Las noticias de Afrin y de Shengal y, más recientemente, de Tel Rifaat están teniendo un gran efecto en la opinión pública kurda.
Aparentemente, las potencias mundiales mantienen el rumbo hacia la división de Siria en tres partes. Estados Unidos y Rusia han dado luz verde a la influencia turca en el noreste del Éufrates, si bien la situación de Manbij no está clara. También han dado luz verde a la influencia iraní en Latakia y Damasco. A cambio, Rusia planea mantener su presencia militar en la costa mediterránea de Siria y los Estados Unidos al este del Éufrates, en Rojava y, por medio de esta presencia, lograr un equilibrio en la región.
En este aspecto, el “silencio” de la Unión Europea (UE) y de la ONU es comprensible. Estados Unidos y Rusia, dos potencias imperialistas globales; Turquía e Irán, dos potencias regionales, se están repartiendo Siria en esta “Tercera Guerra Mundial”, como en cualquier otra guerra imperialista que hayamos visto.
Para mí, no es una “solución duradera”. La “Tercera Guerra Mundial” está lejos de haber terminado y el frente sirio es sólo una pequeña parte de esta guerra. Por ahora, las debilitadas Siria e Irak suponen simplemente un beneficio para Israel en la región.
Esto es sólo la punta del iceberg
En todas las guerras, los estados que tienen las mayores contradicciones alcanzan un punto de “acuerdo”, “alianzas sucias”. Aunque estos “acuerdos” y “alianzas sucias” perjudiquen a la gente, ellos no muestran que los conflictos y el desacuerdo entre las fuerzas combatientes se hayan desvanecido.
Miremos a estos países que aparentemente se han puesto de acuerdo en la fragmentación de Siria…
La semana pasada, los Estados Unidos declararon una “guerra económica” contra China. Asia Oriental siempre ha estado en el centro de la política exterior de Estados Unidos desde el principio. Estados Unidos quería retirarse de Oriente Medio y quería poner restricciones a China, que amenaza a Estados Unidos en los mercados globales. Y ya han comenzado las “guerras comerciales”.
Estados Unidos no se opuso a que Rusia provocara a Turquía para que atacara Afrin y a que Irán tomara Latakia bajo control; sin embargo, actualmente, todos los países de la OTAN y la UE han iniciado una “guerra diplomática” con Rusia, no vista desde la época soviética. Estos estados están deportando a diplomáticos rusos y los rusos están respondiendo de la misma manera.
Además de esto, la confrontación entre Israel e Irán, el peligro de que Irán adquiera armas nucleares, ha llevado a los Estados Unidos a romper el acuerdo “nuclear” con Irán. Irán está en el objetivo de Estados Unidos. Los saudíes e Irán pueden terminar al borde de la guerra en cualquier momento.
A medida que los conflictos se intensificaban, Estados Unidos y la UE aumentaron sus esfuerzos mediante una tendencia hacia compromisos sucios tales como “renunciar a Afrin, Shengal, Tel Rıfaat, Jarablus y El-Bab, y quizás incluso Manbij, y dárselos a Turquía como regalo”, para separar a Turquía de Rusia-Irán y volver a conectarla con la OTAN.
El destino de Erdogan está fuertemente conectado a este ambiente caótico.
Si se mantiene en el eje Rusia-Irán, se convertirá en uno de los principales objetivos de la OTAN. Si abandona el eje Rusia-Irán, perderá los territorios ocupados obtenidos en Siria.
Pero lo principal es que el Estado turco, con una situación actual tan sacudida desde sus cimientos, tan pronto se acerque nuevamente a Estados Unidos, se encontrará cara a cara con Irán. Los Estados Unidos, al igual que empujaron a Sadam Husein contra Jomeini, presionarán a Erdogan contra Irán sin piedad.
Así, la conclusión a la que llego es la siguiente: el “equilibrio” temporal entre los estados globales y regionales, y los “tratos secretos” que alcanzan como resultado del mismo, pueden resultar contra los kurdos. Pero debemos saber que los desacuerdos y los profundos conflictos entre estos estados tienen el potencial de generar consecuencias positivas para el lado kurdo.
Significa que el determinante no serán los tratos o las contradicciones entre estos estados. El determinante será la unidad de los pueblos kurdos, los amplios frentes que establecerán y su potencial para la lucha.
Los pueblos no son juguetes sin más en manos de los estados, y debemos saber que los pueblos kurdos han ganado el apoyo de la gente del mundo, desde Afganistán hasta América Latina. La condición previa para el proceso revolucionario es exactamente esto.
Incluso resulta suficiente observar esto: ¿por qué estos Estados están gestando “alianzas ocultas” contra los kurdos y por qué los pueblos del mundo están en “abierta” solidaridad con los kurdos?
Porque los estados globales son conscientes de sus formas de hacer negocios “ilegítimas”, “ilegales” y “basadas en intereses sucios”.
Y los pueblos gritan en las calles y en los medios de comunicación con la conciencia de hacer las cosas de la manera “correcta”, “legítima” y “sin mirar a los beneficios”.
Ésta es la realidad de la “Tercera Guerra Mundial” que nunca se había visto antes: en la Primera y la Segunda guerras mundiales, los estados lograron hacer que sus propios pueblos se enemistaran entre sí; hoy, han perdido a sus propios pueblos en esta guerra contra el pueblo kurdo.
“Los kurdos sin Estado” casi han convertido a los estados globales en “estados sin gente”.
¿Qué piensas tú, están ganando los “estados sin gente”, o son los “kurdos sin Estado”, que se unen cada día más con los pueblos de esos estados, los que van venciendo?
FUENTE: Veysi Sarisözen / Yeni Ozgur Politika / Fecha de publicación original: 29 marzo de 2018 / Traducción por Rojava Azadi