Ibrahim Bashar Duika, un agente secreto de los servicios de inteligencia de Turquía (MIT), admitió los crímenes que cometió contra las mujeres kurdas junto con soldados turcos y mercenarios sirios tras la ocupación de Afrin en 2018.
Recientemente, los servicios de seguridad en la región del Éufrates, en el noreste de Siria, en una operación de inteligencia, arrestaron a uno de los criminales más peligrosos de Afrin.
Duika, de origen kurdo, trabajó como agente del MIT en varias áreas del cantón de Afrin en marzo de 2018, especialmente en los distritos de Jendersse y Rajo.
El joven de 20 años estaba solo en su casa en el subdistrito de Rajo durante la invasión turca del cantón, en enero de 2018. Cuando las fuerzas de ocupación turcas y sus mercenarios entraron en la ciudad, él y su vecino Muhammad Adnan vendieron narcóticos y bebidas alcohólicas a los ocupantes.
Mercenarios de la facción Al Hamzat del llamado Ejército Nacional Sirio (ENS) ofrecieron a Ibrahim que trabajara como informante en Afrin. Después de un mes del ofrecimiento, se convirtió en uno de los compañeros de “Abbas”, el líder de Al Hamzat.
Según declaraciones recogidas por la agencia de noticias ANHA, Ibrahim declaró que “Abbas y los servicios de inteligencia turcos me pidieron durante la guerra en Afrin que proporcionara información sobre las posiciones de los combatientes de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS). Como resultado de esto, un bombardeo aéreo provocó la muerte de varios combatientes” de las FDS.
Uno de los líderes de la inteligencia turca, llamado “Gamp”, también le pidió a Ibrahim que se uniera a un campamento dentro del territorio turco para recibir clases de inteligencia y entrenamiento militar. Ibrahim dijo que había cruzado la frontera y estaba acompañado por 15 jóvenes árabes, con los cuales recibió entrenamiento durante 25 días.
El agente del MIT recibió un arma personal, granadas de mano, así como un fusil Kalashnikov y dispositivos móviles, y acompañó a Abbas en sus misiones dentro de Afrin durante el período que siguió con la ocupación del cantón.
“Me pidieron que secuestrara a mujeres, niños y niñas kurdos de las zonas y aldeas. Solíamos hacerlo de forma regular. A veces secuestramos entre 20, 40 o 50 mujeres y niñas por día a punta de pistola. Cuando llegaban a los campamentos, esas mujeres eran distribuidas entre los combatientes del Ejército Nacional Sirio para ser violadas brutalmente. Yo violé a unas 20 niñas kurdas”.
Además, Ibrahim reconoció haber participado en el asesinato de civiles kurdos que luego arrojaba al Río Negro, en la frontera sirio-turca. “Los secuestros de jeques, hombres y jóvenes por parte de las facciones afiliadas a Turquía estaban ocurriendo a gran escala, y algunos de los secuestrados fueron llevados al Río Negro y asesinados a tiros. Incluso le disparé a 20 personas en diferentes momentos”, afirmó el terrorista.
El segundo entrenamiento que recibió Ibrahim fue en una base turca en 2019. Luego fue asignado para cruzar el río Éufrates e ingresar a las regiones del norte y este de Siria para brindar información sobre las FDS a los servicios de inteligencia turcos. Esto lo hizo hasta que fue arrestado.
FUENTE: ANHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina