La plataforma internacional Peace in Kurdistan (Paz en Kurdistán) difundió un comunicado en el que denunció que las fuerzas militares turcas que invaden zonas de Bashur (Kurdistán iraquí) desde el 23 de abril pasado, utilizan armas químicas y prohibidas contra las guerrillas kurdas en las regiones de Zap, Metina y Avasia.
En la declaración se recordó que “la Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear ha pedido a las Naciones Unidas que inicien investigaciones sobre el uso de armas químicas por parte del ejército turco en el Kurdistán del Sur (Bashur)”.
“La frecuencia del uso de estas armas y su letalidad ha aumentado en los últimos dos meses; ahora hay informes de más de 300 usos distintos –indicaron desde la organización-. Se acumulan las pruebas de este crimen internacional y las víctimas derivadas del uso de armas químicas. Turquía es miembro de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y firmante de la Convención sobre Armas Químicas. Su gobierno debe rendir cuentas. Si no se exigen responsabilidades a los autores, se animará a otros a cometer este crimen”.
Desde Peace in Kurdistan también advirtieron que si Turquía no es sancionada, “será puesta como ejemplo de uso ‘exitoso’ de armas químicas”.
“No es la primera vez que los kurdos son objeto de una guerra química –recordaron-. En 1919, Winston Churchill, como Secretario de Estado ‘Para la Guerra y el Aire’, sugirió que la RAF utilizara agentes químicos durante la revuelta en Irak. ‘Estoy firmemente a favor de utilizar gas venenoso contra las tribus incivilizadas’, decía. Por tribus incivilizadas, Churchill se refería a los kurdos, árabes y otros pueblos locales. Su razón de ser era la rentabilidad”.
La agrupación explicó que “Saddam Hussein y el ejército iraquí utilizaron armas químicas contra los kurdos en Halabja, el 16 de marzo de 1988, al final de la guerra entre Irán e Irak. Más de 5.000 personas murieron en Halabja. Hubo informes de que Turquía había utilizado armas químicas durante su invasión de Afrin en 2018 y su ocupación de Gire Spî y Serêkaniyê en 2019. El hecho de que la comunidad internacional no sancione a Turquía por estas invasiones ha fomentado este impulso hacia la barbarie”.
La declaración continuó: “La indignación siguió al intento de asesinato de Sergei Skripal y su hija Yulia con un agente químico en Salisbury, Inglaterra, en marzo de 2018. Tras ello y después de los informes sobre el uso de armas químicas por parte del gobierno en Siria, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, dijo que ‘el Reino Unido ha presentado (un) proyecto de decisión destinado a reforzar la prohibición de las armas químicas’. En junio de 2021, la embajadora del Reino Unido ante las Naciones Unidas, Barbara Woodward, respondió a las declaraciones de la ONU y de la OPAQ de que ocho ataques con armas químicas eran atribuibles al Estado sirio diciendo: ‘Está claro que el régimen conserva la capacidad de utilizar armas químicas y está dispuesto a hacerlo’. Con la reciente escalada en su uso por parte de Turquía, corremos el peligro de que las armas químicas se conviertan en el arma preferida en Oriente Medio y en otros lugares”.
Por último, Pace in Kurdistan afirmó: “Gran Bretaña firmó el Protocolo de Ginebra correspondiente el 9 de abril de 1930, que prohibía el uso de gases tóxicos y bacterias en la guerra. Gran Bretaña firmó la Convención sobre Armas Químicas el 13 de enero de 1993 y la ratificó el 13 de mayo de 1996. La guerra química es un crimen de guerra, el instigador de la masacre de Halabja fue ejecutado. Sin embargo, la verificación del uso de armas químicas requiere el apoyo político y, en particular, el de las grandes potencias y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Debemos exigir que Turquía rinda cuentas y se vea obligada a dejar de utilizar armas químicas”.
FUENTE: ANF / Edición Kurdistán América Latina
Be the first to comment