La indignación se ha extendido a través de las redes sociales por el asesinato de un joven kurdo, de 20 años, el domingo en Ankara, la capital turca.
Según los medios de comunicación turcos, Baris Cakan estaba sentado en un parque, en el distrito de Etimesgut de la ciudad, cuando tres hombres lo atacaron y lo apuñalaron en el corazón.
Un informe de la agencia de noticias Mezopotamya citó a un miembro de la familia diciendo que había sido atacado por escuchar música kurda. Los tres presuntos atacantes han sido detenidos.
Burak Gultekin, asesor del ministro del Interior de Turquía, Suleyman Soylu, cuestionó la versión original en un tweet, diciendo que se había desatado una pelea debido a la música a todo volumen en un automóvil durante la llamada a la oración (de los viernes), y que el incidente no tuvo nada que ver con que el joven fuera kurdo.
En un comunicado publicado en video por el sitio de noticias Ensonhaber, el padre de Cakan también dijo que el asesinato se debió a que su hijo le pidió a los tres hombres que bajaran el volumen de la música mientras se escuchaba el llamado a la oración.
La muerte de Cakan ha provocado furia entre los activistas y políticos pro kurdos, quienes calificaron el ataque como un crimen de odio.
El Partido Democrático de los Pueblos (HDP) expresó en un comunicado que “la mentalidad que mató a Baris se alimenta del cierre de las escuelas que ofrecen educación kurda y la eliminación de los signos kurdos”.
Aunque el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente Recep Tayyip Erdogan ha sido elogiado en el pasado por permitir a la minoría algunos derechos culturales y lingüísticos, en los últimos años ha reprimido a las organizaciones kurdas y al idioma kurdo, además de eliminar la mayoría de sus medios de comunicación.
El 30 de mayo, los carteles kurdos en la ciudad de Siirt, en el sudeste del país, fueron retirados por orden del administrador designado por el gobierno, mientras que una biblioteca fundada por el lingüista y escritor Celadet Bedir Khan, fue demolida.
En el conflicto en el sudeste del país entre grupos armados vinculados al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y las fuerzas de seguridad, ha provocado la muerte de al menos 4.869 personas desde julio de 2015, según cifras del Grupo Internacional de Crisis. El PKK ha librado una insurgencia de décadas contra el Estado turco.
Comparaciones globales
Varias personas hicieron comparaciones entre la muerte de Cakan y el asesinato de George Floyd por parte de la policía en los Estados Unidos, que ha visto al país abrumado por las protestas en los últimos días.
Mustafa Bali, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), un grupo en Siria dominado en gran medida por la milicia de la Unidad de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) vinculada al PKK, tuiteó una foto de un activista sosteniendo una foto de Floyd fusionada con una de Cakan.
“Baris Cakan, de 20 años, fue asesinado a puñaladas en Ankara anoche por tres hombres turcos porque había estado escuchando música kurda en su balcón”, manifestó otro tuit.
“El fascismo turco ha sido más fuerte debido a la política de Erdogan, Turquía no se recuperará a menos que la política de Erdogan sea criminalizada”, señaló Bali.
El representante de HDP en los Estados Unidos, Giran Ozcan, comparó el caso de Cakan con el de Floyd, mientras que también hizo referencia a Iyad Halak, un hombre palestino autista que fue asesinado a tiros por la policía israelí en la Ciudad Vieja de Jerusalén el sábado pasado.
Otro parlamentario del HDP, Garo Paylan, criticó la “hipocresía” del gobierno por condenar la violencia policial racista en los Estados Unidos e ignorar los crímenes de odio en Turquía.
La semana pasada, Erdogan condenó la mentalidad “racista y fascista” en los Estados Unidos que llevó al asesinato de Floyd.
En respuesta al tuit de Erdogan sobre Floyd, la periodista kurda Cahida Dersim tuiteó un hilo que enumeraba a muchos de los asesinados por la policía turca en los últimos años.
FUENTE: Alex MacDonald / Middle East Eye / Traducción y edición: Kurdistán América Latina