Conciertos se convierten en campo de batalla político en Turquía

Una serie de prohibiciones de conciertos está suscitando reacciones en Turquía, donde aumentan las críticas contra el partido gobernante, Justicia y Desarrollo (AK), por imponer restricciones conservadoras a los ciudadanos y al sector artístico.

Recientemente, las autoridades cancelaron una actuación del virtuoso violinista español Ara Malikian, prevista para el 11 de junio, sin ningún motivo claro. Algunos sospechan que el concierto de Malikian se canceló por su herencia armenia. Armenia y Turquía mantienen desde hace tiempo una relación conflictiva que recién está empezando a mejorar.

El 25 de mayo, el rectorado de la Universidad Técnica de Medio Oriente (METU) canceló el XXXIV Festival Internacional de Primavera de la universidad, supuestamente para honrar las pérdidas de personal que tuvo el ejército turco por la Operación Claw-Lock, informó Bianet. La operación, descrita por el presidente y dirigente del AKP, Recep Tayyip Erdogan, como una operación “antiterrorista”, se inició en abril de 2022 en el norte de Irak, para “librar las tierras iraquíes de los terroristas y garantizar la seguridad de nuestras fronteras”.

El 25 de mayo, la oficina del gobernador de la ciudad de Bursa canceló el siguiente concierto del artista kurdo Mem Ararat por razones de seguridad pública como razón principal. Aunque algunos ciudadanos sospecharon que la medida se debía a los continuos prejuicios y tensiones de Turquía con el pueblo kurdo.

De otro lado, también se han cancelado al menos tres conciertos previstos en la Fiesta de la Rosa, en la provincia turca de Isparta. Según información de Bianet, los conciertos se cancelaron tras una declaración de la Fundación Nacional de la Juventud (MGV), conservadora y proislámica, y la Asociación de la Juventud de Anatolia (AGD), sucursal de Isparta, en la que se afirmaba que el municipio de Isparta estaba organizando conciertos que iban “contra la moral y las creencias de la sociedad”.

El 23 de mayo, el municipio de Pendik, en Estambul, canceló el concierto de otra cantante kurda, Niyazi Koyuncu. Koyuncu anunció la decisión del municipio a sus seguidores en Twitter, y dijo que el municipio no puede permitir que actúe un músico “que no comparte los valores e ideales del municipio”.

También se cancelaron los conciertos de Apolas Lermi, que tenía previsto actuar en la provincia turca de Denizli y en Estambul. Según Bianet, los conciertos del artista fueron cancelados después de que Lermi actuó “en un acto organizado por el municipio metropolitano de Estambul, dirigido por la oposición, el 19 de mayo”.

También en mayo, las autoridades de Ankara, la capital de Turquía, cancelaron una actuación del grupo de K-Pop Mirae después de que el grupo recibió críticas en línea por ser gay y promover supuestamente la homosexualidad. En 2021, la periodista Ceyda Nurtsch informó para DW que las autoridades turcas estaban debatiendo una posible prohibición de los videos musicales de K-Pop.

A principios de junio, las municipalidades de varias provincias cancelaron los conciertos y actos culturales previstos de artistas kurdos, como el cantante kurdo y aleví Aynur Doğan, y los cantantes Metin y Kemal-Kahraman. Los artistas no recibieron ninguna explicación sobre la cancelación.

Al criticar la prohibición del concierto de Doğan, el jefe del opositor Partido Popular Republicano (CH), Kemal Kılıçdaroğlu, difundió en Twitter una de las canciones populares de Doğan en kurdo, Dar Hejiroke, y añadió: “La música por la noche está prohibida.A los jóvenes les gusta el K-Pop, prohibido.La música kurda en los municipios dirigidos por el AKP, prohibida. Les convendrá dar una enmienda constitucional que prohíba todo el entretenimiento. Nacimos libres, moriremos libres en esta patria. Considera esto el AKP. Dar Hejiroke lo haría bien esta noche”.

No es la primera vez que los artistas kurdos enfrentan prohibiciones. Según informa Bianet, en los últimos tres años se han prohibido más de 20 conciertos y obras de teatro kurdos en Turquía.

“Es difícil entender lo que está haciendo este gobierno”, declaró Faik Oztrak, portavoz del partido opositor, en una rueda de prensa celebrada el 20 de mayo. “En Turquía es libre cantar canciones kurdas. No es posible entender por qué se ha cancelado ese contrato”.

A mediados de 2021, cuando se anunciaron planes para levantar las restricciones restantes de la COVID-19, el Estado introdujo nuevas restricciones a todas las actividades musicales, y exigió que terminaran a medianoche. “Disculpen, pero nadie tiene derecho a molestar a otros por la noche”, dijo Erdogan en junio de 2021. La etiqueta #Kusurabakiyoruz (No te perdonamos) comenzó a ser tendencia inmediatamente en el Twitter turco, decenas de ciudadanos y músicos expresaron su descontento con la nueva prohibición. A raíz de las protestas, el Ministerio del Interior anunció en junio que la música en directo estaría permitida hasta la una de la madrugada, ya no a la medianoche.

En declaraciones a AlMonitor, la antropóloga y periodista Ayse Cavdar dijo que las prohibiciones eran una “forma de violencia simbólica”.

“Esta prohibición en Turquía no tiene que ver realmente con la música; es más bien una prohibición de reunión. Hay espacios públicos que preocupan al régimen de Erdogan, por ejemplo, los bares”, dijo en entrevista a Al Monitor Yektan Turkyilmaz, antropólogo del Centro de Estudios del Mediterráneo Oriental de la Universidad Centroeuropea de Viena.

El 9 de mayo, el Anadolu Fest, gran festival de música que iba a celebrarse en la provincia turca de Eskişehir, también fue cancelado tras un anuncio de la oficina del gobernador. A pesar de los intentos de los organizadores por reprogramar el festival para junio, no pudieron llegar a un acuerdo con las autoridades estatales, según dijeron los organizadores en Twitter el 27 de mayo.

Kemal Kahraman, cuyo concierto estaba entre los cancelados, dijo en entrevista con la televisora en línea Megafon TV, el 16 de mayo, que la cancelación de los conciertos era “una jugada barata de la administración para hacer permanente la prohibición de las actuaciones musicales”.

El destacado rapero turco Ezhel, que habló de las prohibiciones de conciertos en entrevista con Gazete Duvar, describió las recientes prohibiciones como “una guerra contra la cultura, las artes, la juventud y el entretenimiento”. “Es una guerra de ‘todos vivirán como nosotros, o no vivirán en absoluto’”, añadió el rapero turco.

En un aparente intento de demostrar que la música y el arte no pueden ser silenciados, Mor de Otesi, popular banda de rock turca, sacudió el escenario de Estambul. El conocido cómico turco Cem Yilmaz, que asistió al concierto, tuiteó: “Así es como deberían ser los conciertos. Mor ve Otesi nos hizo vivir una noche muy bonita. Consiguieron ser la alegría y la tristeza de todas estas personas en esta foto, jóvenes o mayores. No podría estar más feliz”.

El cantante Gökhan Özoğuz publicó un video del concierto en el que se ve a los 40 000 asistentes cantando una de las conocidas canciones del grupo: “Momentos que marcaron el concierto de Mor ve Ötesi en el Estadio İnönü…El sitio de una verdadera Nueva Turquía donde escuché las palabras más sinceras, incluidas las arenas políticas. Fue una noche única y significativa para todos los que participaron. Enhorabuena, amigos”.

FUENTE: Arzu Geybullayeva / Global Voice / Traducción: Gabriela García Calderón Orbe

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