Varias poblaciones controladas por el Estado Islámico han sido liberadas por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición de milicias kurdas y árabes apoyadas por Estados Unidos.
El avance es parte de una campaña militar apoyada por una coalición internacional que encabeza Estados Unidos para expulsar al Estado Islámico de su principal bastión en Siria, Raqqa, y llega poco después de las victorias de las FDS contra el grupo yihadista en el norte del país.
El grupo más fuerte de las FDS son las Unidades Populares de Protección o YPG/YPJ, una milicia kurda.
Los últimos avances en la zona rural, que se produjeron unos 50 kilómetros al oeste y al noroeste de Raqqa, estuvieron precedidos por una fase anterior de victorias de las FDS en otro frente a unos 30 kilómetros al norte de la ciudad.
Tres soldados de las FDS murieron en combate contra el Estado Islámico tras la captura de cinco pueblos, dijo el lunes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización que realiza un seguimiento del conflicto sirio desde su sede en Reino Unido.
El Estado Islámico ha pasado por una situación complicada tanto en Siria como en Irak, donde sufre el asedio de Mosul, su mayor y más importante feudo, después de que una serie de ataques aéreos de Estados Unidos acabó con la vida de muchos de sus líderes este año.
Sin embargo, a principios de mes el grupo lanzó un ataque sorpresa a 160 kilómetros al suroeste de Raqqa para recapturar la antigua ciudad de Palmira, que había perdido en marzo tras nueve meses de ocupación al ser derrotado por las fuerzas gubernamentales sirias, que contaron con el apoyo aéreo ruso.
El ataque puso en evidencia los riesgos que todavía supone el grupo por todo el país, a pesar de las pérdidas territoriales que empezó a experimentar a mediados de 2015, incluyendo zonas junto a la frontera turca que en el pasado fueron su principal ruta a través de la cual se proveían de suministros y reclutas.
FUENTE: Reuters/Hawar News Agency