Desde el día 1 hasta el 11 de febrero se estará realizando una marcha internacional en solidaridad con el pueblo Kurdo, reclamando la libertad de su líder Abdullah Öcalan, preso en Imrali una isla-cárcel de máxima seguridad desde el año 1999 y sometido a un aislamiento permanente, así como un estatus político para Kurdistán, es decir, reconocimiento internacional y una salida política para el conflicto Kurdo, lo que implicaría borrar de la lista de organizaciones terroristas internacionales al PKK, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán. Debemos recordar que Kurdistán es una de las mayores naciones sin estado del mundo, un pueblo repartido a lo largo de cuatro Estados-Nación distintos: Turquía, Siria, Iraq e Irán. Esto ha supuesto una constante represión e invisibilización étnica y cultural que ha sido motor de todo tipo de resistencias a lo largo de la historia. La represión también ha provocado un exilio político forzado para miles de kurdos repartidos por todo el mundo, pero especialmente hacia Alemania y el centro de Europa. Son los miembros del movimiento kurdo en el exilio quienes organizan esta marcha a través del Congreso de la Sociedad Democrática Kurda en Europa.
Hoy el mayor exponente político del proceso de liberación del pueblo Kurdo es el PKK y su proyecto político: el Confederalismo Democrático, una apuesta radicalmente democrática por la superación del Estado-Nación que propone la Comuna como órgano vertebrador de los asuntos comunes de un territorio, la ecología y respeto al medio ambiente, así como la importancia de la liberación y participación de la mujer en todo este proceso. En este proyecto político se incorporan numerosas organizaciones políticas, sociales y populares que luchan y se organizan para generar un pueblo capaz de gobernarse a sí mismo. Quizás uno de los aspectos más visibles hoy sea la lucha de Rojava (oeste en lengua Kurda), la región del norte de Siria donde el pueblo está instaurando el Confederalismo Democrático a la par que se enfrenta al autodenominado Estado Islámico con gran éxito.
Esta marcha internacional busca visibilizar todo estos asuntos. Alrededor de setenta personas venidas de distintas nacionalidades marchan durante diez días más de 200 kilómetros caminando, conviviendo, intercambiando experiencias y formándose en las líneas políticas del Confederalismo Democrático de la mano de representantes del Congreso Nacional de Kurdistán (KNK).
Las personas venidas de las distintas naciones del Estado Español componen la mayor delegación internacional de la marcha. Alrededor de veinte personas venidas del País Vasco, Cataluña, Andalucía, Alicante o Madrid. Lo que es una muestra del interés que ha suscitado esta lucha y proyecto entre los entornos militantes, fruto de la labor internacionalista de los diversos colectivos de solidaridad existentes.
Toda la marcha está perfectamente organizada, los primeros días dormíamos en casas de familias kurdas y nos organizábamos entorno al Centro Cultural Kurdo de la ciudad de Saarbrucken (Alemania). Desde ahí, se fue en autobús hasta Luxemburgo, donde comenzaba la marcha a pie y se realizó una rueda de prensa frente al Tribunal Penal Internacional. La primera parada de la marcha fue la ciudad de Le Tiche (Luxemburgo). Un grupo de cocineros kurdos hace la comida para todas las personas que participamos de la marcha. Tenemos que señalar que la hospitalidad, tanto de las familias como de los miembros de la organización, es excelente. Para ellos, la visibilización del conflicto a nivel internacional es muy importante. Las dos primeras jornadas de marcha fueron de alrededor de 30km y se realizó un primer seminario formativo en torno al ‘Régimen de la Verdad’, la propuesta filosófica que entronca con el proyecto político del movimiento. El tercer día fue una marcha de unos 20km, llegando a los alrededores de Metz (Francia), donde se realizó un seminario acerca de la experiencia de Rojava con la participación del representante de Rojava en Francia y el apoyo del ayuntamiento de la ciudad.
Dentro de la marcha las distintas nacionalidades nos organizamos por ‘Comunas’ y cada día se realiza una valoración de la jornada completa, éstas son puestas en común y se toman las decisiones pertinentes respecto de la vida diaria en la marcha. La Comuna castellano-parlante fue bautizada como Concha Pérez, una miliciana anarquista de la guerra civil.
El final del camino será Estrasburgo, donde nos espera una gran manifestación de decenas de miles de personas para exigir la liberación de Öcalan y un estatus político para Kurdistan. Éste será el punto final de las diversas marchas solidarias que están recorriendo Europa.
FUENTE: A las barricadas (http://www.alasbarricadas.org/)