Con las elecciones comunales en la Federación Democrática del Norte de Siria, la comunidad gitana llamada Roma, ubicada en el cantón Efrîn, fue testigo de un acontecimiento histórico: una representante de la comunidad del barrio de Koçera fue elegida copresidenta.
Los gitanos del barrio de Koçera durante unos 50 años se negaron a integrarse en el antiguo sistema del partido Baaz, a pesar de todos los esfuerzos del régimen sirio. Por el contrario, se unieron al sistema federal desde el comienzo de la Revolución de Rojava con todo su corazón y mente.
La comunidad romaní de Efrîn que participó en las elecciones comunales del 22 de septiembre pasado, tomó por primera vez en la historia de Siria una parte activa en los comicios y una de sus representantes, Murteza Hacî Kamber, fue elegida como copresidenta de la comuna Mártir Dilovan.
La comunidad romaní de Efrîn vive en dos comunidades, Ashrafiyah y Zîdiyê, ambos del barrio de Koçera. El nombre del barrio se deriva de sus residentes, ya que la comunidad gitana de Efrîn se refiere a sí mismos como “Koçer” (migrantes).
Se dice que los gitanos que viven en Koçera emigraron desde Batman y Elazığ a Efrîn hace 50 años, pero a a pesar de toda la represión que sufrieron nunca se integraron al sistema baazista.
Los pobladores explicaron que durante el régimen sirio “no podíamos sentarnos en nuestras casas con facilidad, solían allanar nuestras casas y llevarnos con ellos. Querían dispersar nuestro barrio porque no éramos como ellos, no éramos árabes y no nos conformábamos con su sistema; éramos kurdos y Koçer al mismo tiempo”.
Desde 2011, los residentes del barrio participan en la revolución en el norte de Siria. Muchos de ellos expresaron su admiración por el líder kurdo Abdullah Öcalan: “Si no fuera por el líder Apo, estaríamos atrapados en la miseria. Desde el principio participamos en la revolución, hemos dado mártires. Estamos en las YPG y en la policía de Asayîsh, e incluso tenemos guerrilleros en las montañas”.
Murteza Hacî Kamber, la copresidenta electa de la comuna, dijo: “Creemos que haremos bien nuestro trabajo y nos apoderaremos de todos nuestros derechos en el sistema federal. Fuimos sometidos a mucha opresión en el curso de la historia de Siria. Antes cuando dormíamos, asaltaban nuestros hogares y nos arrojaban a las prisiones. Gracias a Dios que ahora somos capaces de hablar libremente el idioma kurdo. Los árabes, los kurdos y muchos otros, todos vivimos juntos”.
Kazim Dede, poblador de la zona, expresó: “Estamos dispuestos a hacer todo lo que podamos, si es la guerra, que sea así. Si se necesita luchar, yo mismo tomaré las armas e iré a la guerra. Hasta ahora siempre fuimos las víctimas, pero ahora ¿qué otra cosa podríamos desear? Somos dichosos y ahora tenemos una patria libre”.