Las celebraciones del Newroz, año nuevo kurdo y heraldo de la primavera, han comenzado en el oeste de Irán, conocido como Rojhilat, y continuarán hasta el 21 de marzo.
Profundamente arraigado en la cultura kurda, Newroz simboliza el renacimiento de la naturaleza. La fecha se ha convertido en un aspecto crucial de la identidad nacional kurda en el siglo XX, a menudo asociado con la expresión política y la afirmación de la existencia kurda en Irán, Siria, Irak y Turquía.
Imágenes de las redes sociales capturaron el inicio de las celebraciones del Newroz en el antiguo pueblo de Hawraman, caracterizado por su arquitectura única de una escalera interminable con un telón de fondo de montañas escarpadas. Estas celebraciones incluyen reuniones masivas y bailes tradicionales, que muestran el vibrante patrimonio cultural de la región.
Las y los kurdos, que representan alrededor del 10 por ciento de la población de Irán, han hecho campaña durante mucho tiempo por sus derechos culturales y administrativos, y por ejercer su propia autonomía. Son el tercer grupo étnico más grande de Irán, después de los persas y los azeríes. En los últimos años, las tensiones han aumentado en las zonas de Irán pobladas por kurdas y kurdos, particularmente después de las protestas provocadas por la muerte de Jina Amini, de 22 años, tras ser detenida por la policía moral en Teherán, capital del país.
Las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) en Rojava (Kurdistán sirio) también marcaron el inicio de Newroz, destacando su importancia en las redes sociales. Su mensaje conmemora la victoria del herrero Kawa sobre el tirano Dehak, una historia en el corazón del Newroz y que simboliza el triunfo de la liberación y la resistencia.
Kawa (Kaveh), el herrero, conocido como el “Espartaco de Kurdistán”, es un símbolo de resistencia. Según la leyenda, el herrero kurdo vivió hace 2.500 años bajo la tiranía de Dehak (Zuhak), el rey de Asiria. Pese a la persecución de Dehak, Kawa se rebeló el 20 de marzo y lo derrotó con su martillo.
Después de la muerte de Dehak, la gente celebró su nueva libertad del cruel gobernante encendiendo hogueras en las colinas. Al día siguiente, la primavera regresaría a Kurdistán. Basado en esta leyenda, el Newroz es un símbolo de liberación para el oprimido pueblo kurdo.
Rojin Mukriyan, un académico kurdo del University College Cork, explicó la naturaleza dual de las celebraciones de Newroz, destacando su importancia como manifestación tanto cultural como política.
Según Mukriyan, las festividades, caracterizadas por vestimentas coloridas y bailes comunitarios, subrayan la solidaridad kurda, la riqueza cultural y la lucha en curso contra la dominación y la colonización.
FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
Be the first to comment