El 9 de enero del 2013 Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez estaban en el Centro de Información de Kurdistán, en París. Cada una recibió una bala en la cabeza. Esto sucedió en medio de un cese al fuego y de unas negociaciones de Paz entre grupos armados de Kurdistán y el Gobierno de Turquía.
Las informaciones disponibles dejan suponer que fue el asesinato político de estas tres militantes kurdas orquestado por el Milli Istihbarat Teskilati -MIT u Organización Nacional de Inteligencia-, el servicio secreto turco. Resulta curioso que el MIT pueda operar en semejante violación del Derecho Internacional en suelo francés sin que eso haya causado mayor escándalo.
El caso está destinado a la impunidad ya que el presunto autor material, Ömer Güney, fue arrestado el 21 de enero del 2013 y murió por causas naturales el 17 de diciembre 2017. El juicio había sido fijado para el 23 de enero de este año.
El Comité de Mujeres en Solidaridad con Kurdistán de Argentina, en sus declaraciones relativas a la conmemoración de los cinco años de este crimen, manifestó que “si la investigación concluyó en mayo del 2015 y desde su detención fueron de público conocimiento los graves problemas de salud que aquejaban a Güney ¿por qué la fecha del juicio se fijó en una fecha tan lejana?”.
El 7 de enero 2018 miles de personas tomaron las calles de la capital francesa para exigir justicia. Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, terminaba su visita oficial a Emanuel Macron, su homólogo francés. En esta reunión, según la agenda oficial, trataría sobre temas de Derechos Humanos.
Ali Dogan, hermano de Fidan Dogan y quien estuvo presente en la manifestación del día 7, declaró que ya no confiaba en Francia. “Vi la rueda de prensa entre Erdogan y Macron ayer. Es triste que no hayan mencionado el asesinato de mi hermana. Nos ocultan la verdad y Francia no ha querido divulgar información para preservar sus intereses”, denunció.
Melike Yasar, representante del Congreso Nacional de Kurdistán (organización civil que se moviliza internacionalmente por la causa del pueblo kurdo) puntualizó que “hay audios, fotos y videos que evidencian la planificación de este asesinato y la vinculación con los grupos de inteligencia turcos. Sin embargo, no han avanzado en la investigación y no quieren darla a conocer. El año pasado el Presidente turco fue a París y negociaron ahí, ellos van a vender armas a Turquía y entonces Francia va a hacer silencio otra vez”.
Un punto de interés entre Turquía y Francia es el tema migratorio. El Gobierno de Ankara y la Unión Europea firmaron un pacto multimillonario donde el país se compromete básicamente a contener las olas migratorias en su territorio. Organizaciones de Derechos Humanos denuncian que Europa utiliza Turquía para hacer el trabajo sucio en vez de asumir sus responsabilidades ante las miles de personas que buscan migrar por la guerra militar y económica que viven.
Sakine Cansiz era fundadora del Partido de los Trabajadores de Kurdistán -PKK-, alzado en armas desde 1978. En 2013 el PKK estaba en negociaciones de Paz y este asesinato podría haber tenido como objetivo, por parte del Gobierno turco, la ruptura del diálogo.
Fidan Doğan era representante del Congreso Nacional de Kurdistán -KNK- en París. El KNK fue fundado en 1985 como una entidad civil donde participan representantes de distintos sectores de Kurdistán. Tiene como objetivo construir la unidad de las luchas kurdas, divididas por la ocupación colonial entre Irak, Turquía, Siria e Irán.
Leyla Şaylemez era una joven internacionalista quien trabajaba con movimientos juveniles temas feministas y anticapitalistas en París.
FUENTE: Colombia Informa