El Partido Democrático de los Pueblos (HDP), la tercera fuerza política de Turquía, alertó sobre el endurecimiento en el tratamiento estatal de la lengua y la cultura kurdas. Ante esta situación, Salim Kaplan, vicepresidente del Comité de Lengua, Cultura y Educación del HDP, rechazó “la supresión del idioma kurdo” impulsada por el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
Kaplan explicó que el Ejecutivo mantiene “un enfoque discriminatorio y excluyente de la lengua y la cultura kurdas desde que llegó al poder. Se ha mostrado flexibilidad en determinadas ocasiones, pero en los últimos años prevalece una actitud hostil contra la lengua kurda”.
Por lo cual, el referente político denunció que “se está cometiendo una masacre cultural a través del régimen fiduciario”, en referencia a las intervenciones estatales en las regiones kurdas.
Kaplan advirtió que fueron cerradas “casi todas las instituciones de lengua y cultura”, ya que el gobierno impulsa que “la lengua kurda debe ser expulsada por completo del espacio público”. “El gobierno está cambiando los nombres de las calles y parques kurdos, denunciando a los medios kurdos y demostrando una práctica de asimilación masiva. Las acciones recientes corresponden a la realidad de un régimen fascista”, alertó.
El representante del HDP dio como ejemplo los procedimientos disciplinarios contra la diputada kurda Leyla Güven y ocho de sus compañeras, que se encuentran en la prisión de mujeres de Elazığ. Las nueve mujeres encarceladas están acusadas de cantar en un “idioma incomprensible” y bailar.
Kaplan dijo que en tales acciones, la administración de la prisión cuenta con el respaldo total de la política del gobierno sobre el idioma y la cultura kurda, que vacila entre la prohibición y la negación.
“De la misma manera, en los últimos días, debido a una canción, un parque ha estado sellado durante treinta días porque la obra se representó en la reunión popular de nuestros vicecopresidentes Tuncer Bakırhan y Meral Danış Beştaş, en Elazığ –relató-. Incluso, los imanes han sido condenados a prisión por decir oraciones kurdas. Mientras no haya un cambio en la actitud del gobierno, la democracia y la libertad no podrán afianzarse en este país”.
Kaplan recordó que en la década de 1990, el gobierno de entonces “se aseguró de que se enterraran las cintas kurdas, cometiendo un crimen de lesa humanidad. Como HDP, consideramos cualquier ataque a la cultura y el idioma del pueblo kurdo como una falta de respeto y un ataque directo al pueblo mismo”.
Por último, el representante político afirmó que “una sociedad cuyo idioma no es libre no puede liberarse por sí misma. Exigimos un fin inmediato a la represión discriminatoria contra la lengua y la cultura kurdas, y continuará luchando para garantizar que todas las lenguas amenazadas de desaparición sigan viviendo y sean promovidas”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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