El Estado turco está intentando llevar a cabo su invasión del Kurdistán del Sur (Bashur), situado dentro de las fronteras geopolíticas de Irak tras la división de Kurdistán en cuatro partes con el Tratado de Lausana a principios del siglo XX. Y esto pretende llevarlo a cabo con la ayuda del gobierno central iraquí y del Partido Democrático de Kurdistán (PDK), que gobierna la región kurda. Sin embargo, los intereses del gobierno iraquí de Mohammed Shia’ al-Sudani y del Estado turco en particular se están distanciando. Ankara y Bagdad firmaron el “Proyecto de Carretera para el Desarrollo de Irak” y acordaron, entre otras cosas, un “Acuerdo Marco sobre Cooperación Hídrica” y un “Memorando sobre el Marco Estratégico”. Las esperanzas de Irak residen más en el beneficio económico que se espera de estos contratos que en una guerra conjunta. Mientras tanto, el PDK, convertido ahora en una autoridad administrativa casi colonial del Estado turco para Kurdistán del Sur, está cada vez más ligado a Ankara.
Irán reconoce la invasión como parte de una estrategia de la OTAN
Por otro lado, Irán ha intensificado su compromiso de frustrar los planes del régimen del AKP-MHP para Oriente Medio, al menos en la medida en que sean contrarios a sus intereses. Para ello, ha establecido una seria presencia en la región, especialmente a través de las fuerzas chiíes. Irán es consciente de que la guerra emprendida por Ankara forma parte de la estrategia a largo plazo de la OTAN para cercar gradualmente a su país.
Los requisitos para el PDK
La nueva operación de invasión que Erdogan quiere lanzar contra el movimiento por la libertad de Kurdistán cuenta con participantes indirectos y directos. Ankara quiere ver una mayor participación del PDK en esta operación y lo está presionando. El PDK ya no debe limitarse a rodear las Zonas de Defensa de Medya donde se encuentra la guerrilla, concentrar tropas en la región, bloquear los pasos de la guerrilla y proporcionar apoyo logístico y de inteligencia al ejército turco, sino que debe participar activamente en las operaciones. Hasta ahora no hay indicios de que el PDK esté en condiciones de rechazar estas exigencias.
Dos caminos: o pagos a Ankara o lealtad absoluta
Por el contrario, el PDK ve en las exigencias del Estado turco de que se lo utilice más intensamente en sus planes de ocupación una oportunidad para superar sus recientes problemas. La reciente sentencia del Tribunal Federal iraquí, según la cual la venta de petróleo debe realizarla el gobierno central, es uno de los mayores problemas que el PDK tiene aún por resolver. Porque gran parte de su sistema, basado en el clientelismo y el nepotismo, se sustenta en el dinero obtenido de la venta de petróleo. La decisión judicial pone a Hewlêr (capital de Bashur) en un brete. El PDK debe romper el acuerdo petrolero ilegal que celebró con Turquía en 2014 sin el consentimiento de Bagdad, que prevé una venta de petróleo por 50 años, y luego pagar una indemnización tanto a Bagdad como a Turquía en consecuencia. Esto significa que el PDK se encuentra en la situación de pagar una indemnización a Turquía o hacer lo que el Estado turco le exija.
¿Con quién se sentó Nechirvan Barzani a la mesa en Bagdad?
El PDK teme un cambio en Kurdistán del Sur en las próximas elecciones del 10 de junio. Existe un conflicto dentro del propio PDK sobre si se celebrarán elecciones o no. Esta cuestión también ha provocado una crisis entre el presidente de la región de Kurdistán, Nechirvan Barzani, y el presidente del PDK, Mesut Barzani. En los últimos días, Nechirvan Barzani emprendió intensas conversaciones en Bagdad. Mantuvo negociaciones con el gobierno de Sudani, el presidente del Movimiento de Sabiduría Nacional, Ammar al-Hakim, los ex primeros ministros iraquíes Adil Abd al-Mahdi y Haider al-Abadi, el ministro de Defensa iraquí Sabit Abbasi, el presidente de la Coalición Iraquí por el Estado de Derecho, Nouri al- Maliki, el presidente de la Organización Badr, Hadi al-Amiri, el presidente de la Alianza Azm, Muthanna al-Samarrai, el subsecretario de Estado iraquí para la Seguridad Nacional, Qasim al-Ereji, y el presidente de la Coalición Siyade, Xemis Xencer.
¿Qué acuerdos hizo Barzani en Bagdad?
El orden del día de las diversas reuniones de Nechirvan Barzani se conoció cuando Erdogan fue recibido con gran pompa en Hewlêr, el 22 de abril. El PDK y el clan Barzani habían querido que Erdogan desempeñara un papel de intermediario entre ellos y el gobierno central iraquí, a cambio de participar activamente en la invasión turca de Kurdistán del Sur. El PDK intentó en Bagdad aplazar las elecciones, que suponen una amenaza existencial para su poder.
Militares iraquíes en el sur de Kurdistán por primera vez en 30 años
Aunque algunas fuentes indicaron que se habían realizado algunos progresos en este sentido, en el momento de las conversaciones se informó de que unidades de la guardia fronteriza iraquí habían establecido dos bases militares en Zaxo. Aunque se dice que las unidades de la guardia fronteriza iraquí también incluyen fuerzas bajo el control del PDK que controla la región, por primera vez en 30 años tras el levantamiento, el ejército iraquí tiene fuerzas militares en Kurdistán del Sur que actúan en nombre de Irak. Esta situación allana el camino para que Irak siga “legitimando” sus fuerzas en la región.
Irak se muestra dispuesto a actuar junto con Turquía
Bagdad, por su parte, se esfuerza por cubrir los ingresos procedentes de la venta de petróleo en la región, así como sus necesidades energéticas, y por llevar a cabo paso a paso sus planes de estacionamiento en Kurdistán del Sur. De este modo, Irak está enviando al Estado turco un mensaje de voluntad de actuar conjuntamente a cambio de algunos acuerdos y promesas. Las nuevas fuerzas militares enviadas a la región por el PDK contra el movimiento por la libertad de Kurdistán también reflejan la aplicación de esta política.
Tratos sucios en Kirkuk
Por otra parte, cabe destacar que Nechirvan Barzani fue elogiado abiertamente por Nouri al-Maliki, presidente de la Coalición Iraquí por el Estado de Derecho, durante las conversaciones en Bagdad: “Puede desempeñar un papel en la resolución de los problemas entre nosotros”. Elogios similares recibió durante la reunión entre Irak y Bafil Talabani, de la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), expresó su apoyo a Barzani.
En este contexto, se dice que Barzani pidió a los círculos con los que se reunió en Irak que persuadieran a la UPK de aplazar las elecciones regionales. Para persuadir a la UPK de que lo hiciera, el PDK mantuvo algunas conversaciones sobre Kirkuk. Se trata de la cuestión de cubrir el puesto de gobernador de Kirkuk. La cuestión de la elección del gobernador de Kirkuk sigue siendo controvertida debido a los estrechos vínculos del PDK con Turquía, que quiere apoderarse de la región rica en petróleo, y con algunas organizaciones árabes. Pero, al parecer, ahora se ofrecerá a la UPK la gobernación de Kirkuk si acepta el aplazamiento de las elecciones en Kurdistán del Sur.
FUENTE: Nazim Dastan / Edición: Kurdistán América Latina
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