En el campamento de refugiados de Al Hol, en la región de Cizre, en el noroeste de Siria, existen dificultades para satisfacer las necesidades de las más de 72.000 personas que viven en el lugar.
Así lo afirmó Rojhat Alî, consultor de gestión del campamento, durante una reunión con representantes del Consejo Democrático Sirio (MSD), que visitaron la zona.
Por su parte, el copresidente de MSD, Riyad Dirar, señaló que entablarán conversaciones sobre la situación en el campamento con autoridades internacionales y seguirían de cerca la situación.
Una delegación del MSD visitó recientemente el campamento de Al Hol. El grupo que arribó al lugar estaba conformado por los copresidentes del MSD, Riyad Dîrar y Emîna Omer, los copresidentes adjuntos Gabriel Şemûn y Mecdolîn Hesen, el jefe de la Junta Ejecutiva del MSD Iham Ehmed, la asistente Nûjîn Yûsif y Zozan Alûş, y los copresidente de Servicios Sociales del Norte y el Este de Siria.
La delegación fue recibida por la directora de los campamentos de refugiados de Hesekê, Macîda Emîn, el director del campamento de Hol, Hemrîn Hesen.
El campamento Hol fue inaugurado por la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria en 2016.
La agencia informó EFE que el campamento de Al Hol alberga a unas 35.000 personas de nacionalidad siria, entre 35.000 y 40.000 iraquíes, y 10.000 personas de entre 30 y 40 nacionalidades, según la Cruz Roja Internacional (CICR).
El titular del CICR, Peter Maurer, cifró entre 80.000 y 100.000 el número total de desplazados que viven en el campamento, donde “el CICR y las autoridades (kurdas) se encuentran sobrepasadas” para atender las necesidades básicas.
“Nuestra prioridad es que la gente (en su gran mayoría mujeres y niños) sobreviva y esto está siendo extremadamente desafiante en la actualidad”, subrayó el responsable de la Cruz Roja.
Asimismo, Maurer, que no dio detalles sobre las distintas nacionalidades, declaró que la “respuesta de los países está siendo extremadamente desigual”.
Dentro de las dificultades de la situación, indicó que su organización está intentando registrar y contrastar la identidad de las personas y que la prioridad actual es localizar a niños que no están acompañados para que las autoridades de sus países localicen a familiares que puedan hacerse cargo de ellos.
Asimismo, su segunda prioridad es atender las solicitudes de las mujeres que quieren regresar con sus hijos a sus lugares de origen, pero, según Maurer, la respuesta de las autoridades está siendo muy diferente.
Si bien, apuntó, hay un consenso sobre la importancia de cubrir las necesidades urgentes e inmediatas, “nadie está particularmente interesado” en resolver las situaciones de estas personas, debido a que se trata de una cuestión “de seguridad y política muy sensible”.
En este sentido, aseguró que se está reuniendo con responsables políticos de estos países reticentes a repatriar a sus nacionales, para que “aborden esta cuestión”.
Países como el Reino Unido han retirado la nacionalidad británica a varias jóvenes que se encuentran en campamentos de refugiados para evitar repatriarlas, y otros como Francia han relajado levemente sus posturas intransigentes y han aceptado repatriar a varios huérfanos.
El campo de Al Hol se ubica en la provincia septentrional siria de Hesekê, que se encuentra a más de 300 kilómetros de Baghouz, la última localidad habitada que estuvo controlada por los mercenarios de ISIS en Siria y que fue conquistada el pasado 23 de marzo por las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), alianza de milicias mayoritariamente kurdas.
Mauren explicó también que dos tercios de los refugiados y desplazados en Al Hol son niños y el otro tercio mujeres, y especificó que la gran mayoría de los menores tienen menos de 12 años.
Además, apuntó que otro de los retos es localizar e identificar a las víctimas que también viajaron con los combatientes y sus familias.
FUENTE: ANF / EFE / Edición: Kurdistán América Latina