La economía iraní está en crisis debido a la alta inflación, el aumento del desempleo, el aumento de la tasa del dólar estadounidense y la pandemia de coronavirus. En las ciudades donde la pandemia ha golpeado con más fuerza, con devastadoras consecuencias económicas, los trabajadores han tomado medidas.
Los trabajadores se han visto gravemente afectados por la inflación y la devaluación de la moneda nacional. Según las estadísticas oficiales, al menos 600.000 empleados han perdido su trabajo en Irán en el último año. Algunos creen que esta cifra aumentará entre dos y seis millones en los próximos meses.
Huelga de trabajadores petroleros
En medio de cientos de protestas, la huelga de los trabajadores petroleros fue posiblemente la más importante del país. La administración de Teherán, preocupada por la medida de fuerza, le puso fin después de prometer mejorar las condiciones económicas. Sin embargo, el gobierno no cumplió su promesa, por lo que los trabajadores petroleros volvieron a tomar las calles.
Alrededor de 70 trabajadores municipales de Hamidieh han estado en huelga durante una semana, porque sus salarios no se han pagado durante cinco meses.
Agricultores en huelga
Los agricultores de remolacha en la ciudad de Nexede, en el Kurdistán iraní (Rojhilat) realizaron una protesta frente a la Fábrica de Caña de Azúcar de Solduz para exigir por sus salarios. Según el acuerdo entre los agricultores y los gerentes de la planta, la fábrica debe pagar el 80 por ciento del monto en el momento de la descarga del producto. La fábrica aún no ha podido pagar la cantidad adeudada a los agricultores por sus productos.
Miles de desempleados en Sîne
Los vendedores ambulantes realizaron una manifestación en Sîne. Desde el 12 de octubre, los funcionarios municipales han restringido la venta de sus productos en las calles. Según se informa, hay cientos de vendedores ambulantes que se han visto afectados.
El 18 de octubre, los empleados del municipio de Seriş-Abad, en la ciudad de Qurwa, en Rojhilat, realizaron una manifestación pública por séptima vez. “Ya no confiamos en las palabras de las autoridades y no vamos a poner fin a nuestra huelga hasta que la dirección nos pague los sueldos”, dijeron los trabajadores, que llevan tres meses sin cobrar.
Mientras tanto, miles de graduados universitarios no pueden encontrar trabajo en la ciudad de Sîne.
FUENTE: Yeni Özgür Politika / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina