La Unión Cultural Armenia (UCA) y su Juventud (la JUCA) emitieron una declaración pública expresando su dolor y llamando a la solidaridad con los pueblos que fueron víctimas del accionar devastador de la naturaleza.
A continuación publicamos el comunicado completo:
Nuestro dolor y nuestra solidaridad activa para con los pueblos que fueron víctimas del terremoto que asoló Siria y Turquía
Hoy amanecimos con la noticia de que un terremoto había devastado una importante área geográfica de lo que conocemos como Anatolia y Medio Oriente, causando cientos de muertos y heridos, y destruyendo parcialmente distintas ciudades y poblados de la República de Turquía y la República Árabe de Siria.
Con epicentro en Marash (en Turquía actual), el sismo también provocó irreparables pérdidas humanas y severos daños materiales en ciudades como Aintab, Malatya, Adiyaman, Hatay, Jarpert y Diyarbakir (en actual territorio turco), y Alepo, Latakia y Tartus (en territorio sirio).
Leer o escuchar la mayoría de estos nombres es adentrarnos en nuestra historia colectiva y personal, ya que en casi todas ellas habitaron durante largos siglos nuestros antepasados armenios, conviviendo con hombres y mujeres de otras nacionalidades con distintas religiones, idiomas y tradiciones. Allí estuvieron nuestros padres, abuelos o bisabuelos hasta que el gobierno criminal de los Jóvenes Turcos y su continuidad kemalista, decidieron llevar adelante el genocidio de armenios como parte del proyecto panturquista, con la colaboración y la complicidad de las potencias occidentales.
En esas tierras donde en un pasado se hicieron añicos los sueños y las esperanzas de millones de seres humanos -armenios, kurdos, árabes, asirios, yezidís, griegos, turcos y otros pueblos-, y donde hoy esos mismos pueblos siguen siendo víctimas de los proyectos de dominación que se enfrentan en la región, esta vez fue la acción de la naturaleza la que arrasó con otras miles de vidas y de nuevos sueños expresados en decenas de idiomas.
El terremoto no es un castigo exclusivo para genocidas, dictadores, explotadores, opresores y/o negacionistas. Los golpes destructivos de la naturaleza lejos están de ser sinónimo de una “justicia divina”, ya que son especialmente los sectores populares de la sociedad en su conjunto quienes sufren de manera directa y por tiempo indefinido las consecuencias de estas tragedias naturales.
Desde la Unión Cultural Armenia, institución creada por sobrevivientes del genocidio armenio e integrada en la actualidad por sus descendientes directos y por hombres y mujeres con un fuerte compromiso con la paz, la amistad entre los pueblos y la lucha por construir un mundo nuevo, manifestamos nuestro dolor y hacemos un llamado al conjunto de la sociedad argentina y, especialmente, a la comunidad armenia y a las colectividades hermanas, a hacer llegar nuestra solidaridad activa para ayudar a mitigar el dolor de las víctimas sobrevivientes.
Unión Cultural Armenia y su Juventud (JUCA)
Buenos Aires, 06 de febrero de 2023
FUENTE: Nor Sevan
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