El Partido de Trabajadores Venceremos, de Argentina, difundió un comunicado denunciando al gobierno del presidente turco Recepet Tayyip Erdogan, que el 20 de enero ordenó la invasión militar de la región kurda de Afrin, en el norte de Siria.
A continuación publicamos la declaración:
Desde el pasado 20 de enero el gobierno fascista de Erdogan, en conjunto con sus aliados jihadistas del Ejército Libre Sirio, atacan a Afrin en la llamada “Operación Rama de Olivo”. Los crímenes de guerra se multiplican a diario. Los bombardeos a la población civil, las torturas, violaciones y ejecuciones son el método con que el gobierno turco y sus aliados del ELS pretenden expulsar y desplazar a la población local, de mayoría kurda. El particular ensañamiento hacia las mujeres en general y hacia las combatientes en particular da cuenta del odio de los regímenes fascistas y autoritarios contra la alternativa política y ética que viene construyendo la Revolución de las Mujeres. La violación y mutilación de Barin Kobane lejos está de ser un “error” o un “exceso” es la violencia del fascismo patriarcal que sólo tiene muerte para oponer a la nueva vida que se construye y entreteje.
Afrin es parte del Kurdistán sirio y es protagonista de la Revolución de Rojava. Allí se formaron las guerrillas que consiguieron barrer al ISIS y a otros grupos terroristas como el Frente Al – Nusra. El cantón de Afrin es uno de los territorios integrantes de la Federación Democrática del Norte de Siria y en el que se viene poniendo una solución real y humana a los problemas de Medio Oriente: el confederalismo democrático. Esta propuesta estratégica promueve el autogobierno y la convivencia de géneros, etnias y religiones bajo el principio de la igualdad. En Afrin y en toda Rojava las mujeres han demostrado no sólo su capacidad para enfrentar a las bandas terroristas, sino sobre todo su capacidad para construir una forma de vida democrática, igualitaria, ecológica.
En pocos años Afrin ha duplicado su población recibiendo a refugiados y refugiadas de diversos territorios, etnias y religiones de Siria que se vieron obligadas al desplazamiento por la guerra y encontraron cobijo allí. Erdogan y sus aliados han atacado a repetición los campos de refugiados sin que la comunidad internacional tomara ninguna medida al respecto. El régimen turco que encarcela y tortura a miles de personas, que prohíbe y persigue a opositores y que ha apoyado y apoya a ISIS y otros grupos similares, pretende aniquilar la alternativa inclusiva e igualitaria para la región que el pueblo kurdo está construyendo. Estados Unidos, Rusia y el gobierno Sirio, que en más de una ocasión se han visto obligados a reconocer el protagonismo clave de las guerrillas kurdas en la lucha contra las bandas terroristas, miran para otro lado frente a esta ofensiva y dejan hacer, calculando los réditos que sacarán de esta nueva barbarie.
Sin embargo, los pueblos del norte de Siria defienden y defenderán su derecho a la vida y a la libertad tal como lo vienen mostrando desde hace años. Y como vencieron al ISIS, vencerán este nuevo ataque también. Frente a la indiferencia, complicidad y tergiversaciones de los poderes mundiales y regionales, desde este lugar del mundo, separados por miles de kilómetros pero hermanadas y hermanados en la lucha por una vida digna, alzamos nuestras voces para decir:
Repudiamos y llamamos a detener este genocidio y este femicidio. En Afrin y Rojava, ¡No pasarán!
Defendemos la autogestión democrática y ecológica en Rojava y en el norte de Siria.
¡Viva la Revolución de las Mujeres de Rojava!
Fuente: Venceremos