La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) mantiene comunicaciones con la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a los temores sobre la posibilidad de no obtener vacunas contra el coronavirus debido a la negativa del régimen de Damasco de entregarlas, en medio de una creciente tensión entre ambas partes.
Jiwan Mustafa, copresidente de la Junta de Salud de AANES, declaró a la agencia North Press que ya existen dificultades para obtener otras vacunas, como las dosis para niños, como resultado de los obstáculos que impone el gobierno de Bashar Al Assad.
Mustafa contó que la AANES mantiene el diálogo con la OMS con el objetivo de obtener la vacuna y presentar una propuesta al respecto, pero no reveló los detalles.
Sin embargo, fuentes médicas cercanas al Ejecutivo sirio aseguraron que la OMS está discutiendo con Damasco un mecanismo para distribuir la vacuna por todo el país, aunque existan divisiones territoriales.
Las mismas fuentes comunicaron a North Press que el gobierno sirio rechaza la “injerencia” de la OMS en la distribución de la vacuna.
El 15 de diciembre de 2020, el régimen sirio presentó una solicitud formal para participar en el acuerdo COVAX, lo que lo convertiría en uno de los 92 países que buscan obtener la vacuna con ayuda económica.
COVAX es una iniciativa global dirigida al acceso equitativo a la vacuna contra el coronavirus, lanzada por la OMS el año pasado.
Según una lista de países que recibirán el COVAX, la asignación de Siria ha alcanzado 1.020.000 dosis, que son las expectativas iniciales.
En una sesión del Parlamento sirio celebrada el 21 de enero, el ministro de Salud, Hassan Al Ghabbash, dijo que “el gobierno está buscando obtener la vacuna contra el Covid-19 de acuerdo con varias condiciones, la más importante de las cuales es que no debe ser a expensas de la soberanía siria y la salud de los ciudadanos”.
A principios de febrero, Human Rights Watch (HRW) pidió garantizar una distribución más amplia y equitativa de la vacuna en todo el país, incluidas las áreas bajo el control de la AANES o de grupos irregulares, como es el caso de la provincia de Idlib.
HRW estimó que el gobierno sirio “ha retenido en repetidas ocasiones alimentos, medicinas y ayuda vital a opositores políticos y civiles”.
Además, el organismo acusó al Consejo de Seguridad de la ONU de no “mantener un sistema de ayuda transfronteriza para el noreste de Siria, lo que significa que no hay un canal garantizado para distribuir la vacuna a los dos millones de personas que viven allí”.
Desde enero de 2020, el Consejo de Seguridad de la ONU ha cerrado el paso fronterizo de Tel Kocher (Yaroubiya) entre Siria e Irak, bajo la amenaza de un veto ruso-chino, que las agencias de la ONU y las organizaciones de socorro internacional utilizaron para entregar ayuda humanitaria a áreas en el norte y el este de Siria.
Las organizaciones de la ONU deben obtener permiso del gobierno para transferir ayuda desde áreas bajo su control hacia la región de la AANES.
El régimen sirio con frecuencia niega o retrasa el permiso, y ha rechazado los permisos para que las organizaciones de la ONU establezcan laboratorios de pruebas de coronavirus en el noreste de Siria, según HRW.
FUENTE: Hosheng Hassan / North Press Agency / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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