El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está experimentando su peor derrota en dos décadas. Con el 92% de los votos escrutados en las municipales de este domingo, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, del opositor CHP, obtuvo el 50,92% del apoyo contra el 40,05% del candidato del oficialista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, derecha), Mourat Kouroum, exministro de Erdogan.
La principal fuerza opositora del país, el Partido Popular Republicano (CHP, nacionalista), también volvió a ganar en la capital, Ankara.
Mientras, al AKP, que ha gobernado Turquía durante más de dos décadas, le fue peor de lo que predijeron las encuestas. De confirmarse la tendencia en todas las localidades, el partido oficialista, que regía 38 capitales provinciales desde las municipales de 2019, solo tendría 23 a partir de ahora; mientras que el CHP pasaría de 22 a 36, entre ellas algunas plazas fuertes del AKP, como Bursa, la cuarta ciudad del país.
El propio Erdogan calificó los resultados como “un punto de inflexión”. El mandatario había estado ampliamente involucrado en la campaña de su partido, por lo que sus malos resultados son interpretados como una caída de su popularidad, así como una demostración de fuerza de la oposición.
“No obtuvimos los resultados que esperábamos”, admitió el jefe de Estado, que pretendía recuperar el control de Estambul y Ankara, ganados por el opositor CHP en 2019.
En Ankara, miles de simpatizantes acudieron a celebrar la reelección de Mansur Yavas, del partido de Imamoglu, quien también venció al aspirante del presidente.
Hay varios factores detrás de la victoria de la oposición, pero es quizás la situación de la economía el motivo determinante, con una inflación en el país de casi el 70%, así como la desaceleración del crecimiento económico, en medio de ajustes monetarios, que han llevado a los votantes a castigar al AKP.
Aparte de la economía y la popularidad de Imamoglu, otro factor que explica el gran retroceso del AKP en el país es el voto de los ciudadanos islamistas inconformes. En ese sentido, hubo un apoyo creciente al Partido Islamista Nuevo Bienestar, con una postura aún más firme que la de Erdogan hacia Israel por la guerra que libra en Gaza.
Imamoglu se consolida como rival de Erdogan
Ekrem Imamoglu es un empresario de 52 años, originario de la ciudad de Trabzon, en el mar Negro, que inició su vida política en 2008 y ya había sido alcalde de distrito antes de convertirse en gobernante de Estambul.
Su segunda victoria en Ankara es para muchos analistas la consolidación de una figura política que podría hacer frente a Erdogan en una futura contienda presidencial.
“Aquellos que no escuchan el mensaje de la nación terminan perdiendo”, dijo Imamoglu ante miles de sus seguidores tras conocer su victoria. “Esta noche, 16 millones de habitantes de Estambul enviaron un mensaje tanto a nuestros rivales como al presidente”, agregó.
Esa victoria y otras del CHP en la jornada son un soplo de aire fresco para la oposición, que había quedado profundamente debilitada tras las elecciones presidenciales y parlamentarias de mayo de 2023, en las que Erdogan volvió a quedar con el dominio de Gobierno y Legislativo, aunque tras una reñida contienda.
De acuerdo con expertos citados por la agencia de noticias Reuters, el respaldo de la población kurda a Imamoglu tuvo peso en estas elecciones en Estambul. Aunque el principal partido que representa a esta población, el DEM, triunfó en el sureste, de mayoría kurda, donde la fuerza política consolidó 10 provincias.
Controlar Ankara, una victoria con llave política
Estambul alberga 16 millones de habitantes y genera un cuarto del PIB de todo el país. De hecho, el propio Erdogan lanzó su carrera política como alcalde de la urbe en 1994.
La principal ciudad de Turquía también tiene el mayor presupuesto administrativo del país, con 516.000 millones de liras (unos 16.050 millones de dólares), muy por encima de la segunda ciudad, Ankara, que apenas amasa 90.000 millones de liras.
El control de estos presupuestos es una llave política para los partidos, ya que a partir de ellos pueden impulsar su imagen con el despliegue de proyectos, creación de empleo o inversión en infraestructura.
En la jornada quedó claro que los años de cómoda hegemonía de Erdogan y su AKP han acabado y que mantenerse en el poder les significará un mayor esfuerzo del que han hecho hasta ahora. Un nuevo líder, con la llave política para hacerles frente, se ha hecho lugar en Ankara.
FUENTE: France 24
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