Edûle Xelil, de 70 años, conoció al líder kurdo Abdullah Öcalan (Reber Apo) en la década de 1990. En esta entrevista con JINHA, habló sobre el 25 aniversario de la conspiración internacional contra Öcalan del 15 de febrero de 1999, día en que fue secuestrado por los servicios de inteligencia turcos en Kenia.
“La conspiración no pudo lograr su objetivo debido a la lealtad del pueblo kurdo hacia él”, remarcó la anciana.
Edûle contó sobre el encuentro con el líder Apo: “Reunirme con él tuvo un gran impacto en mi personalidad. Ahora la gente sigue su filosofía. Lucharemos para garantizar su libertad física. Antes de conocerlo, no sabíamos que los derechos del pueblo kurdo estaban usurpados en cuatro partes de Kurdistán. Como pueblo kurdo en Siria, no podíamos hablar nuestra lengua materna durante el régimen baazista”.
La mujer recordó que el encuentro con Öcalan fue en la ciudad de Alepo. “Había mucha gente esperando para verlo. Nos dijo que se podrían alcanzar muchos logros cuando las mujeres alcanzaran su libertad. Tuve otra oportunidad de verlo en Damasco”, relató.
Edûle dijo que sintió una gran tristeza cuando escuchó que el líder kurdo había sido secuestrado. “Sabíamos que había una conspiración en su contra. Nos quedamos impactados cuando vimos las fotos que mostraban que estaba esposado. Fue una tragedia para nosotras. Lloramos y mantuvimos una huelga de hambre durante siete días. Los jóvenes se prendieron fuego en las cuatro partes de Kurdistán”, remarcó.
“El silencio internacional contra su arresto nos mostró que se trataba de una conspiración internacional -finalizó-. Estados Unidos fue uno de los países que apoyó el arresto de nuestro líder. Han pasado 25 años desde su arresto pero la comunidad internacional aún guarda silencio. Gracias a la ideología de nuestro líder, la revolución comenzó en el norte y el este de Siria. Seguiremos luchando y garantizaremos su libertad física”.
En la actualidad, Öcalan está encarcelado en la isla-prisión de Imrali, donde el Estado turco lo mantiene totalmente incomunicado y no puede recibir las visitas de sus familiares y abogados.
FUENTE: Silva Al Ibrahim / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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