Los restos de autos y camionetas destruidas, los resabios de la guerra desparramados por las calles polvorientas, las banderas de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ) flameando sobre una colina, y un ir y venir de los y las combatientes de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) en la pequeña aldea de Baghouz son las imágenes que se conocieron ayer y que pasarán a la historia.
Este martes, y después de meses de combates, el Estado Islámico fue derrotado militarmente en Siria. El grupo comandando por el misterioso Abu Bakr Al Baghdadi, que supo controlar extensos territorios en Irak y Siria, sucumbió en una aldea perdida de la provincia de Deir Ezzor y sus últimos mercenarios optaron por huir o entregarse a las FDS.
La agencia kurda Firat News (ANF) informó que las FDS dominan todo Baghouz y que la aldea “estaba completamente controlada por las fuerzas” integradas por las YPG/YPJ y respaldadas por la Coalición Internacional.
“Con la caída de las últimas posiciones en las orillas del Éufrates, la presencia militar de ISIS en el norte y el este de Siria ha terminado”, afirmó ANF. Según la agencia, en la tarde de ayer los milicianos de las FDS continuaban buscando a mercenarios que se podrían haber escapado, a su vez que indicó que los miembros del grupo yihadista “se están entregando”.
El portavoz de las FDS, Mustafa Bali, comunicó en su cuenta de Twitter que su fuerza controla “el área de los campamentos de ISIS en Baghouz”. Bali aclaró que “no es un anuncio de victoria, sino un progreso significativo en la lucha contra ISIS”.
“Los enfrentamientos continúan mientras un grupo de terroristas del Estado Islámico, confinados en una pequeña área, siguen oponiendo resistencia”, apuntó Bali. El portavoz también precisó que las FDS “realizaron una operación contra terroristas en Baghouz y lograron capturar a 157 terroristas experimentados, la mayoría de los cuales son extranjeros”.
Más temprano, el centro de prensa de las FDS había anunciado que en la madrugada del martes los combatientes kurdos, árabes y de otras nacionalidades, “lanzaron un ataque en los sitios y fortificaciones de la organización terrorista, matando a varios terroristas”, mientras aseguraron más de treinta nuevas posiciones. Las FDS detallaron que un total de 27 miembros de ISIS fueron abatidos durante los enfrentamientos.
Este miércoles a primera hora, las FDS lanzaron otra operación contra los mercenarios de ISIS que se recluyeron en la denominada Pequeña Baghouz, ubicada sobre la frontera con Irak. Desde que se inició la operación para liberar la aldea, las FDS rescataron a más de 9.000 civiles, entre los que se encuentran cientos de familiares de los yihadistas.
Al mismo tiempo que las fuerzas de autodefensa avanzaban sobre la aldea del este de Siria, el gobierno del presidente Bashar Al Assad reiteró su postura de que los territorios liberados de ISIS deben volver bajo control estatal. El lunes pasado, el ministro sirio de Defensa, Ali Abdullah Eyub, aseveró que tomarán la región de Deir Ezzor liberada por las FDS “ya sea a través de un acuerdo de reconciliación o por la fuerza”.
Ante esta declaración, la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES) -entidad encargada del autogobierno en Rojava (Kurdistán sirio), Raqqa y Deir Ezzor-, emitió un comunicado en el cual se afirmó que las palabras del ministro de Defensa “muestran lo alejado que está de los intereses nacionales de Siria”.
Para la AANES, la insistencia del gobierno de Damasco con intentar controlar las zonas liberadas por las FDS o las YPG/YPJ sirve a “los intereses de las fuerzas que pretenden fracturar Siria”. “La actitud mostrada el lunes nos revela que el gobierno sirio se está alejando de una solución pacífica y democrática para insistir en una política de opresión y violencia”, alertaron desde la administración autónoma.
Este intercambio de declaraciones es la primera muestra de la tensión que irá en aumento entre las FDS y el Ejecutivo sirio luego de la liberación de Baghouz. El gobierno de Al Assad, que sostuvo algunas reuniones con funcionarios de la AANES que buscaban acercar posturas, rechazó las propuestas de democratizar al país y discutir y aprobar una nueva Constitución que incluya los derechos para todos los pueblos que habitan el territorio. Sin dudas, la administración de Damasco, de ahora en más, intentará recuperar los territorios de Deir Ezzor que controlan las FDS.
Por otro lado, aunque el Estado Islámico esté derrotado militarmente, los mercenarios que integran el grupo recrudecerán los atentados suicidas, acciones convocadas por el propio Abu Bakr Al Baghdadi y que ya se llevaron a cabo en ciudad del norte de Siria como Manbij.
Pero la tarea más compleja y profunda que tienen por delante las FDS y la AANES es borrar los rastros ideológicos de ISIS entre los pobladores rescatados. Muchos hombres, mujeres y niños que vivieron durante años bajo el puño de hierro del Califato, esperan que ISIS retome el poder y siga “predicando” un Islam conservador y ultraortodoxo, donde el sometimiento es la norma. Las FDS y la AANES ahora enfrentarán esa ideología con una propuesta de autonomía, empoderamiento de las mujeres, respeto de las diferentes nacionalidades y religiones en la zona, y la creación de autogobierno locales inclusivos y democráticos. Los resultados de esta lucha todavía están por verse.
FUENTE: Leandro Albani / La tinta