El abogado Veysi Eski, miembro de la Comisión de Prisiones de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD), de Turquía, se refirió a las crecientes violaciones de derechos en las cárceles del país.
Eski declaró que se planea colocar dispositivos de videoconferencia en las salas de los presos para que registrar la vida diaria, algo que claramente significa una violación de su privacidad.
El abogado aseguró que “el gobierno no se abstiene de recurrir a malas intenciones en todas las regulaciones legales, incluidas las enmiendas constitucionales”.
“En las cárceles, las Juntas de Monitoreo han sido nombradas como una nueva unidad judicial compuesta por personas que no son abogados”, alertó.
Eski también explicó que “se permitió a los presos tener 30 minutos de videollamadas por semana. La administración puede instalar arbitrariamente dispositivos electrónicos de grabación de audio y video, incluidas las áreas más íntimas de los presos. La instalación de los dispositivos en las salas de los presos viola claramente su privacidad. Deben ser instalados en lugares que se consideren adecuados”.
“El gobierno busca que los presos políticos obedezcan todo tipo de prácticas de la administración penitenciaria y evitar todas las acciones y actividades de éstos por cuestiones políticas”, advirtió.
El abogado indicó que miles de presos ya se encuentran recluidos en cárceles, a miles de kilómetros de sus familias, en un desafío a las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
“Esta práctica, que se define como biopoder y tiene como objetivo controlar el cuerpo y el alma de los presos, está claramente regulada en el artículo 8 del TEDH –explicó-. Es un trato inhumano y degradante. El público democrático, los colegios de abogados y las instituciones legales deben levantarse y luchar contra esta regulación. Las violaciones de los derechos en las cárceles sobrepasan los límites de la tolerancia de los presos políticos”.
Mientras tanto, en las cárceles de Turquía ya van 137 días de huelga de hambre, medida de fuerza iniciada el 27 de noviembre del año pasado. La huelga es alterna e indefinida, y con esta protesta se demanda el fin del aislamiento del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, que se encuentra encarcelado en la isla-prisión de Imrali desde hace 22 años.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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