Por ANF / Edición: Kurdistán América Latina – El Departamento de Relaciones Exteriores de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES) demandó que se realice una investigación, en el marco del derecho internacional, para constatar si Turquía utiliza armas químicas contra las poblaciones de Rojava.
En una conferencia de prensa realizada ayer, Abdulkerim Omer, copresidente del Departamento de Relaciones Exteriores, y Ciwan Mustafa, copresidente del Comité de Salud, leyeron una declaración pública en la que también se denunció la invasión militar del Estado turco, ordenada el 9 de octubre pasado por el presidente Recep Tayyip Erdogan.
En el comunicado, la AANES explicó que debido a “el Estado turco, junto con los grupos terroristas y mercenarios bajo su mando, ataca a quienes viven en el noreste de Siria”, violando “convenciones, acuerdos y leyes internacionales”.
La administración autónoma aseguro que “30 civiles desarmados, incluidos niños, han sido atacados con estas armas prohibidas internacionalmente”. Por lo cual, todas las instituciones y organizaciones competentes, incluida la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), deben identificar sus posiciones e investigar los informes a la luz de la disponibilidad de pruebas en el terreno”.
La AANES además indicó que posee evidencia de los ataques con armas prohibidas y mostró su disposición para colaborar con los organismos internacionales en las investigaciones.
El 17 de octubre pasado, el doctor Faris Hemo, del Hospital Público de la ciudad Hesekê, en el norte de Siria, denunció el uso de armas prohibidas por parte de las fuerzas turcas en su invasión militar en curso contra la región.
En declaraciones a la agencia de noticias ANHA, el médico dijo que trataron a decenas de civiles que han sufrido heridas en los ataques en curso desde hace una semana. Señaló que la forma en que los civiles resultaron heridos ponía de manifiesto el uso de armas prohibidas por parte de las fuerzas turcas.
“Al examinar a los pacientes con heridas, sin embargo hemos visto que las quemaduras eran de un tipo diferente. A pesar de que no podemos establecer exactamente qué arma ha causado estas quemaduras, podemos decir que el Estado turco ha utilizado armas químicas”, aseveró Hemo.
ANHA indicó que el Estado turco utiliza armas prohibidas internacionalmente debido al “fracaso para ocupar las ciudades del norte de Siria, especialmente de Serekaniye, como resultado de la heroica resistencia mostrada por los combatientes de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS)”.
Por su parte, Aldar Xelîl, miembro del Consejo Ejecutivo del Movimiento de la Sociedad Democrática (TEV-DEM), afirmó que en Serekaniye las fuerzas turcas utilizaron armas ilegales.
Xelîl explicó que los médicos que atendieron a varios heridos se encuentran preparando informes de exámenes que “confirman que Turquía está usando armas prohibidas que contienen fósforo blanco y napalm”. El fósforo blanco es un producto prohibido por la Convención sobre Armas Químicas.
El integrante del TEV-DEM alertó a los organismos internacionales de la necesidad que actúen con urgencia, ya que los civiles del norte de Siria están expuestos a “ser sometidos a una campaña del genocidio de Erdogan”.
La agencia de noticias del Estado sirio, SANA, también denunció que “se registraron varios casos de civiles que sufrieron quemaduras graves que probablemente podrían ser a consecuencia de sustancias químicas, en un bombardeo turco en la ciudad de Ras Ain al noroeste de la provincia de Hesekê”.
El medio oficial estimó que es probable que las heridas de los pobladores “sean resultantes de un bombardeo en el que el régimen tuco empleó bombas con sustancias químicas aún no conocidos”.
A principios de 2018, cuando Turquía lanzó la operación militar contra el cantón kurdo de Afrin, también en el norte de Siria, las autoridades regionales denunciaron que la aviación turca lanzaba bombas químicas.
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