Las políticas de asimilación han incrementado su intensidad últimamente, en especial en las ciudades del Kurdistán turco. Tras la expulsión de alrededor de mil profesores miembros del sindicato de docentes -Eğitim Sen-, las políticas de asimilación han adquirido una nueva dimensión.
Se inició una investigación contra 16.500 miembros de Eğitim Sen, algunos meses antes del intento de golpe de estado del 15 de julio. Mientras que el gobierno despidió a 28.163 docentes el 1 de septiembre de 2016 mediante un decreto ley por sus supuestas conexiones con el movimiento Gülen, otros 285 profesores fueron despedidos el 8 de septiembre por supuestas conexiones con el PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistàn). Muchos de los despedidos se volvieron a incorporar a sus puestos de trabajo después de que las acusaciones se demostrasen falsas. El 29 de agosto de 2017, alrededor de mil profesores fueron expulsados de ciudades del Kurdistán a otras ciudades en Turquía.
Dentro de las actividades del proyecto “Bridge of Heart”, desarrollado por el poder establecido, se llevó a deportistas menores de edad de la provincia de Sirnak y se les vistió con camisetas estampadas con la bandera turca. Es más, un docente escribió “no hablaré en kurdo” en la pared de una escuela de educación primaria y prohibió a los alumnos hablar en kurdo. La frase “no hablaré en kurdo” en el muro de la escuela fue fotografiada y compartida en redes sociales.
Días atrás, apareció una nueva fotografía de la asimilación que fue tomada en Karabağlar, una aldea del distrito de Kurtalan, en la provincia de Siirt. El docente dibujó los símbolos de la bandera turca, una media luna y una estrella, en la frente de los alumnos y tras darles banderas turcas los mandó a casa. Los padres, después de borrar las pinturas de la frente de sus hijos, declararon que no entendían la actitud del docente y que la situación perjudicaba a sus hijos.
FUENTE: Jin News/Traducción: Rojava Azadî