Los aviones de guerra turcos atacaron a civiles en la región de Sidekan, en Basur (Kurdistán iraquí), dejando como saldo un poblador asesinado.
La agencia de noticias ANF informó que ayer por la noche, la aviación bombardeó las tierras altas del distrito Sidekan, en Hewlêr (Erbil), capital de Bashur.
Debido a los ataques, un civil murió en las mesetas de Berde Spi. La persona, de nombre Osman, vivía en la población de Akre, en Duhok.
El lunes pasado, Turquía lanzó la denominada operación militar “Garra de Águila” contra el campamento de refugiados de Makhmur (donde viven 15.000 kurdos desplazados del sureste de Turquía), la región yezidí de Shengal y las áreas de Defensa Medya, en las montañas de Qandil. Se calcula que entre 30 y 60 aviones caza bombardearon alrededor de 80 poblaciones y aldeas. Decenas de civiles perdieron la vida en los ataques del Estado turco.
En la jornada de ayer también se conoció que fuerzas especiales turcas se desplegaron en la región de Haftanin, en la provincia kurda de Duhok. Según medios turcos, las tropas conocidas como “comandos” iniciaron una “operación de infiltración”, en Haftanin.
El gobierno turco justificó los bombardeos y los despliegues terrestres diciendo que se trata de una operación contra el “terrorismo”, en referencia al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). Desde el Movimiento de Liberación de Kurdistán se denunció que Ankara busca exterminar a la población kurda, al mismo tiempo que ocupa de forma ilegal zonas del territorio iraquí.
Por su parte, la agencia de noticias Rudaw informó que a causa de los bombardeos turcos al menos ocho aldeas cercanas a la ciudad fronteriza de Zakho, en Bashur, quedaron vacías debido a que sus pobladores huyeron.
Los pueblos afectados se encuentran en Batifa, un pequeño subdistrito en la zona montañosa de Sinat-Haftanin. Los residentes de las aldeas abandonaron su hogares por temor a más bombardeos aéreos.
“Hemos traído a nuestros familiares a Zakho. Alrededor de tres o cuatro bombas cayeron justo detrás de nuestra aldea el martes por la noche”, dijo a Rudaw Salim Khawaja, cuya familia se gana la vida criando las ovejas.
Los habitantes de la región, en su mayoría agricultores y con ganado, ahora corren el riesgo de perder su sustento ya que sus tierras de cultivo son su única fuente de ingresos.
“Somos alrededor de 15 familias que viven en la aldea, los bombardeos de Turquía continuaron anoche”, manifestó Hashim Omer, un residente de la aldea de Keshan. “Nos vimos obligados a abandonar nuestras casas. Solo algunos de los que tienen ovejas se quedaron. Si la situación continúa como ahora también se irán”, agregó.
La región accidentada y montañosa alberga principalmente a agricultores pobres que luchan para ganarse la vida. Estas montañas también albergan una cantidad incalculable de guerrilleros del PKK, que durante años han utilizado el área de las montañas Qandil como base de operaciones. Pero con su presencia viene la amenaza de ataques de las fuerzas turcas, que han asustado y a veces amenazado a los aldeanos locales.
En los últimos dos años, 35 de 75 aldeas en Batifa han visto a sus poblaciones desplazarse y vaciarse debido a los repetidos ataques de Turquía.
Tanto el gobierno semi-autónomo de Bashur como la administración central de Bagdad criticaron los bombardeos ordenados por Turquía, aunque sus posturas no pasan más allá de declaraciones.
FUENTE: ANF / Kurdistan24 / Rudaw / Traducción y edición: Kurdistán América Latina