Al menos 60.000 personas han sido trasladadas de forma ilegal a Afrin. Las familias transferidas de otras regiones fueron ubicadas en el centro de Jindirês, Şiyê, Bilbilê, Şêra y Afrin.
Esto sucede en el marco de la ocupación de la región kurda por parte del Estado turco y sus aliados del Ejército Libre Sirio (ELS). En su mayoría las familias de los mercenarios son reasentadas en diferentes zonas de Afrin.
Para realizar este acto de ocupación, las fuerzas turcas y sus aliados mercenarios amenazaron, torturaron y masacraron a ciudadanos y a ciudadanas locales, obligando a miles de personas a abandonar forzosamente sus hogares. Posteriormente, esas casas fueron ocupadas por familias de mercenarios.
El año pasado, decenas de miles de personas fueron enviadas a Afrin desde diferentes regiones de Siria, en una situación denunciada como un intento de limpieza étnica contra los pobladores locales.
Las personas trasladadas a Afrin fueron llevadas de otras regiones ocupadas por el ejército turco y sus aliados, especialmente de la provincia de Idlib.
Según la agencia de noticias ANHA, la mayoría de las familias enviadas a Afrin son familiares de fundamentalistas que integran Tahrir Al Sham (Jabhat Al Nusra). Al menos 190.000 personas de Idlib fueron reasentadas en Afrin, Azaz, Bab, Jarablus y Rai, en el norte de Siria.
Las familias del grupo Tahrir Al Sham fueron retiradas de Idlib después de violentos enfrentamientos entre las fuerzas del régimen sirio y los mercenarios estatales turcos.
Anteriormente, 4.000 personas habían sido reasentadas en Afrin. Con esos últimos reasentamientos, el número de familias mercenarias en la ciudad aumentó a por lo menos 64.000.
Las fuerzas de ocupación turcas trasladaron a miles de familias mercenarias al campo de Atme y al pueblo de Dêrbelût en el distrito de Jindirêsê. También se informó que se establecieron grandes campos nuevos en la aldea de Mele Xelîl, de la zona de Jindirêsê.
El cantón kurdo de Afrin solía ser conocido como una de las regiones más seguras de Siria, pero durante los últimos 15 meses ha sufrido las consecuencias de la ocupación del Estado turco y sus mercenarios.
Las fuerzas de ocupación cometieron un sinfín de delitos y crímenes, como secuestros, robos, violaciones y asesinatos ante los ojos de la comunidad internacional, que hasta ahora no ha tomado ninguna medida concreta para detener la invasión. Además, los soldados turcos y los terroristas confiscaron las cosechas para luego venderla de forma ilegal en Turquía y Europa.
A su vez, las tropas de ocupación destruyen el medio ambiente a través de masivos incendios. Algunos lugares afectados son la montaña Cela, en la región de Rajo, los bosques y los olivares en el distrito de Bilbile, y las áreas forestales en la aldea de Kelibo, de Mabata.
Como si fuera poco, los mercenarios obligan a los ciudadanos y las ciudadanas a comprar las banderas de los grupos terrorista a los que pertenecen, que deben ser puestas en los techos de las casas.
Ante esta situación crítica, las Fuerzas de Liberación de Afrin (HRE, por sus siglas originales) continúan combatiendo contra los ocupantes. En un comunicado difundido ayer, las HRE se refirieron a las acciones realizadas en Afrin y Azaz el sábado pasado.
Según las HRE, los ataques se saldaron con dos terroristas ultimados, tres heridos y un vehículo militar dañado. En el comunicado se apuntó que el 8 de junio, el autoproclamado jefe de la policía militar Mehmet Camûs fue abatido por francotiradores de las HRE en la carretera que va de Afrin al distrito de Mabeta. El mismo día, los combatientes de las HRE llevaron a cabo una acción de sabotaje contra un grupo terrorista llamado Muntasir Billah, en la zona de Sena’î, en el centro de Afrin. Un vehículo militar resultó dañado, pero el número de abatidos y heridos no pudo ser confirmado.
El mismo 8 de junio, los milicianos de las HRE atacaron a los soldados turcos y al grupo mercenario llamado Lîwa 55, en la población Kilcibrin, en la región de Azaz. La acción, llevada a cabo con armamento pesado, dejó un soldado turco muerto y tres terroristas heridos.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina