En Turquía, donde la crisis climática se ha agravado debido al expolio ecológico, se siguen entregando espacios naturales para la explotación del capital. En las ciudades kurdas, en el sudeste del país, las construcciones de represas, minas o canteras de arena pretenden despoblar a la región. Casi todos los seres vivos están amenazados, lo que provoca una disminución de la agricultura y la ganadería.
Colemêrg (Hakkâri) es una de las ciudades kurdas donde se aplica una política de degradación ecológica. En la localidad, conocida por sus magníficas montañas glaciares, mesetas y aguas subterráneas, las canteras de arena y las minas amenazan a toda la fauna.
Las canteras de arena construidas en el valle de Zap contaminan el agua, mientras que la central térmica construida al pie del monte Sümbül afecta a la vida de miles de personas.
El valle del Zap se encuentra en el triángulo formado por Başkale, Gever (Yüksekova) y el centro de la ciudad de Colemêrg, y se extiende hasta territorio iraquí. El Gran Zap fluye a través de los Montes Tauro, formando un valle estrecho y profundo. El Gran Zap es también uno de los ríos de caudal más rápido.
El valle del Zap cuenta con 30 especies vegetales y 15 de ellas son endémicas. El valle alberga una planta llamada galium zabense y muchas aves silvestres como el quebrantahuesos (gypaetus barbatus) y el neophron percnopterus.
También hay muchos pueblos en el valle. En el lugar, donde hay más de una cantera de arena, no se toma ninguna medida para proteger a los seres vivos. Las canteras de arena siguen contaminando el agua. Mientras los aldeanos utilizan el agua contaminada menos que antes, el caudal del valle disminuye cada año. Además de las canteras de arena, las operaciones militares en curso provocan una disminución de las aguas subterráneas.
Hablamos con Çilem Aydın, miembro de la Asociación de Ecología, sobre los efectos de las canteras de arena en la naturaleza y los seres vivos.
“Al igual que las canteras de arena y minas construidas en todo el mundo, las canteras de arena y minas de Hakkari se construyeron sobre recursos hídricos y zonas boscosas. Estas canteras de arena y minas afectan negativamente al agua y a los ecosistemas. Por ejemplo, se han construido decenas de canteras de arena a lo largo de los arroyos Pesan y Pesosin, del distrito de Şemdinli, de Hakkari, a lo largo de los arroyos de la ciudad de Derecik. Algunas de estas canteras son utilizadas por empresas privadas, mientras que otras son utilizadas por el ejército para construir puestos avanzados. Estas canteras de arena no sólo contaminan el agua potable, sino que también afectan a todos los seres vivos, y afectan a la agricultura de la región”, nos dijo Çilem Aydın.
Çilem hizo un llamamiento para proteger el valle de Zap: “Las canteras de arena y minas suponen una amenaza para los habitantes de la región. Debido al agua sucia, la gente empezará a comprar agua en los mercados. Si aumenta el número de canteras, despoblarán la región; muchos aldeanos serán desplazados a la fuerza a diferentes regiones”.
FUENTE: Medine Mamedoglu / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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