El diálogo intrakurdo en Siria entre los Partidos de Unidad Nacional Kurda -aliados con el Partido de la Unión Democrática (PYD)- y el Consejo Nacional Kurdo (ENKS), destinado a reconciliar las dos principales facciones políticas kurdas en el país, ha dado lugar a importantes avances diplomáticos en los últimos meses.
Sin embargo, un aspecto de las negociaciones que no se ha informado es el efecto que pueden tener en el empoderamiento político de las mujeres, un área en la que la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) ha logrado avances históricos.
Si bien estas políticas fueron pioneras en el PYD, de ninguna manera son exclusivas de él. Las mujeres de todas las instituciones políticas y de todos los orígenes étnicos y religiosos han adoptado las políticas de la AANES que exigen la representación de las mujeres, y las mujeres sin ninguna afiliación política se han beneficiado de las protecciones legales desarrolladas e implementadas por las instituciones de mujeres.
Ambas partes han aludido al hecho de que el ENKS tiene una visión diferente del tema. Un funcionario del ENKS afirmó en agosto que la representación de las mujeres era un punto de fricción que estaba retrasando las negociaciones, enmarcándolo como un “detalle” en lugar de como un problema serio. En una entrevista más reciente, Aldar Xelil, miembro del PYD, dijo que “hay cuestiones en discusión, como la copresidencia y la libertad de las mujeres”.
Es importante cuantificar esas diferencias. Si bien el ENKS no tiene una experiencia de gobierno similar para medir, sus aliados ideológicos y políticos brindan una imagen inquietante de cómo abordarían los problemas de las mujeres si se le diera el poder.
En la esfera política kurda, el ENKS está alineado con el Partido Democrático del Kurdistán (KDP), nacionalista de centro-derecha, cuyo historial en el tema de las mujeres está muy por detrás del de los partidos kurdos confederalistas democráticos, como el PYD.
Solo tres mujeres sirven en el gabinete del Gobierno Regional de Kurdistán (KRG, en Bashur, norte de Irak), y ninguna mujer ha liderado el KDP o el KRG en su conjunto. Las mujeres no ocupan altos cargos de mando militar en las fuerzas militares Peshmerga del KDP, al mismo tiempo que sí lo hacen en las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) y las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS).
El ENKS también es miembro de la Coalición Nacional Siria (SNC), que tiene un historial aún más lamentable en la participación y el empoderamiento de las mujeres. Solo el 10% de los miembros del Cuerpo General del SNC son mujeres, y solo dos mujeres sirven en su cuerpo de liderazgo de un total de 23 miembros.
Los miembros del Ejército Nacional Sirio (ENS), el brazo armado del Gobierno Interino Sirio, afiliado al SNC, aterrorizan sistemáticamente a las mujeres en los ocupados Afrin, Serekaniye y Tel Abyad, sometiéndolas a una brutal violencia sexual y de género. El ENKS ha demostrado que no quiere, o no puede, utilizar su condición de miembro del SNC para detener esto.
Otras demandas del ENKS también sugieren que está dispuesta a desempoderar a las mujeres para obtener poder para sí misma. Su preferencia por menos escaños para los no kurdos en una nueva autoridad, significaría menos poder para las mujeres no kurdas, que han luchado tan ferozmente para construir la AANES como sus contrapartes kurdas.
Mujeres como Lilwa Abdullah, copresidenta del Consejo Militar Deir Ezzor, o Elizabeth Gawryie, copresidenta adjunta del Consejo Ejecutivo de AANES, se quedaron en su tierra natal para luchar contra ISIS y crear un nuevo sistema político, mientras muchos líderes ENKS vivieron en el exilio. Sería injusto pedir a las mujeres árabes y asirias que renuncien a roles de liderazgo ganados con tanto esfuerzo para elevar a los hombres que promueven el nacionalismo patriarcal y exclusivo.
Pedir a la AANES que acepte un papel más limitado para las mujeres con el fin contentar a la ENKS, haría retroceder a todas las mujeres en el norte y este de Siria. Pedirle al ENKS que esté a la altura de las circunstancias y adopte la innovadora plataforma AANES para el empoderamiento de las mujeres, es la solución a través del sentido común.
La experiencia de otros partidos políticos independientes en el norte y el este de Siria demuestra que esta no es una demanda injusta. El Partido del Futuro Siria, por ejemplo, ha tenido mucho éxito al involucrar a mujeres de todas las comunidades de la región en todos los niveles de liderazgo. En las últimas semanas, ha celebrado reuniones preparatorias con copresidentas de sus filiales locales para formar un Consejo de Mujeres. Los representantes del PYD que participan en las conversaciones pueden destacar ejemplos como éste para mostrar cómo otras partes se han beneficiado de empoderar a más mujeres.
Con Estados Unidos desempeñando un papel en la facilitación de las conversaciones, los diplomáticos norteamericanos también pueden ayudar a que el ENKS se dé cuenta de que aceptar las políticas de la AANES sobre igualdad de género es la mejor manera de avanzar si quieren participar de buena fe en la gobernanza del norte y el este de Siria.
Estados Unidos se ha comprometido en promover los derechos de las mujeres en la política exterior. El Plan de Acción de Mujeres, Paz y Seguridad, del Departamento de Estado, señala que la política estadounidense debe “buscar y apoyar la preparación y participación significativa de las mujeres de todo el mundo en los procesos de toma de decisiones relacionados con conflictos y crisis”.
Para hacer esto en el contexto del diálogo intra-kurdo, los mediadores estadounidenses deben afirmar la cuota de mujeres del 40% de la AANES y el sistema de copresidencia con igualdad de género como una política modelo no partidista, e instar al ENKS a cumplir con ese estándar. También pueden alentar a las mujeres de la delegación del ENKS a abogar por roles más prominentes para ellas mismas y para otras mujeres, ya que están calificadas para liderar. Además, podrían estipular que, para los asientos que el PYD ha acordado otorgar provisionalmente al ENKS, ningún asiento ocupado actualmente por una mujer será otorgado a un hombre.
Si bien todos los participantes en las charlas han expresado un amplio deseo de unidad, esto no debe hacerse a expensas de algo tan fundamental como la representación del empoderamiento de las mujeres. Al igual que con otros debates sobre la inclusión política en la AANES, la inclusión de conservadores que desean excluir a otros, sobre la base de su identidad, no es una inclusión en absoluto.
FUENTE: Meghan Bodette / North Press Agency / Traducción y edición: Kurdistán América Latina