El Partido por la democracia y la libertad yazidí (PADÊ) le ha pedido al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) que ayude a los refugiados yazidíes para que puedan volver a sus casas.
El Partido por la democracia y la libertad yazidí (PADÊ) ha hecho una declaración por escrito y le ha pedido a ACNUR que cumpla con sus compromisos.
En la declaración, PADÊ hace un llamamiento a los yazidíes que se han visto obligados a abandonar sus casas y dice que hará todo cuanto esté en sus manos para que puedan regresar.
La declaración del PADÊ es la siguiente:
«Las prácticas más salvajes creadas por el ser humano son la guerra, el asesinato y el saqueo. Todo ello obliga a la gente a desplazarse y a exiliarse en lugares desconocidos, y a pasar por todo tipo de prácticas inhumanas. Nada de esto tiene cabida en una vida en la que lo más importante es la naturaleza. Sin embargo, desde principios del siglo XX y hasta nuestros días, la migración y las peticiones de asilo se han convertido en algo habitual. Sobre todo en el Oriente Medio, donde millones de personas han sido desterradas de sus hogares. Hemos llegado a tal punto que los países europeos no pueden siquiera hacerse cargo de la situación. Debemos ponerle fin a este problema de inmediato, todos juntos.
Nosotros, los yazidíes, ya pasamos por una situación similar el 3 de agosto de 2014, y cientos de miles de los nuestros pasaron a ser refugiados. Hubo familias que tuvieron que alejarse de su tierra, dejar sus casas y vagar a la deriva. El problema de la migración persiste desde entonces, aún no se ha solucionado puesto que hay cientos de miles de personas que todavía no han podido regresar a sus hogares.
Muchos países, en especial el estado turco, están aplicando políticas inmorales para tratar de sacar provecho de la triste situación de los refugiados. Si nos paramos a pensar un poco, nos daremos cuenta de que las fuerzas que iniciaron la guerra, que engañaron y obligaron a la gente a emigrar responden a un mismo nombre. La conciencia de la humanidad ha condenado a estas fuerzas. Y, por si eso fuera poco, el estado turco ha usado a los refugiados como un elemento útil para negociar sin ningún tipo de pudor. Los vende, juega con ellos y trata de reclutar a terroristas entre ellos. Nada de esto es aceptable para la conciencia de la humanidad.
Según ACNUR, en 2014, más de 30 000 migrantes yazidíes pasaron por Turquía. Se envió ayuda para ellos, pero desgraciadamente no se les ofreció nada porque eran yazidíes. Además, tampoco se les concedieron los derechos propios de un refugiado. Fueron las municipalidades y las organizaciones no gubernamentales kurdas quienes les acogieron. Sin embargo, desde que se tomaron y cerraron las instituciones y las municipalidades kurdas, no cuentan con esta ayuda.
En la actualidad, se están haciendo enormes esfuerzos para evacuar a los yazidíes del Campo Fidanlık de Amed. Esta actuación del estado turco, que pretende alejar a los yazidíes, quitarles toda esperanza e instrumentalizarlos, es inaceptable. Nuestra gente que está en el Campo de Fidanlık no debería permitirle al estado turco que aplique este tipo de políticas, nuestra gente debería regresar a sus casas inmediatamente. El estado turco es de sobra conocido por su actitud hostil hacia el pueblo yazidí y zoroástrico. Es por ello que los yazidíes que están en este campo no deberían someterse al estado turco, lo que deberían hacer es fijar su objetivo en volver a sus hogares.
Con respecto a este tema, queremos hacer un llamamiento a las instituciones internacionales para que cumplan con sus responsabilidades y misiones. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados debería ayudar a nuestra gente para que puedan volver a sus casas; es para ellos un deber moral.
Por último, queremos decir que nosotros, como PADÊ, haremos todo cuanto esté en nuestras manos para que los yazidíes puedan volver a su tierra, reconstruir sus pueblos y hogares. Nuestra gente debería regresar a sus casas, es la única forma de que tengan una vida libre y digna».
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Fuente: ANF News
Fecha de publicación del original: 03/01/2017
Traducido por Rojava Azadî