La Oficina de Mujeres Kurdas por la Paz homenajea a las tres mujeres kurdas, Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez, asesinadas hace doce años en París, y afirma que la liberación de las mujeres y la liberación de la vida son inseparables.
La Oficina de Mujeres Kurdas por la Paz “Cenî” ha querido rendir homenaje a Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez en el onceavo aniversario de los asesinatos de París.
Cenî ha dicho en un comunicado: “No hay liberación de la vida ni liberación de las mujeres mientras las fuerzas y Estados patriarcales y reaccionarios continúen sus guerras a costa de los pueblos y civiles oprimidos y causen sufrimiento, hambre, desplazamientos y traumas en la sociedad.”
La declaración continúa: “El 9 de enero de 2013, hace once años, un sicario del Servicio Secreto de Turquía (MIT) asesinó a las tres revolucionarias kurdas, Sakine Cansız (Sara), Fidan Doğan (Rojbîn) y Leyla Şaylemez (Ronahî), en París. Los asesinatos, que calificamos de triple feminicidio de Estado, nos dejaron claro una vez más que el Estado turco libra una guerra especial contra las mujeres revolucionarias. Mujeres que ofrecen la resistencia más decidida contra el capitalismo, contra el fascismo y contra el nacionalismo. Con su asesinato, no sólo se atacaron los logros y éxitos del movimiento revolucionario de mujeres kurdas, sino también a toda la sociedad kurda y a las mujeres luchadoras de todo el mundo, con el objetivo de quebrar su espíritu de resistencia.”
La declaración añade: “La resistencia y las protestas que las mujeres kurdas han llevado a cabo incansablemente desde entonces se han hecho más fuertes y más grandes. Llevamos diez años gritando el lema ‘Jin, Jiyan, Azadî’ en todas las protestas en memoria de nuestras camaradas Sara, Rojbîn y Ronahî. Con el asesinato de la joven mujer kurda Jîna Amini a manos de la policía de la moral iraní, este eslogan volvió a dar la vuelta al mundo. No sólo nos recuerda a las mujeres asesinadas por los femicidas del Estado, nos recuerda que la liberación de las mujeres y la liberación de la vida son inseparables y van unidas.
La liberación de la vida significa resistencia contra todo tipo de violencia estatal, ocupación y guerra. Porque éstas tienen un efecto especialmente devastador sobre las mujeres y todos los pueblos oprimidos. En su campaña de exterminio contra los kurdos, el Estado turco ataca específicamente a las mujeres, ya sean presas políticas, activistas, guerrilleras o políticas. Las guerras de agresión en Rojava y las operaciones militares del Estado turco se dirigen específicamente contra figuras destacadas del movimiento de mujeres kurdas. Al mismo tiempo, como en todos los conflictos y en todas las guerras, las mujeres se llevan la peor parte del sufrimiento. El auge de grupos patriarcales y fascistas como el Estado Islámico (ISIS), pero también la opresión y la represión del Estado, aumentan el riesgo de feminicidios y de violencia patriarcal y sexual.”
La declaración subraya que “también en Palestina llevamos meses siendo testigos de la sangrienta guerra del ejército israelí en Gaza. La violencia de Estado y la ocupación colonial de los colonos por parte de Israel llevan décadas produciéndose. El sufrimiento de la población palestina ha alcanzado su punto álgido en los últimos meses. Se están cometiendo crímenes de guerra ante el mundo entero. En muy poco tiempo, más de 20.000 civiles han sido asesinados en Gaza, la mayoría de ellos personas especialmente vulnerables, como niños y ancianos.
Los grupos reaccionarios islamistas como Hamás no ponen fin a este sufrimiento y nunca podrán encontrar una salida a la crisis. Como mujeres que luchan por la paz y la liberación, estamos con los pueblos oprimidos y que resisten, y con las mujeres que más sufren estas guerras y la violencia patriarcal. Ya sea en el Kurdistán o en Palestina, la salida de la crisis debe ir de la mano de la liberación de todos los oprimidos y de la liberación de las mujeres. Esto también se aplica a los conflictos y crisis actuales como en Irán, Sudán o Afganistán”.
El comunicado acaba: “Nuestras camaradas Sara, Rojbîn y Ronahî ejemplificaron una alternativa revolucionaria. Dedicaron sus vidas a la lucha por la liberación y a construir una alternativa democrática para Oriente Medio en la que las mujeres y las minorías puedan ser libres, vivir en paz y participar en la vida política. Simbolizaron el lema ‘Jin, Jiyan, Azadî’ y, por tanto, la lucha contra el capitalismo y el patriarcado y contra todos los sistemas e ideologías que subyugan a las personas.
No hay salida de la crisis sin liberación de las mujeres: nuestro objetivo es la liberación de la vida y de toda la sociedad. Mantendremos esta promesa en memoria de nuestras camaradas. ¡Viva la solidaridad internacional revolucionaria de las mujeres!
¡Jin, Jiyan, Azadi!”.
Fuente: ANF
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