La agencia de noticias ANF informó que la familia de Jina Mahsa Amini, asesinada por la policía moral en Teherán a mediados de septiembre, fue puesta bajo arresto domiciliario.
Según el medio Al Arabiya, las autoridades iraníes ordenaron el arresto en la ciudad de Seqiz, en el Kurdistán iraní (Rohjilat), de donde es Mahsa Amini. En declaraciones a The National, el integrante de la familia Amini, Irfan Murtazayi, confirmó el arresto domiciliario.
Murtazayi, que reside en el sur de Kurdistán, declaró que los padres y el hermano de Amini se encuentran detenidos en sus domicilios desde el miércoles.
Ese día, a pesar de las amenazas de las fuerzas gubernamentales, miles de personas recordaron a Jina Mahsa a Amini en su tumba, 40 días después de su asesinato y de las permanentes protestas que hay en todo Irán.
“Jina y miles como ella han sacrificado sus vidas para que el pueblo iraní pueda vivir libremente. Espero que éste permanezca en las calles hasta que alcancen sus objetivos”, manifestó Murtazayi.
Ayer, hubo protestas y movilizaciones en las ciudades de Mahabad, Bokan, Piranşar, Serdeşt, Bane, Seqiz, Diwander, Dêwlan, Kamyaran, Sine, Kirmaşan e Ilam, todas de Rohjilat.
En Mahabad, las fuerzas estatales abrieron fuego contra las y los manifestantes con balas reales. Las personas movilizadas, a su vez, incendiaron varias instituciones estatales y bancos. En tanto, el edificio de la gobernación también fue incendiado y tomado por los manifestantes.
Según diferentes reportes, las fuerzas de seguridad iraníes mataron o hirieron a varias personas durante las protestas. En la ciudad de Bane, los uniformados abrieron fuego, matando al menos a dos civiles. En la localidad de Diwander se produjeron protestas cuando durante la movilización dos manifestantes fueron ultimados.
En la ciudad de Xuremawa, en Loristán, las protestas conmemoraron a Niker Shakeremi, que también fue asesinada hace 40 días. Mientras se coreaban consignas contra el régimen iraní, las fuerzas represivas abrieron fuego.
En muchas ciudades, los uniformados tuvieron que retirarse ante la magnitud de las protestas.
Según Amnistía Internacional, al menos ocho personas han sido asesinadas desde el miércoles por la noche, la mayoría de ellas en Rohjilat.
Además, dos miembros de Basij (fuerzas de seguridad paramilitares iraníes) fueron ultimados en la ciudad de Amol, provincia de Mazandarán, donde estaban desplegadas.
Según organizaciones de derechos humanos y grupos de oposición, entre 234 y 260 manifestantes, incluidos 29 menores de edad, han sido asesinados desde el 16 de septiembre, cuando Jina Mahsa Amini falleció luego de estar en coma durante tres días en un hospital de Teherán. A su vez, decenas de miles de personas fueron detenidas durante las protestas que se han extendido a casi 200 ciudades.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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