El 22 de septiembre, tuvieron lugar en Rojava las primeras elecciones del sistema de comunas, una primera ronda dentro del marco de comicios generales que se realizan entre septiembre y enero del año que viene. Una delegación de Rojava Azadî participó como observadores internacionales, pudiendo contrastar las enormes diferencias con las elecciones generales que presenciamos en Turquía en noviembre de 2015.
Un total 12.421 personas presentaban su candidatura para las copresidencias en 3.732 comunas, en unas elecciones donde las casas comunales se utilizan como mesas de votación. Estas elecciones buscan afianzar el sistema de comunas y darle un carácter formal que la comunidad internacional pueda reconocer, pues hasta ahora las elecciones de las copresidencias se habían gestionado en votación publica a mano alzada dentro de cada comuna. En esta convocatoria electoral, en las que las mujeres tenían una gran presencia en las mesas, se han elegido las copresidencias (un hombre y una mujer) que ocuparán el cargo durante dos años. La copresidencia tiene funciones de representación de la comuna en el consejo de barrio, así como labores administrativas y de secretaría para asegurar el buen funcionamiento de la comuna. La gente podía votar entre los candidatos y candidatas que la propia comuna había acordado en presentar.
Gestionar unas elecciones no es una tarea sencilla. Si miramos los presupuestos que se destinan a las fechas electorales en Occidente, es fácil preguntarnos cómo han podido en Rojava gestionar esta situación. La respuesta se encuentra en el sistema de comunas, pues desde hace algunas semanas cada una de ellas se ha encargado de informar a las personas que del proceso electoral, facilitándoles la acreditación que permite participar en la votación. De esta forma, en base a la descentralización y la autoorganización vecinal, se ha logrado un proceso electoral gestionado de abajo hacia arriba.
El sistema de comunas y consejos de barrio se distribuye a lo largo de toda Rojava, sistematizando los procesos de organización comunal tradicional en Kurdistán. En las zonas rurales, cada pueblo pequeño es una comuna en sí mismo, pero en grandes ciudades como Qamishlo, las comunas se distribuyen en zonas territoriales, y en los carteles de las calles de la ciudad podemos encontrar indicado a qué distrito, a qué barrio y a qué comuna pertenece cada calle. Las casas comunales son el espacio de reunión y gestión de la comuna, y suelen llevar el nombre de algún combatiente local que ha caído mártir en la guerra contra el Daesh.
Desde la delegación internacional hemos presenciado el desarrollo de esta cita electoral con total libertad de movimiento, recibidos con alegría e interés en cada mesa electoral a que nos acercábamos. Nos invitaban a tomar té y a realizar las preguntas y dudas que pudiéramos tener, explicándonos el proceso electoral y transmitiendo la gran esperanza y felicidad que suponían para mucha gente estas elecciones. Nos contaban que la afluencia estaba siendo muy alta, y a mediodía la mayoría de comunas habían superado los objetivos fijados de participación. La mayoría de gente ha ido a votar a primera hora, y a las 8 de la mañana (cuando abrían las mesas electorales) muchos ya esperaban en la puerta. Aun así, las casas comunales han tenido un flujo constante de vecinas y vecinos hasta las 8 de la tarde, cuando cerraban las mesas.
Tras estas elecciones de las comunas, ya se empiezan a preparar las elecciones municipales, que tendrán lugar el 3 de noviembre. Finalmente, el 19 de enero de 2018, tendrá lugar la tercera y última ronda electoral, con las elecciones para la Conferencia del Pueblo de la Federación del Norte de Siria.
FUENTE: Rok Brossa (Texto) / Sara A. de Ceano Vivas (Fotos) / Rojava Azadî