Abortos espontáneos y riesgos para la salud materna en medio de la invasión turca

Debido a los continuos ataques de mercenarios yihadistas y de las tropas invasoras turcas, el peligro de abortos espontáneos en el norte de Siria es cada vez mayor, advierte el movimiento de mujeres Kongreya Star y el Comité de Información de WDR.

Cada día, los proyectiles disparados por el ejército turco y sus aliados, las llamadas milicias del SNA, golpean los asentamientos civiles en el norte y el este de Siria, y hay repetidos ataques sobre el terreno. Estos ataques no sólo se cobran la vida de hombres, mujeres y niños, sino que también ponen en peligro la salud de la población de la región.

El Comité de Información de Women Defend Rojava de la región del Éufrates (Fırat) ha estado recopilando datos y experiencias individuales sobre las heridas y pérdidas que han sufrido las mujeres debido a los ataques del Estado turco y sus representantes yihadistas. Muchas mujeres han sido heridas físicamente y sus hijos han sido asesinados. También hay muchas mujeres que han sufrido abortos espontáneos y han perdido a sus hijos antes de nacer.

El Comité visitó una clínica de maternidad en Kobane y entrevistó al jefe del departamento ginecológico, el Dr. Nasan Ehmed.

En la entrevista el doctor expresó que durante los ataques del Estado turco, particularmente en octubre y noviembre, hubo muchos casos de nacimientos prematuros y hemorragias uterinas, incluyendo mujeres cuyos embarazos terminaron debido al desgarro del útero. Esos casos fueron investigados y se descubrió que se debían a que habían tenido que abandonar la zona en que vivían, es decir, a la migración forzosa. Estos casos también se vieron afectados por el daño psicológico y el miedo causado por los ataques del Estado turco, y las condiciones peligrosas y la pérdida de paz y seguridad.

Bombardeos contra la población civil

El bombardeo se llevó a cabo de forma aleatoria y sin ninguna consideración por los civiles, y como las personas que vivían en la zona estaban siendo atacadas, se propagó el miedo entre ellas. Esta fue también la razón por la que la gente abandonó sus casas en busca de lugares más seguros. La gente experimentó asesinatos, secuestros y saqueos en todas las zonas, pero especialmente en Girê Spî (Tal Abyad) y Serê Kaniyê (Ras al-Ain). En estas dos ciudades se perpetraron muchos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

Muchas mujeres sufrieron abortos espontáneos

Estos eventos influyeron de manera especialmente negativa en las mujeres embarazadas. Muchas mujeres embarazadas perdieron a sus hijos debido a traumas psicológicos y muchas otras sufrieron hemorragias uterinas que pusieron en peligro su salud. Hubo mujeres que pudieron llegar al hospital y que fueron ayudadas, pero también hubo mujeres que desafortunadamente perdieron a sus hijos. Estos casos han sido reconocidos por los médicos y comprobados por informes escritos. Las estadísticas del Comité incluyen 3 casos de dilatación de la placenta, 1 caso de desgarro uterino y 49 casos de abortos espontáneos y nacimientos prematuros.

Las organizaciones de derechos humanos deben cumplir con su deber

“Como responsables de la salud de la región del Éufrates estamos trabajando en el ámbito civil, rescatando y tratando a los civiles. Exigimos que las organizaciones internacionales civiles y de derechos humanos cumplan con sus obligaciones y protejan a la sociedad civil, implementando las leyes internacionales y protegiendo a las mujeres y los niños, especialmente en aquellas regiones en conflicto.

También exigimos que los Estados nacionales que tienen la responsabilidad de resolver el caos en Siria intervengan y pongan fin a esta guerra. Esta guerra ya ha durado varios años y muchos civiles se han convertido en víctimas o han experimentado la violencia y muchos otros problemas y se han visto obligados a emigrar de sus hogares. Estos Estados deben presionar al Estado sirio para que encuentre una solución política y diplomática para establecer la paz en la región”, defendió el Comité.

ANF/REDACCIÓN