Después del asalto militar turco y la ocupación del cantón kurdo de Afrin, en Rojava, en 2018, las aceitunas, el aceite de oliva y sus subproductos, que constituyen la principal fuente de ingresos de la región, han comenzado a ser tratados como “riquezas” que el Estado turco, por lo cual decidió saquearlo libremente junto a sus milicias aliadas. Decenas de millones de dólares en mercancías se han sacado de contrabando de Afrin de forma sistemática para distribuirlas y venderlas en el mercado mundial.
Afrin, mundialmente conocido por la calidad de sus aceitunas, supuestamente tenía al menos 18 millones de olivos antes del asalto militar turco. Cabe señalar que también son las aceitunas de Afrin las que se utilizan en la fabricación del “jabón de Alepo”, de marca registrada.
Los analistas han estimado que la cosecha anual de aceitunas ronda las 50.000 toneladas, mientras que la producción de aceite de oliva rondaba los 130 millones de dólares (110 millones de euros) en 2018. En un artículo publicado por Le Point, en enero de 2019, se afirmó que 20.000 toneladas de aceituna se trasladaron a Turquía ese año, por un valor de 60 millones de euros.
Mientras Turquía y los grupos irregulares, integrados al ejército turco y que lideraron el asalto de Afrin, comenzaron a compartir esa enorme riqueza, a las pocas familias que optaron por quedarse en la ciudad les ofrecieron escasas sumas de dinero.
Los productos de oliva, como el aceite, no han sido los únicos productos saqueados. Junto a la maquinaria agrícola y los equipos de fabricación de jabón que se desmantelaron y vendieron, se suman los rescates que se obtuvieron por las personas que habían sido secuestradas. El saqueo inicial por parte de los invasores, según estimaron varios analistas, se estimó en el valor de más de 90 millones de euros.
Los documentos hechos públicos por ANF en noviembre de 2018 revelaron que el Estado turco y sus grupos armadas firmaron un protocolo para la distribución del botín. Según el protocolo, el negocio del aceite de oliva se asignó a los grupos mercenarios hasta finales de 2019.
Un informe reciente de ANF, del 28 de junio de 2021, indicó que 50 de los 100 propietarios de fábricas de aceite de oliva de la ciudad se vieron obligados a mudarse a Alepo y Shahba, y sus establecimientos fueron confiscados. Necib Şêx, un productor del lugar, afirmó que el aceite de oliva de varias fábricas se vierte en contenedores en un campo frente a una fábrica en la ciudad de Jindires y transportado a Turquía a través del cruce fronterizo Hamam. Se ha informado de que el jabón, que anteriormente cubría las necesidades de toda Siria, también se ha introducido de contrabando en Turquía por la misma ruta.
Según los informes, el aceite de oliva de contrabando, después de ser certificado por el Instituto Turco de Normas (TSE), se exportó desde Turquía.
Bedran Çiya Kurd, vicepresidente de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), aseguró que al menos 1.300.000 olivos han sido arrancados de raíz y contrabandeados a Turquía. Estimó que los ingresos anuales que Turquía obtiene de las aceitunas y el aceite de oliva ascienden a, al menos, 80 millones de dólares (unos 68 millones de euros).
En la actualidad, el aceite de oliva de Afrin se vende en toda Europa, Estados Unidos y Canadá, y Alemania se ha convertido en un centro clave para este enorme comercio.
Una de las etiquetas populares, Zêr Afrin, tiene su sede en Magdeburgo, Alemania. El aceite de oliva con esa etiqueta se almacena en grandes cantidades en un enorme depósito en la ciudad, listo para su distribución. Los compradores potenciales pueden acceder a su sitio web para obtener cotizaciones de sus productos disponibles.
Salet Al Ghouta, con sede en Wuppertal, otra empresa que opera en Alemania, vende aceite de oliva de Afrin generalmente bajo la etiqueta de “Jibal Afrin”, comercializándolo con el lema “Aceite de oliva de las montañas de Afrin”, a un precio de 15,28 euros por dos litros.
Canadá es uno de los países donde se vende “Jibal Afrin”. En el paquete que lleva el sello de aprobación del TSE, el país de origen está marcado como “Siria” y se indica que el embalaje fue realizado por “Mir Paketleme Import Export and Trade Co”.
Deutsche Welle informó en febrero de 2019 que al menos 10.000 toneladas de aceite de oliva de Afrin podrían haberse exportado a España.
El Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania respondió a una pregunta de Özgür Politika de que no existía ningún requisito de permiso para las empresas de terceros países que exportaban productos alimenticios a países de la Unión Europea (UE), siempre que los productos relacionados cumplieran las normas establecidas por determinadas leyes.
El aceite de oliva de Afrin se comercializa con la etiqueta de “Yaman” en un sitio web con sede en Mira, en Francia, donde se anuncia como “aceite de oliva de primera calidad de Afrin- Alepo”.
La periodista Maxime Azadi reveló que funcionarios de Francia y Bélgica no respondieron a la solicitud de información de su periódico.
Otra empresa europea que comercializa aceite de oliva de Afrin es Jobri Food, con sede en Viborg, en Dinamarca, que tiene una red en Alemania.
Azadi enfatizó que la falta de control sobre el aceite de oliva de Afrin ante el contrabando a Europa y al resto del mundo, convierte a los funcionarios de estos países en cómplices de una operación que beneficia tanto a un “régimen opresor y ocupante” como a las “pandillas” y milicias vinculadas a él, todos involucrados en numerosos crímenes de guerra.
FUENTE: Yeni Özgür Politika / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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