Las personas desplazadas de Tel Abyad (Gir Spi), en el norte de Siria, que residen en el campamento de Tel Samen, a 40 kilómetros al norte de Raqqa, viven con el temor de la propagación del coronavirus en el campamento densamente poblado.
El campamento alberga a 700 familias que viven en más de 800 carpas, y la administración del campamento se vio obligada a proporcionar dos carpas más a algunas de las familias numerosas que se encuentran en el lugar.
Abla Darwish, una residente del campamento de Tel Samen, desplazada de Tel Abyad, expresó sus temores por la propagación de la pandemia en el campamento y explicó que “todos los desplazados internos comparten los mismos inodoros, baños y tanques de agua”.
Por cada cuatro carpas, la administración del campamento asignó un tanque de agua potable con una capacidad de cinco barriles, y una unidad que consta de dos baños.
“¿Cómo podemos protegernos? Cada cuatro carpas comparten la misma unidad, lo que nos obliga a tener contacto entre nosotros. Además, las carpas están demasiado cerca, alrededor de un metro y medio. Si una persona se infecta, todo el campamento se infectará”, dijo Darwish a North Press.
Las Fuerzas Armadas turcas y los grupos armados de oposición, respaldados por Turquía, tomaron el control de las ciudades de Serekaniye y Tel Abyad y sus campos circundantes en octubre de 2019. Desde entonces, los residentes han informado de muchos abusos a los derechos humanos, incluidos robos, saqueos, asaltos, secuestros y asesinatos.
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) abrió el campamento para los desplazados internos de Tel Abyad en la ciudad de Tel Samen, en noviembre de 2019.
Hansen Ali, que vive en el campamento, dijo que nadie cumple las medidas preventivas dentro de los campamentos y que “los niños juegan entre ellos todo el tiempo y los adultos se reúnen para charlar”.
Con la propagación del coronavirus, la administración del campamento estableció un punto médico, que incluye esterilizar y medir las temperaturas de quien llegan al campamento.
Según Ali, las medidas tomadas en el punto médico no son suficientes. “La medición de temperatura no es suficiente; si una persona está infectada, los síntomas no aparecen hasta varios días después”, agregó.
Ali pidió a la administración del campo que imponga restricciones con respecto a la entrada de personas de afuera del campo, y que debe difundir a mayor escala la conciencia para evitar infecciones.
La administración del campamento aún no ha registrado ningún caso de coronavirus.
Muhammad Sheikh Nabi, copresidente del campamento de Tel Samen, dijo que la ubicación del campamento, en una zona desértica lejos de los asentamientos, fue uno de los factores que ayudó a prevenir infecciones, y agregó que las medidas tomadas por la administración del también ayudaron.
Con la propagación del virus en el noreste de Siria, la administración del campo de Tel Samen impidió que los desplazados se fueran, “excepto en casos de extrema necesidad”, según Sheikh Nabi.
También se prohibieron por completo las visitas desde afuera del campamento, junto con las operaciones de esterilización quincenales para los sectores residenciales y las instalaciones vitales dentro del campamento.
“También retiramos la basura del campamento a diario; además, proporcionamos a cada tienda una canasta de higiene una vez a la semana, que contiene desinfectantes y detergentes”, indicó Sheikh Nabi.
A su vez, explicó que están trabajando en la realización de sesiones de sensibilización sobre salud para los residentes del campamento, convocando a una persona de cada familia para que asista a las sesiones informativas en condiciones de distanciamiento físico.
Sheikh Nabi añadió: “Le hemos dado a cada familia de ocho una carpa adicional. Estas medidas no son suficientes, pero esto es lo que tenemos”. Al mismo tiempo, señaló que todas estas medidas se tomaron “sin ningún apoyo de las organizaciones internacionales que operan en la ciudad de Raqqa”.
FUENTE: Ahmed Hessen / North Press Agency / Traducción y edición: Kurdistán América Latina