Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que lideran las milicias kurdas de las YPG han recuperado el pleno control de la localidad fronteriza de Serekaniye después de lanzar un ataque durante la noche contra las tropas turcas y sus aliados rebeldes sirios.
Esta contraofensiva ha sido anunciada por el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y confirmada por fuentes kurdas, que han añadido que también han liberado la localidad cercana de Tal Helef, en las afueras de Serekaniye (Ras al Ain, en árabe).
Fuentes próximas a los grupos rebeldes a sueldo de Turquía han señalado a DPA que aún están en curso intensos combates en Ras al Ain.
Igualmente, la agencia oficial de noticias siria Sana ha asegurado que unidades del Ejército sirio entraron el lunes por la noche en la localidad de Manbij, en el norte de Siria.
La ciudad, mayoritariamente árabe desde la política colonizadora del régimen sirio, estaba en manos de las FDS desde la expulsión del Estado Islámico (ISIS), en agosto de 2016.
Sin embargo, los rebeldes sirios patrocinados por Ankara han asegurado que las fuerzas que han entrado en Manbij no son gubernamentales, sino que en su mayoría se trata de milicianos kurdos.
Yusef Hammud, portavoz del “Ejército Nacional Sirio” que apoya Ankara, ha señalado que aunque algunos soldados sirios han entrado en la ciudad, el grueso son combatientes kurdos que se han desplegado desde la ciudad de Alepo, bajo control de Damasco.
Ello no haría sino confirmar la entente militar firmada por el gobierno sirio con los kurdos.
La ofensiva conjunta kurdo-siria coincide con el anuncio por parte de Estados Unidos de que se está retirando definitivamente del noreste de Siria y que ya ha evacuado sus posiciones en Manbij, donde estaba estacionado antes junto a los kurdos, tras la decisión del presidente Donald Trump de sacar sus tropas del norte del país.
Trump señaló, igualmente, que una parte de las tropas estadounidenses seguirán ocupando la base de Al Tanf, en el sur de Siria, para supervisar y “prevenir que no se repita” lo que ocurrió en 2014, cuando dio comienzo el autoproclamado califato yihadista que se expandió por Siria e Irak.
En un intento de disimular su traición a los kurdos, la administración estadounidense ha anunciado sanciones (bloqueo de activos y prohibición de entrar en Estados Unidos) a tres ministros del Ejecutivo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (Defensa Nacional, Interior y Energía), y ha informado de que subirá los aranceles contra el acero turco hasta el 50 por ciento y cerrará las puertas a un posible acuerdo comercial entre ambos países.
Nulo consuelo para los kurdos. El gobierno autónomo de Rojava ha alertado hoy (por ayer) de que se ha suspendido el suministro de ayuda humanitaria en el norte de Siria, de donde se han retirado todas las organizaciones internacionales una semana después de que Turquía lanzase una ofensiva en la zona.
FUENTE: Dabid Lazkanoiturburu / Gara