İsyan Munzur se unió a las filas guerrilleras desde Europa. Como su nombre ya indica, fue su sueño ser guerrillera en Dersim (Bakur). Cuando recibió el entrenamiento para los nuevos combatientes en Kandil en 2011, el calor del fuego de la revolución en Rojhilat (Kurdistán Oriental) se convirtió en la razón de aplazar sus sueños sobre Dersim para otro día y poner la cabeza en el Kurdistán Oriental.
Desde hace seis años, İsyan está activa en el Kurdistán Oriental y sigue los acontecimientos del levantamiento en Banê con gran emoción. Cuando terminó de ver las noticias, me acerqué a ella. Me mostró su álbum personal lleno de fotos del Kurdistán Oriental. Pasó su tiempo principalmente en Mamxuran y Serdesht y esos lugares le gustan demasiado. En cada foto un civil está parado a su lado. Le pregunté si había mucha gente en su vida. Ella respondió: “La gente de Rojhilat es muy patriótica, está bien informada de su historia y es muy solidaria con la guerrilla. Con cada persona que conocí, mi fidelidad y conciencia crecieron más. Me volví y se volvieron partes de mi vida, es una especie de combinación”.
Los esfuerzos del régimen para llenar de miedo al pueblo
“El Kurdistán se dividió en cuatro partes. Con el tiempo, esta división territorial se desplazó como una división de las mentes del pueblo, porque nos impedían ver más allá de las fronteras. Entonces nuestra gente se desvaneció de nuestro mundo. Cuando oyes Rojhilat, te imaginas los actos del aparato de espías, la violencia contra las mujeres y las ejecuciones públicas, una imagen que el régimen iraní quiere implantar en el cerebro del pueblo”, señala la guerrillera.
“Se hacen grandes esfuerzos para llenar los corazones de las personas con miedo e intentar evitar que la más leve voz se escape hacia el exterior”, afirma.
Según İsyan, “las personas están disgustadas y no aceptan los actos del régimen. Por lo tanto, realizan protestas todos los días. Y se unen en masa a las filas guerrilleras. Particularmente, las mujeres son muy activas”.
La miliciana asegura que “la discrepancia creada entre los dialectos Sorani y Kurmanji para evitar que los kurdos se unan, ha sido superada con el PJAK (Partido del Kurdistán por una Vida Libre). Los jóvenes que se graduaron de la universidad están diciendo: ‘En lugar de ser un colaborador (del régimen iraní), prefiero convertirme en pastor”. Realmente optan por convertirse en pastores. Es interesante, pero la mayoría de la gente no lo sabe”.
Un estado de agentes y espías
“Es difícil de creer, pero muchos kolbers (transportistas de la frontera) y los pastores en Rojhilat tienen realmente grados universitarios”, explica İsyan. Seguido a esto, alerta: “Irán es literalmente un Estado agente. Para mantenerse no permite que nada escape al exterior. Tiene muchas características sensibles, incluso la pérdida del fragmento más pequeño podría conducir a su caída total. Ellos, por supuesto, saben esto bien. Y por esta razón están planeando sin parar. Irán, que representa uno de los estados más antiguos de la historia, es notorio por esta característica”.
El miedo del Estado
Para İsyan, “lo que más asusta al Estado iraní es el Kurdistán. El pueblo kurdo está constantemente en una búsqueda y en desafiar con su carácter rebelde y postura honorable. Después vino un movimiento amante de la libertad como el PJAK, y golpeó el corazón del Estado iraní con miedo. Entonces el Estado intensificó su política de opresión y fuerza. Pero el aumento de la represión y la violencia provocaron oleadas de personas que se unieron a las filas del movimiento guerrillero. La auto-organización se desarrolló cada vez más. Con la Revolución de Rojava se estimuló y alentó el levantamiento en Rojhilat”.
İsyan manifiesta que “también hay un esfuerzo por parte del Estado para prevenir la unidad del pueblo kurdo, creando discordia entre los dialectos kurdos Sorani y Kurmanji. En los libros escolares se enseña que el Sorani es ‘civilizado’, mientras que Kurmanji es representado como ‘primitivo’”.
Pero “el PJAK acabó con esta artificial contradicción en la mayoría de las partes. Incluso el Estado se sorprendió por este poder del PJAK”, explica.
El despertar de las mujeres en Rojhilat
La guerrillera también recordó que en el Kurdistán Oriental el matrimonio infantil sigue siendo generalizado, pero en aquellas regiones cercanas a las zonas guerrilleras, muchas personas huyeron del matrimonio y se unieron a la insurgencia. Las historias del despertar de mujeres que surgieron en Kurdistán del Norte (Bakur) durante los años 90, ahora se está experimentando en Rojhilar.
“Las mujeres están sujetas a enormes presiones en todo Irán, pero en Rojhilat el lugar de las mujeres en la sociedad es muy importante”, expresa. Por ejemplo, “cuando se organiza a la madre de una familia, las puertas de su casa se abren. Las opiniones de las mujeres son aceptadas y consideradas significativas. Las guerrillas tienen algunas ventajas en el campo del trabajo. Su tasa de aceptación es mayor. A pesar de que el Estado iraní intenta obstruir esta verdad a través de la ejecución de Shirin Elemhûlî y amenazando con poner fin también a la vida de Zeinab Jalalian, el público no cede ante ellos”, apunta İsyan.
Lavado de cerebro y uso de drogas
İsyan también menciona la cuestión de la infiltración del Estado en el cerebro del pueblo y el uso de drogas. “Curiosamente, Irán, que está tan cerrado al mundo exterior, es un país que tiene el mayor número de vuelos a Europa. Una vez más, en este país, que sufre tanto de la opresión del Estado y la fuerza, el uso de drogas entre los jóvenes está creciendo día a día. Ambas situaciones sirven al Estado que ya ha expandido esta política”, denuncia.
Además, İsyan remarca que el Estado iraní trata de agitar a los pueblos unos contra otros. “La resistencia de los baluches contra las prácticas estatales, la persistencia de los kurdos en una vida honorable, la creciente demanda de las mujeres por la libertad, generan expectativas de un cambio de sistema y se reúnen en un terreno común por primera vez”, destaca.
“Parece que los pueblos de Irán están de acuerdo en que esta violencia, los asesinatos, las ejecuciones, la política de ignorar a las mujeres y la pobreza son problemas del sistema en su conjunto. Esta vez la resistencia se comparte en diferentes formas y lugares. Por lo tanto, las posibilidades de éxito son altas. Incluso podría conducir a una revolución. La revolución de Rojava es un factor importante que deja un gran impacto. El Estado está tratando ahora de evitar esto, haciendo concesiones a veces y recurriendo una vez más a la opresión y a la violencia en varias ocasiones. Pero se debe saber que el Estado iraní está tropezando tanto dentro como fuera. Trata de ocultar su temblor, pero esos esfuerzos son en vano. En los próximos días, pueden ocurrir incidentes que demuestren esta verdad”, asegura İsyan.
FUENTE: ANF/Edición: Kurdistán América Latina