La Organización de Derechos Humanos de Afrin (ODHA) reveló ayer que tres civiles kurdos de Afrin fueron secuestrados por el servicio secreto turco (MIT). Según la organización, los tres hombres secuestrados vivían en la población de Termisha, en el distrito de Shiye del cantón kurdo ocupado ilegalmente por Turquía en marzo de 2018.
Las tres personas secuestradas son Xelîl Menan Seydo, Kamîran Xelîl Seydo y Ferdî Xelîl Seydo, de 45, 22 y 40 años, respectivamente. Hasta ahora, se desconocen el paradero de los pobladores.
Desde comienzos de agosto, el MIT ha desplegado una amplia campaña de detenciones contra civiles inocentes kurdos, que son llevados a la cárcel turca acusados falsamente de ser “militantes” del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) o de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ).
La ODHA también denunció que el mismo lunes 17 de agosto otras tres personas fueron secuestradas por mercenarios de Jaish Al Nukhba, grupo terrorista respaldado por Ankara. El hecho ocurrió en la aldea de Shekhoitka, en el distrito de Mabata de Afrin, bajo falsos cargos de “trabajar con la antigua Administración Autónoma”.
La organización de derechos humanos informó que los ciudadanos, secuestrados a principios de mes, son Mannan Rasho, de 53 años, Mannan Muhammad Rasho, de 59 años, y Zaki Hannan Rasho de 48 años. La ODHA detalló que los tres fueron llevados a la sede de la milicia en la aldea de Amara.
El organismo de derechos humanos recordó que Muhammad Muhammad Rasho ya fue secuestrado tres veces y por cada una de sus liberaciones se debió pagar un rescate. Mannan Rasho también fue secuestrado y rescatado después de la ocupación de Afrin en 2018.
“El secuestro de ciudadanos kurdos lo llevan a cabo las facciones armadas pro-Turquía y la llamada ‘policía militar’ bajo el mando directo y la supervisión de oficiales de inteligencia turcos –remarcaron desde la ODHA-. Los secuestrados suelen ser acusados falsamente de tratar o pertenecer a la antigua Administración Autónoma para así desplazarlos por la fuerza o chantajearlos para que paguen enormes rescates”.
Desde la ocupación turca de Afrin, los mercenarios bajo control de Ankara realizan secuestros con el fin de cobrar rescates. A esta situación se suman las permanentes violaciones de derechos humanos contra los pobladores que no fueron desplazados por la fuerza, y los crímenes de guerra cometidos tanto por las fuerzas armadas turcas como por sus mercenarios.
El 6 de agosto pasado, el portavoz de la ODHA, Ibrahim Şêxo, reveló que solo en julio fueron secuestradas 78 personas, entre ellos mujeres y niños. Şêxo agregó que el 3 de agosto, un niño llamado Xelîl Nîhad Şêxo, de 16 años de edad y natural de la aldea de Fêrkan, en el distrito de Şera, fue alcanzado por un disparo de soldados turcos y su cuerpo entregado a su familia después de que le robaran los órganos en un hospital de Kilis, a donde fue llevado para recibir tratamiento.
El integrante de la ODHA explicó que de las personas secuestradas en julio, cuatro fueron mujeres. “Además, 12 personas, incluida una mujer, fueron torturadas. Se desconoce el destino de tres niños desaparecidos”, indicó.
Ibrahim Şêxo afirmó que “las prácticas del Estado turco contra los civiles sirios, especialmente en Afrin, atentan contra el derecho internacional”.
Según la información obtenida de fuentes de Afrin, Şêxo ha añadido que los mercenarios de Emşat vinculados al Estado turco se apoderaron de la cosecha de zumaque y nuez de la población de las aldeas del distrito de Mabata, junto con los mercenarios de Samarcanda, bajo la dirección de un grupo llamado Abu Cihat.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina