Los abogados del líder kurdo Abdullah Öcalan emitieron una declaración en la que denuncian que el Estado turco rechazó 580 peticiones de visitas al dirigente, que desde hace más de 17 años se encuentra recluido en la cárcel-prisión de Imrali.
Al cumplirse un nuevo aniversario del secuestro de Öcalan, ocurrido el 15 de febrero de 1999 en Kenia, en el comunicado se manifestó que el fundador del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) es víctima de una “conspiración internacional”.
Los abogados señalaron que la detención en Imrali, un cuartel militar ubicado en el mar de Marmara, está en “contra de la legislación nacional e internacional” ya que se mantiene al líder kurdo con “todos sus derechos constitucionales y legales suspendidos”.
En la declaración se recordó que luego del encarcelamiento de Öcalan, la isla de Imrali fue declarada como una “zona prohibida militar”.
A su vez, se explicó que hace algunos años el dirigente tenía la posibilidad que mantener durante 4 horas dos veces por semana reuniones con sus abogados y familiares, atender llamadas telefónicas y acceder a información, pero “casi todos los derechos legales se han suprimido”.
Las visitas de los abogados a Imrali fueron suspendidas el 27 de julio de 2011 y desde entonces se presentaron 580 apelaciones para poder mantener reuniones con Öcalan, pero todas fueron rechazadas.
“Las visitas familiares sólo se han permitido según la coyuntura política como una excepción”, salvo el año pasado en el que el hermano del líder kurdo pudo visitarlo.
“En la situación actual, sus abogados y su familia no han sabido nada sobre Öcalan desde el 11 de septiembre de 2016”, advirtieron en la declaración.
Los abogados denunciaron que las prácticas en Imrali, en la actualidad “se han extendido a otras prisiones”, como también “la destrucción de la ley”, por lo cual se confirma que “la ilegalidad que se inició con el aislamiento de Öcalan se ha extendido a todos los presos de la oposición y de grupos sociales”.
Ante esta situación, se advirtió que las violaciones a los derechos en las prisiones turcas “han alcanzado niveles alarmantes”, con el objetivo de “destruir por completo las identidades de los presos políticos”.
FUENTE:ANF/Traducción y edición: Kurdistán América Latina