escaparon del campo de Ain Issa en el norte de Siria, donde había militantes yihadistas y sus familias.
Hay al menos 10.000 militantes del Estado Islámico en distintas cárceles del noreste de Siria, incluyendo 2.000 extranjeros. Además, hay más de 100.000 familiares de esos miembros de ISIS y otras personas desplazadas en campamentos de la región, incluyendo 70.000 en el campo de refugiados de Al Hol.
Los oficiales estadounidenses han estado advirtiendo por meses que campamentos como el de Al Hol son hervideros de ideología extremista. En ellos, decenas de miles de mujeres de militantes del Estado Islámico y sus hijos, contó recientemente a Foreign Policy, el General Mayor Alex Grynkewich, subcomandante de la coalición militar liderada por Estados Unidos para derrotar al Estado Islámico.
“El peligro real para mí es que la próxima generación de ISIS esté siendo programada desde estos campos -dijo Grynkewich, usando el acrónimo del Estado Islámico-. Veo esto como un riesgo estratégico de largo plazo a la campaña global contra ISIS”.
Lara Seligman / Foreign Policy / Traducción: Carlos Morales / Edición: Kurdistán América Latina