La guerrillera de las Unidades de Protección de las mujeres (YPJ), Delal Raqqa, y su familia, participaron en la ofensiva de liberación de la ciudad de Raqqa, en el norte de Siria, y en la cual el Estado Islámico (ISIS) tenía la capital de su califato.
A tres años de la liberación de la ciudad, concretada el 17 de octubre de 2017, Delal recordó que se unió a las YPJ “para liberar Raqqa del Estado Islámico. Era una ciudad donde reinaba el terror. La población, y especialmente las mujeres, experimentaron una brutalidad paralela. Incontables mujeres y niños murieron en esta ciudad. El ISIS le robó a la gente su vida”.
El padre de Delal, su hermana y dos de sus hermanos participaron también en la ofensiva por la liberación. “Luchar juntos en esta ofensiva por la liberación nos dio fuerza”, explicó Delal. Y añadió: “Mi padre cayó mártir en la ofensiva por la liberación de la ciudad. Su muerte, así como la de muchas otras personas, me dio fuerzas para luchar”.
Delal también relató que estuvo “en el frente de Dariya durante la ofensiva. Hubo duros enfrentamientos allí. El suelo de Dariya estaba empapado con la sangre de numerosos amigos. El vínculo con ellos me hizo fuerte en la batalla”.
En el centro de Raqqa se encuentra la plaza que ahora la gente llama Dewara Na’im. Allí era donde ISIS llevaba a cabo las ejecuciones. Sobre, Delil señaló que “durante la ocupación del Estado Islámico, estos monstruos, que parecían haber surgido directamente del infierno, empalaban las cabezas de la gente en barras de hierro. Decían que lo hacían para dar una lección a todo el mundo. Los castigos se llevaban a cabo de una forma que la historia de la humanidad apenas si había visto antes”.
“Hoy esta ciudad histórica ha sido liberada de estos mercenarios asesinos y la gente puede ahora vivir en libertad”, finalizó Delal.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina