La escultora Fatme Silêman vio todas sus obras confiscadas y destruidas por el ISIS cuando el grupo terrorista controlaba la ciudad de Tabqa, en el norte de Siria. Cuando las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) liberaron la localidad, Fatme volvió a su vocación como escultora.
Bajo la dictadura del ISIS, la escultura y la pintura habían sido prohibidas ya que se consideraban como “idolatría”. Muchos artistas fueron asesinados por su “enemistad con la fe” en Siria e Irak. Fatme también fue señalada por el ISIS como una “hereje”.
A los 12 años, Fatme comenzó a esculpir y desde entonces ha producido un sinfín de obras. Durante la dictadura del ISIS, fue amenazada tanto por ser mujer como por ser artista.
Con Tabqa liberada, Fatme ahora crea estatuas en honor a los combatientes de las FDS que cayeron mártires durante los combates contra el ISIS. Además, colabora en la reconstrucción del Centro de Cultura y Arte de su ciudad.
“La libertad en la región y la diversidad de la vida solo pueden alzar vuelo bajo el liderazgo de la mujer”, afirmó Fatme.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=2&v=dtwolPU_pr4
FUENTE: ANHA / ANF / Edición: Kurdistán América Latina
