El ejército turco llevó a cabo anoche varios ataques aéreos contra las infraestructuras del noreste de Siria en respuesta a sus graves pérdidas en la operación de ocupación del territorio de la guerrilla en el norte de Irak.
La aviación turca bombardeó anoche la región autónoma del Norte y el Este de Siria, apuntando contra campos petrolíferos cerca de Tirbespiyê y zonas rurales del este de Dêrik.
Según informaciones procedentes de la región, los ataques de cazas y aviones no tripulados se dirigieron contra los yacimientos petrolíferos de Tilxatûnê y Ûdê, en Tirbespiyê, la zona agrícola de la carretera que conduce al pueblo de Zêhêri, en Dêrik, y las líneas eléctricas que suministran electricidad a la fábrica de Lafarge, cerca del pueblo de Cidêde, al oeste de Ayn Issa. A consecuencia de este último bombardeo, se cortó la electricidad en decenas de pueblos de Ayn Issa.
Según el Ministerio de Defensa turco, 29 objetivos en el norte de Siria e Irak fueron destruidos en una operación aérea lanzada a las 00:30, entre ellos cuevas, refugios y campos petrolíferos “pertenecientes al PKK/YPG/KCK y otros terroristas”. No obstante, anoche el ejército turco volvió a registrar grandes pérdidas durante su invasión de la zona guerrillera del Kurdistán iraquí (Kurdistán “Sur” o “Bashur”, en kurdo) y confirmó la muerte de nueve soldados. A continuación, el ejército invasor llevó a cabo violentos ataques, como en la última oleada de ataques aéreos contra las infraestructuras y la población civil en el norte de Siria durante las Navidades.
La Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (AADNES) ha emitido una declaración escrita en relación con los ataques perpetrados anoche por el Estado ocupante turco. En la declaración señala que el Estado turco continúa su política criminal contra la región atacando centros de servicios e infraestructuras en el Norte y el Este de Siria:
“El gobierno turco bombardeó las regiones de Tirbespiyê, Rimêlan, Derik y Chilaxa a altas horas de la noche”, dice la declaración, que agrega: “El objetivo de estos ataques es socavar la seguridad de la región, suponer una amenaza real para los esfuerzos antiterroristas e impedir la resolución de las condiciones actuales en la región.”
La declaración señala que: “El atentado es una continuación de los esfuerzos de genocidio, desplazamiento de los habitantes y evacuación de la región. Se trata de un juego sucio y hay que alertar contra él y sus peligros. Declaramos que hay que poner fin a estos ataques contra nuestro territorio. Las consecuencias de los ataques constituyen una amenaza para toda la región y un servicio gratuito al retorno del terrorismo, así como un intento de avivar los conflictos étnicos que Turquía no ha sabido resolver hasta ahora. Está claro que Turquía quiere aprovechar los acontecimientos de la región para llevar a cabo sus planes contra nuestro pueblo. También quiere engañar al pueblo turco y distraerlo de sus fracasos.
Hacemos un llamamiento a todas las fuerzas activas en Siria para que reconozcan el peligro que suponen estos ataques ilegales y sus consecuencias negativas para los esfuerzos por estabilizar la región. Estos ataques también amenazan la labor de organización social y las soluciones democráticas en nuestras regiones, así como los esfuerzos por erradicar el terrorismo y el extremismo. Para prevenir estos ataques, las organizaciones legales y humanitarias deben desempeñar su papel y cumplir con sus responsabilidades”, declaró la AADNES.
La AADNES subrayó además que está al lado del pueblo frente a los ataques y las políticas hostiles contra la región, y solicitó: “Hacemos un llamamiento a la defensa de nuestras instituciones, a la defensa y autodefensa, y a la protección del proyecto de nación democrática basado en la fraternidad de los pueblos y la coexistencia igualitaria. El proyecto, la voluntad y la determinación de nuestro pueblo son el camino para el éxito y la derrota de todos los intentos genocidas.”
Fuente: ANF
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