La presencia iraní en Siria y las prácticas que cometen sus grupos amenazan la estructura demográfica, afirmaron ayer varios dirigentes en la provincia de Raqqa.
“Las prácticas sectarias iraníes en Siria amenazan la estructura demográfica en muchas áreas diferentes”, dijo Jiyan Mella Mahmoud, miembro de la Oficina de Relaciones del Consejo Democrático Sirio (MSD).
Diferentes informes de prensa vienen alertando que Irán tiene la intención de aumentar su penetración en Siria, en base a impulsar estructuras económicas, culturales y sociales para formalizar sus diferentes actividades y movimientos en las áreas controladas por el gobierno de Damasco.
“Plantar las semillas sectarias y centrarse en cambiar la demografía de la población en las áreas controladas por facciones respaldadas por Irán es algo serio, y amenaza el futuro del tejido social sirio”, advirtió Mella Mahmoud a la agencia de noticias North Press.
El político alertó sobre la lucha entre Irán e Israel que también tiene como escenario a Siria. Mahmoud explicó que los ataques israelíes contra los puntos militares de Irán en territorio sirio “amenazan con iniciar una guerra abierta entre ambas partes”.
Por su parte, Abdulrahman al-Issa, un político y escritor de Raqqa, dijo que, al tener presencia en Siria antes de 2011, Irán siguió una “política blanda”, basada en la implementación de algunos proyectos económicos y sociales, y la propagación limitada del chiismo en las ciudades de Damasco, Alepo y Raqqa.
Irán utilizó la presencia de santuarios “sagrados” para los chiitas como pretexto para la expansión cultural persa en Siria, ya que el gobierno sirio fue indulgente con las visitas religiosas a estos lugares, indicó al-Issa.
Irán se puso oficialmente del lado del gobierno sirio al comienzo de la guerra civil en 2011. Anunció el envío de asesores militares para apoyar a las fuerzas gubernamentales en la lucha contra las facciones armadas de la oposición.
Irán continúa reclutando combatientes sirios para sumarlos a sus facciones afiliadas, siguiendo una política de incentivos, brindándoles muchas posibilidades económicas, aprovechando las difíciles condiciones de vida por las que atraviesa Siria.
Irán apoyó públicamente y estableció facciones militares a través de las cuales solía implementar sus aspiraciones en Siria. Las Fuerzas de Defensa Nacional y las facciones Liwa Fatemiyoun y Liwa Zainebiyoun se encuentran entre las más destacadas.
Al-Issa cree que, junto con las fuerzas gubernamentales y después de su interferencia militar en Siria, “Irán ha cometido muchas masacres contra civiles sirios en las zonas en las que entró con el pretexto de luchar contra el terrorismo”.
“Las campañas de destrucción sistemática en las ciudades sirias fueron llevadas a cabo por las fuerzas militares pro-iraníes, que mostraron su sectarismo desde los primeros momentos de su interferencia en Siria”, aseguró el escritor, que además remarcó que la competencia ruso-iraní por intereses y regiones de influencia en Siria es “muy clara”.
Por último, al-Issa detalló que Irán teme una solución política en Siria, “porque su presencia (en el territorio) terminará. Será el único perdedor si se pone fin a la guerra a través de la voluntad internacional”.
FUENTE: Ammar Abdullatif / North Press Agency / Traducción y edición: Kurdistán América Laitna
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